Científicos confirmaron que “del amor al odio hay sólo un paso”. Existen zonas del cerebro como la ínsula que se activan de igual forma, si la persona experimenta sentimientos de amor o de odio. Incluso, estas funciones cerebrales están relacionadas con aquellas áreas donde se producen los juicios sociales, morales y del razonamiento.
A través de pruebas de neuroimagen del cerebro se evidenció que la mente humana no se limita exclusivamente a procesos cognitivos. Cuando una persona siente “perder la cabeza por alguien”, no es otra cosa que una reacción bioquímica que se produce en la corteza cerebral, pasa por las hormonas y llega al sistema, endocrino originando respuestas fisiológicas intensas.
El responsable de esta descarga de emociones es un compuesto orgánico, la fenitelamina, familia de las anfetaminas. Los científicos señalan que cuando el cerebro se llena de esta sustancia, éste segrega a su vez dopamina, norepinefrina y oxitocina. Esta última conocida como la hormona del amor.
Los científicos agregaron que al igual que estos procesos desencadenan lo que conocemos como amor, puede revertirse provocando emociones contrarias.
Redacción A Tu Salud Web
Fuente: http://www.atusaludenlinea.com/Salud/
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