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domingo, 17 de diciembre de 2017

Tragedia del estado Vargas - 18 años después... debemos cerrar el ciclo

SER+POSITIVO

Hace 18 años, entre el 15 y el 17 de Diciembre de 1.999 se produjo en Venezuela un evento climatológico de gran magnitud, unas fuertes lluvias o vaguada durante más de una semana de manera ininterrumpida, en la zona costera del centro norte de Venezuela que desencadenó con un desastre natural, que conocemos como la tragedia de Vargas, el deslave de parte de la cordillera de la costa hacia el estado Vargas y en menor proporción hacia algunas partes del distrito Capital (Caracas).

VISTA AÉREA DE LA CORDILLERA DE LA COSTA


IMAGEN ZENITAL DE VARGAS - 1.999

Esta enorme tragedia dejo incuantificables perdidas humanas y materiales, y practicamente arrasó con el estado Vargas, principalmente hacia la zona Este del Litoral: La Guaira, Pariata, Macuto, Los Corales, Caribe, Caraballeda, Tanaguarena, Naiguata, (Carmen de Uria quedó destruída por completo) Anare, Punta Care y demás poblaciones aledañas, dejando a los sobrevivientes incomunicados con la zona central menos afectada del estado como Catia La Mar y Maiquetía y por ende con la Capital Caracas.




Fueron días trágicos y difíciles de recordar para quienes vivimos ese evento de manera cercana y no pretendo hacer un recuento detallado de lo que ya muchos saben y han leído en diversas publicaciones para recordar la fatídica fecha.


Para mi esta fecha tiene una connotación especialmente nefasta pues para esos días me tocó enfrentar lo que sería una "sentencia de muerte anunciada" debido a un adverso diagnóstico de salud en mi persona, al que aún por designio del Creador, todavía sobrevivo. A eso debo agregarle mi movilización a la ciudad de Caracas con un destino incierto y un panorama nada alentador...

Hoy en día, 18 años después miro en retrospectiva y no puedo menos que ser agradecido con Dios y con la Vida por haberme permitido transitar todo este "caminito", dónde si bien es cierto tuve momentos difíciles y muy duros, también he tenido momentos muy felices y dichosos de muy grata recordación; en fin esa es la vida, una sumatoria de vivencias de todo tipo y de todos los colores, dónde lo importante es apreciar y disfrutar del "recorrido" con agradecimiento, aprender y crecer como personas y tener siempre presente que no se trata de "llegar a un destino" si no más bien de regocijarnos durante el recorrido de nuestro corto trayecto en este plano terrenal.


Con la tragedia de Vargas de 1.999 pareciera haberse abierto un Ciclo de Tragedia, Dolor y Luto para nuestro querido país, el cuál no hemos logrado "Sanar" ni cerrar y lejos de eso ha ido "in crescendo" al pasar los años, llegando al actual estado calamitoso, caótico, ruinoso y desastroso en que se encuentra actualmente el país. Lo decía claramente el Dr. Roberto De Vries (QEPD), "seguimos sufriendo las consecuencias psicoemocionales de aquellos trágicos sucesos, arrastrando el dolor con nosotros, insensibilizándonos y agrandando el espacio de la Indolencia". 



Culpables de tal situación hay muchos y toca a cada uno de nosotros identificarlos; pero en el punto que nos encontramos lo necesario y obligatorio es analizar y discernir como y quién nos podrá sacar de la actual situación en que nos encontramos sumidos los venezolanos. Creo que es una tarea titánica de Todos y Cada Uno de Nosotros, con un liderazgo apropiado y unas directrices cónsonas con las necesidades reales de la mayoría de los venezolanos y con el interés nacional por volver a tener un país articulado, productivo, pujante, con un desarrollo sostenido basado en el trabajo de TODOS y no en el ROBO, en el "pillaje" y "malandraje" de un grupito de malvivientes en nombre de una pseudo Robolución... que no es revolución ni es NADA... y mucho menos en dádivas o en dogmas obsoletos, anacrónicos y extemporáneos que tanto daño nos han causado en los últimos tiempos.


Confieso que no soy un experto en la materia y solo escribo lo que pienso y lo que me dicta la razón y el corazón. 

En lo personal, yo decidí "sanar" mis heridas y cerrar el ciclo para seguir adelante con Agradecimiento y Aceptación, ahora trato de vivir mi vida con otra visión, Víctor Federico ya no será el mismo, será mucho mejor persona.

Ahora toca al colectivo, al país en general, cerrar ese ciclo de dolor y luto, de Sanar, de Aceptar nuestra realidad para tomar los correctivos necesarios y salir adelante, fortalecidos y mejorados. 

Deben venir tiempos mejores, pues ya nada puede ser peor que el punto dónde nos encontramos... Para eso se requiere de la participación y el entendimiento de TODOS nosotros y no solo de un sector de la población. Hay mucho trabajo por hacer y mientras más rápido comencemos será más viable y más cercano que podamos ver esa "Luz al final del Túnel".       

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Namasté