VIVIR…ES UN VERBO

                         
               Y un verbo significa acción.

Ya Oscar Wilde (1854-1900)  decía:
‘Lo menos frecuente en este mundo es vivir.  La mayoría de la gente existe, eso es todo’. 
Y en otro sitio dijo: 
‘A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto nuestra vida se concentra en un solo instante’

Y escribió Gregorio Marañón (1887-1960):
Vivir no es solo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir,
y no dormir sin soñar.
Descansar es empezar a morir.

Oscar Wilde, hace mas de 100 años, ya sentía que lo menos frecuente en este mundo es vivir; y eso en una época, cuando la vida era mucho mas apacible que ahora, cuando había tiempo para cultivar la parte espiritual. 
En la época actual, la posibilidad de VIVIR ha quedado disminuida a su mínima expresión.
La razón … encadenado tiene al corazón.  No hay tiempo para vivir, no hay tiempo para amar.

***************
Esta es una conversación, entre personas con inquietudes, en relación al concepto VIVIR.
En efecto, existen a este respecto dudas y contradicciones. 
Se tiene la impresión, de que en los tiempos actuales, una mayoría grande de las personas no viven, sino que son empujados en una dirección u otra, de acuerdo a las "mareas, tempestades y huracanes" de los tiempos actuales.
 Siempre a la carrera, no hay tiempo para VIVIR.   Y ello en parte es la consecuencia, de unos medios de comunicación,  capaces de transmitir en tiempo real, cualquier cosa que suceda en alguna parte del mundo.
 Así nos obligan a compartir, acontecimientos y vidas, que no contribuyen a que vivamos nuestra propia vida.  Vivimos la de todo el mundo. Pero en parte también, por las” aberraciones” que han traído los enormes cambios, frutos del poder creciente, que el hombre ha adquirido, a través de la ciencia y la tecnología.



En esta conversación, van a intervenir las siguientes personas: MARCELO, médico internista, con amplios conocimientos en psiquiatría y en el tantra hindú, JOSEFINA una psicóloga de edad madura, madre de tres adolescentes, que además de ejercer su profesión, tiene que ocuparse de todo lo relativo al hogar.
JOSÉ PEDRO, sociólogo, con un ejercicio profesional destacado, a lo largo de los años, tanto en el campo privado,  como en el campo universitario. 
Y el que estas líneas escribe (el Ilustre Dr. Miguel Alejandro Römer R.), que solo jugó el papel de observador y colaborador.
 Su nombre no interesa (acotación del mismo Dr. Römer).

VIVIR…ES UN VERBO

Y un verbo significa acción

Para tratar ese tema invitamos a SÓCRATES, quien como en una ocasión anterior nos acompañó, en relación a otros aspectos de la misma trama.
Recordemos, que desde su residencia en el mas allá,

ocasionalmente se le concede permiso,

para ayudar con su sabiduría a los humanos,

cuando estos esa ayuda solicitan. 

Cuando Marcelo le hizo la invitación, él le expresó, que consideraba importante, que esta reunión tuviese lugar, en un sitio alejado del bullicio mundano, en medio de una naturaleza virgen, la madre de la sabiduría, según él.
Marcelo recordó entonces, que en las falda del Ávila, al final de un sendero muy angosto, y accidentado, con pedazos de troncos, piedras y desniveles pronunciados, se llegaba a una zona boscosa, que bordeaba a una pequeña quebrada de aguas cristalinas, que se deslizaban desde lo alto de la montaña.
Y de mutuo acuerdo se acepto, que este podía ser el lugar ideal, por su fácil acceso.
Y se acordó llevar unos sándwiches y un termo con café.
Se omitieron los refrescos, partiendo del punto de vista, que el agua pura y fresca, proveniente de la montaña, nos acercaba mas a la madre naturaleza.

Era un sitio romántico, si se quiere, con florcitas aquí y allá, visitadas por vistosas mariposas, y donde el trinar ocasional de los pájaros, unido al murmullo de las aguas, le daban música al ambiente.

A pesar de su edad. Sócrates permanece ágil y robusto, lo cual le permitió llegar hasta el sitio, sin problema alguno.
Allí sobre piedras nos sentamos, encima de cojines, que a esos fines llevamos.
 MARCELO.  En nombre de mis compañeros y en el mío, queremos Sócrates, darte las gracias por el honor que nos has dispensado, aceptando esta invitación.
A manera de introducción quiero expresar nuestra inquietud, por la vida que en estos tiempos se lleva, sobre todo en el mundo occidental, gracias al descomunal desarrollo de la ciencia, de la tecnología y de la economía.
Se carece de tiempo para atender nuestra parte espiritual, una parte que considero de fundamental importancia para el hombre.
 Por favor Sócrates, la palabra es tuya.
 SOCRATES.  Gracias, Marcelo; gracias por esta invitación, que he atendido con sumo placer.
Para comenzar les diré, que vamos a ponernos de acuerdo sobre conceptos fundamentales, que es bueno tenerlos claros.
 En el hombre existe el cuerpo, formado por materia, existe la vida, ese ente misterioso, ese soplo divino, el alma, que a esa materia la convierte en un ser viviente.
Hasta aquí no hay diferencia entre los seres humano y los animales, y hasta con los vegetales.
Pero es una tercera dimensión, el espíritu, esa dimensión inmortal,
la  que distingue a los seres humanos, y los eleva a dimensiones infinitas.
Pero antes de seguir, me parece interesante oír que nos dice Josefina.

JOSEFINA  Gracias Sócrates, por cederme la palabra.
Generalmente se habla, refiriéndonos a los seres humanos, de cuerpo y alma, de solo dos dimensiones, y Ud. Sócrates habla de tres, pero me parece lógico su razonamiento.
Nosotros los psiquiatras, nos ocupamos de la mente humana - no tanto del espíritu-  tratando de entender su funcionamiento, especialmente en relación a las enfermedades que puedan afectarla, desviándola mas allá de los rangos, que consideramos como normales.
Y catalogamos la normalidad, de acuerdo a lo observado en la mayoría, de los que vemos a nuestro alrededor.
Nosotros nos ocupamos específicamente de la mente.
Pero me parece que Marcelo, con su experiencia de largos anos,
nos podría ampliar el tema. .

MARCELO. En este sentido nos puede ayudar el tantra, esa ciencia que se ocupa del ser humano como tal, del ser humano sano, procurando a través de sus enseñanzas y  de sus ciento doce
métodos, de ayudarlo a que  pueda ir trascendiendo; subiendo escalones, en sentido figurado,  hasta llegar a la altura máxima, que cada quien pueda alcanzar.
Para esa ciencia, la mente no es lo fundamental.
Lo fundamental  es vivir, vivir a fondo cada minutos, cada segundo,
y para lograrlo, es necesario que la mente esté ausente, para que no interfiera con esa vivencia.
Normalmente, ella interfiere constantemente en lo que estemos haciendo.  Mas adelante, profundizaremos sobre estos conceptos.
Pero vamos a pasarle la palabra a José Pedro, para que nos diga, que opina sobre lo que aquí se ha expuesto, en relación a la estructura de la sociedad moderna

JOSÉ PEDRO. La sociedad moderna está estructurada, de acuerdo a los intereses de una minoría …  de lo que mas le conviene a esa minoría.  Y esa minoría, es la que califica lo que es bueno y lo que es malo.
Y de acuerdo a su conveniencia, esa clasificación la cambian.
En las sociedades primitivas, esas reglas no son capricho de una minoría, son reglas básicas, imprescindibles, para que la sociedad pueda vivir en armonía; son reglas aceptadas por todos.

Tuve ocasión de visitar, a orillas del Río Manapiare, a una tribu de indios Guahibos,  unas 60 a 70 personas, que no hablaban español.
Y el Jefe de ellos era un joven, que por su actitud paternal y don de mando, era, sin lugar a dudas, el que podía garantizar la armonía de esa comunidad.
Era "naturalmente" el jefe, y así era reconocido por todos, inclusive por los hombres con mayor edad que él.
Si alguno del grupo le roba la mujer a otro,  y con esto crea una situación de conflicto, se rompe el ambiente de armónica convivencia, y sin el,  en medio de una selva hostil, es imposible subsistir.
En consecuencia, si esto sucede, el grupo expulsa de su seno, a quien provocó esta situación. Y debe irse lejos, porque si lo encuentran en las cercanías, un flechazo le disparan,  a matar.
Es una sentencia de muerte: solo no podrá vivir, y otras tribus no acogen, a quien haya sido expulsado.
Esto es sano, es lo natural, pero no es lo que vemos en la sociedad moderna;
no son los mas capaces los que tienen el mando, y a los demás los subordinan, a sus intereses particulares.
Yo creo, que después de todo lo que hemos hablado, debemos volver a oír a Sócrates.
Pero antes hay algo muy interesante, que quisiera mencionar.  Para vivir, para cultivar y desarrollar la parte espiritual del hombre, no se necesita dinero, lo que se necesita es tomar conciencia de la propia existencia y tiempo para ello.
 SOCRATES. Ciertamente, el mundo actual no se parece en nada al mundo en el que me toco vivir.
El materialismo de hoy en día, prácticamente no existía.
El hombre no tenía las ‘necesidades’, que la tecnología y la ciencia le imponen día a día..
Y se vivía al día, sin mayores pretensiones, dándosele mucha importancia a nuestra parte espiritual.
Existen hoy en día muchos motivos, para que la persona se sienta infeliz, por ejemplo, cuando sus condiciones y status económico no le permiten “convertirse en esclavo”  adquiriendo lo que le venden para ser feliz.

Si, hoy en día la felicidad tiene precio, mejor dicho la "pseudofelicidad".

En tiempos pasados, la felicidad, había que buscarla dentro de uno mismo; no había otra alternativa, entendiendo por felicidad una armonía, tanto dentro de si mismo, como también, en la relación con el mundo exterior, una sensación intima de sosiego, de paz.

Hoy en día los comerciantes e industriales, para su propio beneficio, hipnotizan, lavan cerebros, para que compren lo que producen.
Pero creo que Josefina nos puede dar, algunas luces adicionales.
 JOSEFINA. Si, por supuesto, nosotros, los que nos dedicamos a la psicología, estamos conscientes de esta situación.
Una situación que ha traído como consecuencia, la existencia de un enorme numero de personas que se sienten frustradas, se deprimen y se convierten en consumidores, en gran escala, de antidepresivos y tranquilizantes.
Es enorme el consumo de estas sustancias, y es enorme también, el consumo de drogas,  para contrarrestar el malestar interior.
Es enorme también, el número de personas que concurren a los consultorios médicos, con trastornos funcionales, originados en la falta de armonía emocional.
También, como consecuencia de estos desequilibrios, es la creciente incidencia de suicidios en adolescentes y jóvenes.
Pero yo creo que José Pedro, nos puede aportar algo mas en este sentido.
 JOSÉ PEDRO. Yo no puedo sino estar de acuerdo, con todo lo que se ha expresado.
Realmente, en la sociedad actual, especialmente en la del mundo occidental,  son los valores materiales, los que privan en la gran mayoría de quienes la integran.
Todo gira alrededor de lo material, alrededor del dios dinero.
Y ciertamente, la parte espiritual del hombre ha sido sacrificada, a expensas de los atrayentes desarrollos logrados en el campo de la ciencia y la tecnología.
Pero yo creo, que Marcelo, tendría muchas cosas que decirnos en ese sentido.
 MARCELO. Me parece que antes de seguir adelante, es importante ponernos de acuerdo en lo que entendemos por vivir.
Vivir es un verbo, y un verbo significa acción, y los actores son, quienes estén vivos.
Una cosa es vivir, y la otra es vegetar.  Vegetar es vivir sin actuar, estar vivo sin vivir, es algo así como estar muerto en vida.
Y hay un concepto interesante,  el de sobrevivir.
Sobrevivir consiste, en realizar solo lo absolutamente necesario, para cubrir las necesidades que requiere nuestro cuerpo y las de quienes de nosotros dependan.  Pero se carece de espacio, para ocuparse de las necesidades espirituales.
A quienes vegetan y solo sobreviven, en la sociedad que acaba de describir José Pedro, se las coloca en un nivel secundario, cuando no es que se las ignora por completo.
Pero no quiero extenderme mas por ahora.  Oigamos que nos dice Sócrates.
 SOCRATES  Ustedes conocen parte de mi vida.  Me dedique al cultivo de la parte espiritual del hombre y a transmitir a los atenienses, especialmente a la juventud, lo que pensaba, sin cobrar  un centavo.
Y con ello moleste a los que con el título de "sabios", cobraban por sus enseñanzas.  Y mas de uno se molesto, cuando pude demostrarle personalmente, que no merecía ese titulo.
Ellos formaban parte de esa minoría  de la sociedad, que reglas dicta, ajustadas a su conveniencia.
Además, no escondí mi opinión, cuando expresaba que la democracia ateniense no podía funcionar, cuando con el voto de una mayoría de ignorantes,  no calificados, se designaban a personas sin preparación alguna, para  ocupar cargos importantes.

Un poder legislativo,  así escogido, me condeno a muerte, haciéndome secretamente saber, que esta sentencia podía ser revocada, si me iba al exilio, pagando previamente una suma alta de dinero.
Eso ocurrió hace mas de dos mil años; pero es exactamente igual, a lo que ustedes están viviendo en este  momento.
Es que el hombre, desde que es hombre -homo sapiens sapiens-  en su esencia, ha sido siempre el mismo.
Hay unos poemas de amor, escritos por los egipcios, unos cuantos miles de años antes de nuestra Era, que tienen plena validez hoy en día.
Y como bien dijo Marcelo,  en algo que escribió hace tiempo,
de homo sapiens sapiens, hemos pasado a ser homo sapiens insensatus. Esto viene a colación, porque no hace ni tanto, unos escasos doscientos anos, el hombre tenía tiempo para vivir; hoy en día se acerca mas y mas, a lo expresado por Marcelo como sobrevivir.
Pero no quiero alargar mi intervención.  Oigamos que nos dice Marcelo.MARCELO.  De acuerdo al Budismo ZEN, una mezcla entre el budismo hindú y el taoísmo chino,  VIVIR es tener conciencia del momento, profunda conciencia del mismo.
Es lo que hacen los animales normalmente: ellos viven realmente, carecen de una mente,  que interfiera esa vivencia;
para ellos no existe el pasado ni el futuro.
Lo vemos también en el hombre primitivo, esos indígenas, que nos describió José Pedro; para subsistir en ese medio selvático hostil, tienen que estar siempre, completamente alertas, conscientes del momento.
Legendario es el conocimiento que de la naturaleza poseen; por ejemplo, saben distinguir una huella, en medio de la hojarasca, determinar a cual animal pertenece y el tiempo aproximado transcurrido desde cuando fue marcada, y  hasta la corpulencia aproximada del animal.
Su oído capta sonidos, que el hombre civilizado ni remotamente logra captar.
Y esto tiene su razón de ser: solo el presente, este espacio virtual entre el pasado y el futuro nos pertenece, solo el presente es eterno.
El pasado está fuera de nuestro alcance, no lo podemos cambiar, y el futuro no lo podemos conocer, solo podemos tratar de construirlo.
Observemos como corre el agua de esta bella quebrada, trae hojas, a veces flores.
Si quisiéramos beber de sus aguas, solo podremos tomar, de las que en este momento están pasando frente  a nosotros.
Las que ya pasaron se fueron, pero también las que van a venir, se encuentran fuera de nuestro alcance.
Si una bella flor viniese flotando en ellas, solo podemos tomarla en esa fracción de segundo, cuando pasa a nuestro alcance.  ¿Qué tal Josefina?
 JOSEFINA. Gracias Marcelo.  Nosotros los psiquiatras, tenemos conciencia plena de lo que acabas de decir, aunque quizás no lo expresemos,  con el énfasis con el cual tu lo has hecho.
Si alguien llegara a vivir el presente con tal intensidad, que la mente no tenga posibilidad de interferir, debería experimentar una profunda paz interior.
Indudablemente, este aspecto es muy interesante; pero oigamos que nos dice el sociólogo.

JOSÉ PEDRO. La sociedad moderna no comulga con estas ideas, está estructurada fundamentalmente, para realizar cambios en el curso de este río;  y para ello no escatima esfuerzo alguno.
Utiliza todo su poderío a los fines de lograrlo.  Esta empeñada en enmendarle la plana a Dios, y le esta sucediendo lo que al aprendiz de brujo: Esta desatando un caos mundial, cada vez mas incontrolable, que cada vez se le sale mas de las manos.
Si están de acuerdo, le cedería la palabra a Sócrates, para que nos complemente, lo que hasta este momento hemos tratado.SOCRATES.  Estoy perfectamente de acuerdo con lo expresado por Marcelo, en relación a la importancia de vivir intensamente el momento, sin intervención de la mente.
Para el hombre primitivo de épocas pasadas, era cuestión  de vida o muerte, tomar conciencia del momento que estaban viviendo,  y todavía lo es, para quienes en condiciones primitivas todavía existen. Ya lo habíamos dicho anteriormente.
Rodeado de peligros, en un ambiente hostil, su vida depende de estar conciente, permanentemente alerta.
Y de acuerdo a la selección natural, quien no logre esta condición, no tendrá una vida larga.  Bien dice el dicho popular: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.
La civilización actual se ha desarrollado, en base a la intervención de la mente,
y no es de extrañar, que esta se haya hipertrofiado, tomando el mando en nuestro diario devenir,
Lógicamente,  a expensas de la conciencia.
De la vivencia real del hombre primitivo, sin pasado ni futuro, hemos pasado a un mundo virtual creado por la mente, a un mundo de sueños.
No es que antes no fuese así, es que hoy en día, estos sueños se han  multiplicado exponencialmente.
Ahora quiero referirme a lo expresado por Marcelo, cuando se habló del  correr de las aguas de la quebrada, para dar a entender que solo el presente, nos pertenece.  Y partiendo de allí,  quiero expresar otro concepto.
Si de las angustias queremos librarnos, fundamentalmente deberíamos vivir a fondo la realidad,  entregarnos,
y por las aguas del río de la vida dejarnos llevar, sin ofrecer resistencia, aprovechando las oportunidades,
que esas aguas aquí y allá, en abundancia,  nos han de ofrecer.
Por cierto Marcelo, tu escribiste una vez un poema al respecto.
¿Porqué no nos lo lees?
Conociéndote, mas de lo que tu crees, estoy seguro que lo has guardado en secreto,
Estoy seguro, de que Josefina ni José Pedro lo conocen. MARCELO.  Realmente Sócrates, me has sorprendido con lo que has dicho de mi.
Es cierto, si lo escribí.
Permítanme buscarlo en la computadora portátil, ya que has opinado Sócrates, que vale la pena leerlo.

“QUE BELLA ES LA VIDA;
SI POR ELLA TE DEJAS LLEVAR”.

Cual corriente de cristalinas aguas, la vida se desliza.
Corre entre peñascos, bajo sombríos  bosques,
o surcando praderas, rodeada de flores.
Turbulento, furioso,  su correr,  es a veces .
Mansas y apacibles son sus aguas en otras ocasiones.
*
Ante los avatares de la vida, sola para  enfrentarlos luchar,
llevas todas las de perder: terminarás  por claudicar.
Confiada y sin dudar, “desnuda” a esa corriente lánzate.
 Déjate por ella llevar, sin intentar su rumbo cambiar.
Tranquila, sin luchar,  rendida, entregada, ¡déjate llevar!
Ella, el camino a seguir te ha de señalar.
Solo polvo de estrella eres, que nada puedes alterar.
 *
Déjate suavemente por ella llevar.
Nunca intentes ... contra la corriente nadar.
Bellas oportunidades para crecer, para desarrollar,
en ella has de encontrar,
¡Acéptalas!
 *
Las flores, alegrías y felicidad, que te pueda brindar,
¡Acéptalas!
Pero acepta también, sin protestar,
las espinas, tristezas y tragedias, que te puedan llegar.
 *
Y si hacia un peñasco te impulsa,
con una confianza sin par,
sin resistencia alguna,

por la corriente de la vida, déjate arrastrar.
Ella, con elegancia y seguridad lo sabe esquivar.
 Que si hacerlo tu lo intentas, te podrías estrellar.
 *
Si sus aguas enturbias, te vas a equivocar,
Y hasta te podrías ahogar..
*
Tus impulsos, tus sentimientos,  no los intentes reprimir,
 sigue la corriente: acéptalos …
y ocúpate, de su energía a buen puerto dirigir.
*

Reprimir tus sentimientos,

es, desdoblada en dos, a ti misma  enfrentarte,
en una lucha dolorosa,

que nunca podrás  ganar.
Y de la represión la presión,

en un estallido podría terminar.
 *
Déjate, por la corriente de la vida llevar.
Si la ignoras, o la decides enfrentar,
a la vida en un infierno, la habrás de transformar.
*
Si de la tempestad,  los rayos de lado y lado caen,
y los truenos, a la tierra bajo tus pies hacen temblar,
y si  los vientos rugen, y el barco amenaza con zozobrar,
por la corriente de la vida déjate llevar.
*
Y en ella navegando, el azul del cielo contempla,
y sus nubes, y de noche la luna y las estrellas.
Que bella es la vida, si por ella te dejas llevar.
Si con ella bailando,  su ritmo y armonía logras conquistar.

***

Les pido queridos amigos, que no me la califiquen, no es ni buena ni mala, es las dos cosas a la vez; solamente ES.
Pero le cedo la palabra a Josefina, que esta levantando la mano.

JOSEFINA.   Obedeciendo a tu solicitud, a tu poesía no la voy a calificar.
Solo puedo decir, que no fue dictada por la razón, y que la menor idea  tenía, de que escribieras poesías.
En relación al mensaje que en ella expresas,
recuerdo que Lao Tse decía, que no intentáramos cambiar las cosas; que ellas serian cambiadas.

MARCELO. Gracias, Josefina por tu intervención.
Te diré, que un poema escrito por la razón, no es poema.
Pero continuemos, ya hemos recorrido un trecho muy interesante, pero todavía hay aspectos importantes por tratar.
Conócete a ti mismo, fueron palabras, Sócrates,  que en vida pronunciaste,
y que han mantenido su vigencia, por mas de dos siglos;
pero para conocerse a si  mismo es imprescindible, amarse a si mismo.
Oigamos que nos dices al respecto.

SOCRATES. Amor es la fuerza mas grande, que en el universo existe.  Jesús dijo:  Yo soy amor, y para los hindúes, la conciencia universal también es amor.
Sí, hablo de Jesús, que vivió mucho después de mi muerte, pero desde el mas allá,
estoy al tanto, de todo lo que en esta tierra y en el universo acontece.
Cuando un científico quiere,  arrancarle secretos a la naturaleza,
necesita de esta fuerza, para dedicarse en cuerpo y espíritu a su obra, sin importarle horas ni días feriados.

Amor ... es la razón de nuestra existencia.
Sin amor, es imposible llegar al conocimiento, en profundidad.
Si te dedicas a la jardinería, y no amas a tus plantas,
nunca pasaras de ser un jardinero mediocre. .
Y si queremos VIVIR, el amor por la vida es indispensable.
Ahora bien ¿no dependerá este amor por la vida, de que realmente estemos viviendo?
Digo esto, porque solo viviendo de verdad, de la vida se puede disfrutar, y a la vida se puede amar.
De ella disfrutar, a ella amarla, no es posible, si se vive vegetando, o sobreviviendo.
Y para ello, de acuerdo a lo que expresó Marcelo hace poco,
es necesario que la mente no interfiera la realidad, creando mundos de fantasía.
 Si no nos amamos a nosotros mismo, si nos despreciamos,

 ¿cómo podremos amar a la vida?  
Seguramente, Josefina tiene algo que aportar, a este interesante aspecto.

JOSEFINA.  Estoy  cada vez mas motivada. Lo que al principio parecía sencillo, ha ido cobrando vida, como un árbol, que nace de una semilla, de insignificante apariencia, que luego echa raíces bajo la tierra, y emerge de la misma para dar flores y frutos.
Los aspectos que hemos tratado: aceptar el presente, como lo único eterno, la importancia de vivir concientemente,
la importancia de ser dueños de nuestra mente, y no a la inversa, que ella se adueñe de nosotros,
la importancia de dejarnos llevar por el destino, sin empeñarnos en luchar contra él,
la importancia de no reprimir nuestros sentimientos,
y ahora el papel del amor en nuestras vidas, son realmente temas que cargamos con nosotros, pero a nivel inconsciente,
sin manejarlos a nivel conciente, que es lo que estamos haciendo ahora.
Con el camino recorrido, ya el éxito de esta reunión esta mas que asegurado.
Claro, hablar sobre el amor, es entrar en un campo que ameritaría otra reunión.
Solo diré que hay dos amores, el universal y el terrenal, el amor de pareja.
Con el permiso de ustedes, le voy a pasar la palabra a José Pedro:
Estoy curiosa de oír sus comentarios.

JOSÉ PEDRO.  Yo diría, que en la sociedad moderna, esencialmente en la del mundo industrializado, los aspectos tratados, no son tomados muy en cuenta.
Esta estructurada para cambiar, o por lo menos tratar de cambiar todo lo existente, esencialmente para obtener poder, fama o cosas materiales.
Y para lograrlo, hasta a la madre tierra están agrediendo, poco a poco afectando su habitabilidad.
En una conversación anterior con Marcelo, el me decía que el tantra se ocupa del SER, del ser humano en profundidad, en tanto que la sociedad occidental se ocupa del HACER.
Y ese hacer se realiza, tal como fue expresado al principio, a expensas del desarrollo y fortalecimiento de su parte espiritual.
El corazón ha sido arrinconado por la razón.
Son  descuidos, por los cuales un precio muy alto, habrá que pagar.
Me parece que ahora le tocaría intervenir a Marcelo, que seguramente va a tener algo que agregar a lo que hemos tratado.
 MARCELO.  Sí, ciertamente.  Ahora quiero tocar el punto relativo a la muerte, porque sin aceptarla como amiga,
no es posible vivir de verdad.

¡Como se te ocurre, Marcelo! ¿Estás acaso loco? Irrumpió Josefina.

Calma, cálmate Josefina –continuó Marcelo-.
Desde el mismo momento en que nacemos, la muerte nos acompaña. ¿Es cierto, o no?
Y es que la vida y la muerte son una misma cosa; no existe dualidad, son una unidad.
La una sin la otra no puede existir.
Si la aceptamos como amiga y esa amistad cultivamos, ella nos ha de recordar,
que aprovechemos y agradezcamos el presente, por que el futuro no nos pertenece.
Ni siquiera sabemos,  si  mañana,  del amanecer podremos disfrutar.
Pero vamos a ver, que nos dice Sócrates al respecto.
 SOCRATES.  Ciertamente,  a la muerte es necesario aceptarla, como una transición.
 En mi época no se la satanizaba, representándola como un horrible esqueleto,
 con una guadaña para cortar cabezas.
Yo nunca le tuve miedo, estaba absolutamente convencido de mi inmortalidad, y así  no tuve mayor interés, en evitar la sentencia de muerte, a la cual fui injustamente condenado.
Pero se, que Marcelo escribió algo al respecto,  en un extenso poema.
¿Porqué no nos lo lees?
 MARCELO. Es algo extraordinario, Sócrates, desde el mas allá, como que sabes todo de nosotros.
Es como para tenerte miedo.  Pero claro, no me queda mas remedio que complacerte.
Lo que les voy a leer, son solo cuatro estrofas del poema titulado

VIVIR, MI MENSAJE DE DESPEDIDA.

Al nacer, una cosa asegurada tenemos: la muerte.
Por ella, no te habrás de preocupar.
Nunca sabrás,  como, cuando ni donde,
de su mano, amorosa, a ese reino eterno, te ha de llevar
de donde a unas vacaciones,
a este mundo con ella te enviaron, a crecer, a sufrir y a disfrutar.
*
No trates de negarla, no le voltees las espaldas.
Acéptala, como una bella compañera, que siempre a tu lado estará.
Siempre joven, siempre amable y discreta.
Acéptala, porque aunque una paradoja parezca,
es solo ella, la que a “vivir”  la vida, te puede enseñar.
 *
Ella te recordara, que solo el presente existe,
y que si quieres vivir, de verdad,
 cada hora, cada minuto, cada segundo,
¡vívelo hasta la saciedad!
 *
Si persuadidos de nuestra inmortalidad, a la muerte no tememos,
¿a quien o a que, le habremos de temer?  *

JOSEFINA. Realmente, he quedado convencida, de  lo que de primera intención, me pareció una locura.
De ahora en adelante,  mi manera de pensar, en lo profundo,  se va a transformar.
Nuestra vida terrenal, de acuerdo a como lo siento, es como un arco, como un puente que de la eternidad emerge cuando nacemos, y a la tierra llegamos,
para luego descender y a la eternidad volver, cuando de este mundo nos hayamos de despedir.
¿Y que tal si nos imaginamos, que solo el amor, a ese  arco, a ese puente, colorido, belleza y solidez le puede dar?.   
 JOSÉ PEDRO. Ni la menor idea tenia, Josefina de que tuvieras una vena poética.
Como que es cierto el refrán que dice “que de medico, poeta y loco, todos tenemos un poco”.
Pero creo, que hemos llegado, o estamos cerca de cerrar la reunión.  Oigamos que nos dice Marcelo.   
 MARCELO. Bien, ha sido una sesión larga, llevamos casi dos horas, en medio de este bucólico ambiente, en grata compañía.
Ha sido un momento especial, algo excepcional.
Como conclusión diría, que no es fácil vivir intensamente y disfrutar de la vida, en vez de convertirla en un infierno.
Los parámetros al respecto son simples, pero no son los que nos inculcan, ni son los que predominan a nuestro alrededor.
Ahora pidámosle a Sócrates, que nos haga un breve resumen, de lo aquí comentado.

SOCRATES. Antes que nada, les quiero agradecer de nuevo la invitación;  ha sido muy grato,  compartir con ustedes este rato.
Para comenzar este resumen quiero referirme a la mente.  A  esa parte de nosotros que da origen al  ego, con  sus miedos y sus máscaras,  bloqueando el camino a nuestro núcleo, a nuestra parte inmortal.
Su intervención –la de la mente-  es el origen  de nuestras preocupaciones, origen de nuestra infelicidad.
Hay quienes piensan, que darnos el conocimiento, dotarnos de la mente, fue el castigo, que Dios le impuso al hombre.
Sin ese conocimiento, seríamos tan felices como infelices –los opuestos se neutralizan- como los animales.
Aprender a  apartar la mente, para lograr vivir de verdad cada momento, es el primer paso.
Para este entrenamiento, la meditación oriental es muy importante.
Al tomar conciencia de nuestra inmortalidad, el miedo a la muerte y todos los demás miedos, desparecen.
Como bien dijo Marcelo al principio, vivir es un verbo; por lo tanto, si queremos vivir, tenemos que actuar, poner de nuestra parte, y para ello se requieren desarrollar cuatro aspectos  importantes: humildad, alegría, dejar de lado al ego, y amar.
¿No es acaso el amor nuestra parte inmortal?
¿No somos acaso hijos del amor universal?
 Por ultimo les diré, que si les pedí, que hiciéramos esta reunión en contacto íntimo con la naturaleza, fue porque ella es la madre de la sabiduría.  Somos parte de ella, le pertenecemos a ella; no somos sus dueños.  Y cuanto mas nos alejemos de ella, tanto mayor será nuestro desconcierto, nuestra angustia, nuestra infelicidad. 
 
MARCELO. Sócrates, de nuevo nuestro mas profundo agradecimiento, por compartir con nosotros tu sabiduría.
Al descubierto ha quedado, cuan poco conocemos del ser humano,
hasta el punto, de que probablemente lleguemos al final de nuestras vidas, sin siquiera saber quienes  somos.
¿De acuerdo Josefina?
JOSEFINA. Totalmente. Me siento realmente muy bien. Raras veces se aprovecha el tiempo en aspectos fundamentales de la vida humana, como lo hemos hecho esta tarde.
Oigamos ahora, las palabras de despedida de José Pedro.

JOSE PEDRO.   En realidad poco tengo que agregar, solo expresar mi deseo, de que reuniones como esta se repitan.  Uno sale de ellas con el corazón liviano.  

MARCELO.  Dinos Sócrates, si puedes regresar al mas allá, desde aquí mismo, o si debemos regresar al sitio donde nos encontramos.
 SOCRATES.  Puedo hacerlo desde aquí, gracias. Les diré, que para tratar temas como este, siempre me darán permiso, para visitar este bello planeta. Cuídenlo.
Los abrazo a todos, deseándoles salud y felicidad, una felicidad de verdad.

Miguel A. Römer R.

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FUENTE: Dr. Miguel A. Römer R.

Medicina Para El Espíritu

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FW. 190