Las empresas se enfrentan a un problema que a veces se presenta de manera silenciosa: la depresión laboral. Estas personas tienden a disminuir su rendimiento si no se les atiende a tiempo.
Alrededor del 5 por ciento de los profesionales padecen esta enfermedad
Seguramente te ha pasado, te levantas un día normal, te preparas para ir a trabajar y sólo el hecho de recordar todos los pendientes que arrastras más la carga diaria de trabajo o simplemente sigues pensando que la empresa no te ha dado la oportunidad para obtener el lugar que mereces, te pone cabizbajo y es motivo para que te sientas mal el resto del día...
Éste y otros síntomas son el claro ejemplo de que estás padeciendodepresión laboral y no muchas personas suelen reponerse tan fácilmente de esta situación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 5 por ciento de los profesionales padecen esta enfermedad y de este dato, 70 por ciento no sabe que son víctimas de él.
Además, se calcula que la depresión laboral es la cuarta causa de discapacidad y ausentismo en el mundo y si no se actúa pronto, se situará en la segunda posición en el 2020. Actualmente afecta a 121 millones de trabajadores alrededor del planeta.
Síntomas que indican que ya caíste
Esta situación la puede estar padeciendo cualquier persona dentro de una empresa y en todas las áreas que la componen. Siempre decimos que tal departamento suele tener un mejor ambiente por “n” razón, pero lo cierto es que no todo el mundo se salva de la depresión laboral. Diversos estudios han estimado que entre el 15 por ciento y el 30 por ciento de los trabajadores experimentará algún tipo de problema de salud mental durante su vida laboral.
Pero, ¿cómo detectar que una persona está cayendo en depresión? Se puede decir que el mismo contacto diario entre los compañeros de trabajo sería suficiente para que los trabajadores se den cuenta que alguien tiene depresión, pero algunos suelen esconder muy bien sus sentimientos porque tienen miedo de que esta situación provoque su despido o exclusión.
Los principales síntomas de depresión son los siguientes: la presencia de tristeza que no cambia según las circunstancias; el llanto sin razón aparente; la presencia de ansiedad, preocupación, irritabilidad o tensión; una pérdida de apetito con pérdida de peso; el cansancio y la pérdida de motivación; la pérdida de interés en las actividades normales de la vida diaria; la incapacidad para concentrarse y los olvidos frecuentes; la presencia de pensamientos de autodesprecio y desesperanza.
A las personas que padecen depresión laboral se les puede identificar fácilmente cuando presentan efectos como una lentitud y errores frecuentes en el trabajo, evidencien dificultades en la concentración con olvidos frecuentes, tengan un inadecuado incumplimiento del trabajo, muestren una mayor frecuencia de ausencias injustificadas o de abandono del puesto de trabajo por enfermedad y tengan discusiones y enfrentamientos con los compañeros de trabajo.
¿Qué provoca la depresión laboral?
- Condiciones laborales inadecuadas
- Espacio físico reducido
- Un ambiente congestionado
- Oficinas calurosas y mal ventiladas
- Pocas oportunidades para opinar y utilizar sus conocimientos, habilidades o destrezas.
- Trabajos repetitivos y rutinarios.
- Incertidumbre sobre la situación laboral o cambios en el futuro.
- Jefes difíciles que intimidan o critican continuamente a sus empleados.
¿Qué hacer contra la depresión laboral?
Los expertos han reunido una serie de acciones a emprender para tratar la depresión laboral:
- Aprender a decir “no” a ciertas demandas laborales que consideres no son tu responsabilidad directa.
- Planifica tu tiempo libre, realiza actividades placenteras.
- Analiza cuáles son los principales problemas a tratar y qué alternativas tienes para darles solución.
- Realiza actividades gratificantes que te ayuden a sobrellevar la carga laboral.
- Alimenta tu autoestima y enfrenta las situaciones que tanto te afligen.
- Haz un replanteamiento de tu vida laboral, cuáles son tus objetivos y prioridades y en cuánto tiempo esperas alcanzarlos. Evalúa si tu trabajo te los brindará o necesitas cambiar de ramo.
- Plantéate cómo conseguirás lo que deseas, para fijarte metas que sean medibles y alcanzables.
- Organiza tu plan de trabajo diario, para saber cómo aprovechar el tiempo, no lo desperdicies quejándote, mejor estudia algo en los tiempos muertos.
- Una buena forma de reducir el estrés es alejarte de la tensión, en los días no laborables olvídate del trabajo y descansa.
Cabe recordar que estos son algunos consejos prácticos para resolver este problema, pero si sientes que necesitas más ayuda no dudes en consultar a los médicos o expertos en el tema.
25-Jun-2013
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