Es sabido que una de las etapas más enigmáticas del sueño es el llamado sueño REM (de movimientos oculares rápidos, por sus siglas en inglés) en el que el soñante presenta una actividad cerebral similar a la de la vida de vigilia y, además, en el que se presentan los llamados sueños vívidos, los que tendemos a considerar reales o como si de verdad hubieran sucedido.
Y si bien hay numerosas investigaciones al respecto, una de las más recientes afirma que el sueño REM también opera en nosotros una trasmutación espiritual que, despiertos, quizá solo podríamos alcanzar con horas y horas de terapia o por otros medios menos convencionales.