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lunes, 23 de abril de 2012

Psicopatía y perfíl del psicópata (del asesino de Noruega)

El perfil del psicópata

Aunque el término psicopatía nos resulte más propio del cine de terror norteamericano, en el que los criminales no parecen tener escrúpulos en descuartizar a sus víctimas, lo cierto es que los psicópatas son personas tan reales como tú o como yo.
 

El perfil del psicópata
















Un psicópata no es más que una persona generalmente con una conducta antisocial, la cual constituye el eje de su personalidad. Sus notas más características suelen ser su dificultad para experimentar emociones, tanto negativas como positivas; su falta de sentimientos de culpabilidad o de arrepentimiento; su elevada inteligencia y superficialidad; y su gran impulsividad.

Parece ser que el aspecto más relevante en lo que a este trastorno se refiere es la escasa sensibilidad a los premios y castigos de las personas que lo sufren, lo cual les impide aprender adecuadamente sobre la forma de relacionarse con el mundo.


Breivik, el psicópata autor del ataque terrorista en Noruega

Aunque una gran parte de los psicópatas suelen ser criminales, lo cierto es que no se trata de un porcentaje tan alto como se pensaba. Se estima que tan solo el 20% de las personas que padecen del trastorno antisocial de la personalidad pueden considerarse psicópatas.
Lo cierto es que no es sino su escasa capacidad para sentir de la que hablábamos anteriormente la que hace peligrosas a estas personas, puesto que realmente no perciben las claves corporales que les indiquen lo correcto o no de sus actos. De hecho, según diversos estudios, esta “frialdad emocional” es más fisiológica de lo que se pensaba, puesto que se ha demostrado que realmente sus parámetros orgánicos apenas se alteraban al visualizar imágenes sangrientas u otras escenas con carga emocional.
Puesto que un tratamiento eficaz en los casos más crónicos se antoja complicado, muchos autores plantean la prevención como la única estrategia terapéutica plausible.



Ya vimos en nuestro párrafo anterior sobre el perfil del psicópata que la característica central de este trastorno la constituye la dificultad para experimentar y expresar las emociones, destacando el comportamiento claramente antisocial y superficial de estas personas. Veamos ahora algunos datos concretos acerca de este trastorno:
 -Se calcula que cerca del 3% de los varones y del 1% de las mujeres de la población general presentan personalidades antisociales, cifra que aumenta cuando nos referimos a aquellos que abusan de sustancias.
 -La edad de comienzo de los “síntomas” aparece en torno a los 15 años, una edad algo más joven que para el resto de los trastornos, e incluso puede llegar a iniciarse mucho antes.
 -Una vez transcurrida la adultez media, resulta mucho más complicado que este tipo de problemas aparezcan.
-La psicopatía también la encontramos muy frecuentemente en los familiares de primer grado de pacientes con el mismo trastorno.
-La posibilidad de que el trastorno aparezca aumenta si durante la niñez se han experimentado las pautas de un trastorno disocial o de déficit por atención e hiperactividad, siendo más frecuente el primero de los casos.



¿Cómo funciona la mente de un psicópata como Breivik, el autor del ataque terrorista en Noruega?

Según el doctor Robert Hare, investigador sobre psicología criminal, se estima que un 1% de la población es psicópata. Otras estimaciones incluso llegarían al 6%. Sin embargo, actos atroces como el perpetrado por Anders Behring Breivik nos parecen propios de monstruos y no de seres humanos. Breivik fue el autor del reciente doble ataque terrorista que ha sufrido Noruega, un país que se caracteriza precisamente por ser un ejemplo de civismo y armonía. Breivik, de 32 años, está acusado de matar a 68 personas en la isla de Utoya, donde disparó contra los jóvenes que participaban en un campamento de las juventudes socialdemócratas, y a otras 8 en Oslo, donde colocó una bomba cerca de la sede del Gobierno.
El abogado del asesino, Geir Lippestad, asegura que su cliente sufre “trastornos mentales” y que cree que se encuentra en un “estado de guerra”. Lippestad, elegido por el propio Breivik para su defensa, lo definió como “una persona muy fría que no mostró empatía con las víctimas”. Añade:

"Su visión de la realidad es rara y es difícil de explicar. Está en una burbuja. Odia a cualquier persona que no sea un extremista. Odia a cualquiera que sea demócrata y que defienda los valores democráticos."
¿Entonces? ¿Cómo es posible que haya tantos psicópatas y, sin embargo, no haya muchísimos más casos como el de Noruega? Una personalidad psicopática no es sinónimo de asesino en serie o de ser una especie de Hannibal Lecter. Un psicópata puede ser una persona simpática que, no obstante, no duda en cometer un delito cuando le conviene y, como se ha explicado, lo hace sin sentir remordimientos por ello. Además, la matoría de los psicópatas no cometen delitos, pero no dudan en mentir, manipular, engañar y hacer daño para conseguir sus objetivos.
Lo que sabemos es que los cerebros de los psicópatas no son igual al cerebro del resto de la gente. Gracias a la tomografía por emisión de positrones (PET en sus siglas en inglés) permite escanear la actividad del cerebro ante determinados estímulos. Los estímulos relacionados con las capacidades de empatía se encuentran ausentes en el lóbulo prefrontal del cerebro en el caso de los psicópatas, ya que el lóbulo prefrontal es el mecanismo principal de nuestros razonamientos morales, y en el caso del psicópata se halla inactivo ante un estímulo que sugiera empatía hacia terceras personas.
Según un estudio publicado en el British Journal of Psychiatry, los psicópatas muestran menos actividad en áreas del cerebro relacionadas con la evaluación de las emociones vinculadas a las expresiones faciales. E investigadores del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres hallaron en agosto de 2009 que los psicópatas tienen conexiones defectuosas entre la parte del cerebro que maneja con las emociones y la que maneja los impulsos y la toma de decisiones.
La falta de remordimientos radica en la cosificación que hace el psicópata del otro, es decir: quitarle al otro los atributos de persona para valorarlo como cosa. Pero esta cosificación se puede dar también en muchas personas que no presentan cuadros psicopáticos. Es la razón de que, por ejemplo, los soldados puedan ser tan agresivos con el enemigo: los enemigos ya no son personas como ellos sino una cosa, una amenaza sin humanidad.

Uno de los experimentos más famosos que sugieren hasta qué punto todos nosotros podemos cosificar a una persona o a un grupo de personas es el llamado Experimento de la cárcel de Stanford. Fue llevado a cabo en 1971 por un equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo, y en él se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia.
Otro similar fue el experimento de la Tercera Ola, donde el profesor de historia Ron Jones realizó un estudio sobre la Alemania nazi con alumnos de secundaria para demostrar que incluso las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de ideologias autoritarias y dictatoriales.
Otro parecido es el experimento de Milgram. Fue llevado a cabo en 1963 por Stanley Milgram, tres meses después de que Adolf Eichmann fuera juzgado y sentenciado a muerte en Jerusalén por crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi en Alemania. Milgram ideó estos experimentos para responder a la pregunta: ¿Podría ser que Eichmann y su millón de cómplices en el Holocausto sólo estuvieran siguiendo órdenes? ¿Podríamos llamarlos a todos cómplices?
Para el doctor Robert Hare los criterios que definen a la personalidad psicopática pueden evaluarse mediante una lista de 20 características denominadas Psychopathy Checklist (PCL), entre las que destacan: Autoestima exagerada, constante necesidad de obtener estímulos y tendencia al aburrimiento, tendencia a mentir de forma patológica, comportamiento malicioso y manipulador, afectividad frívola, con una respuesta emocional superficial y falta de empatía, crueldad e insensibilidad.


FUENTES: http://www.somospsico.com/
http://www.xatakaciencia.com/psicologia/como-funciona-la-mente-de-un-psicopata-como-breivik-el-autor-del-ataque-terrorista-en-noruega

IMAGENES: Google

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