SALMO 142
Oración que hizo David cuando estaba en la cueva de Adulam.
1
Con mi voz clamo a Jehová;
con mi voz pido a Jehová misericordia.
2
Delante de él derramo mi queja;
delante de él manifiesto mi angustia.
3
Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí,
tú conociste mi senda.
En el camino en que andaba,
me escondieron una trampa.
4
Mira a mano derecha y ve, pues no hay quien me reconozca;
no tengo refugio; no hay quien cuide de mi vida.
5
Clamé a ti, oh Jehová;
dije: Tú eres mi refugio,
mi porción en la tierra de los vivientes.
6
Atiende a mi clamor, porque estoy muy abatido;
líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
7
Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
me rodearán los justos,
porque tú me serás propicio (me harás bien).
cueva de Adulam
Es necesario comenzar con esta narrativa en el 1 libro de Samuel 22:1. Allí encontramos a David en el momento más oscuro de su vida y en su peregrinar por el camino al reinado. Es el momento en que se encuentra solo en la cueva de Adulam. Así que mi mensaje en esta oportunidad es sólo para aquellos que habitan en este momento su cueva de Adulam. La forma en que extraeremos los principios es través de tres grandes enunciados:
¿Cuàles son los problemas que nos llevan a la cueva de Adulam?
¿Cómo enfrentamos la cueva de Adulam?
Y finalmente ¿Qué aprendemos en la cueva de Adulam?
Para leer este interesante artículo completo:
Paz y Bien
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Namasté