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martes, 1 de enero de 2019

Anotaciones de Víctor Federico - Solo para Locos

SER+POSITIVO
Existe una delgada línea entre la realidad y la imaginación que se fusionan, con las penurias y los desvelos propios del agotamiento mental y el evidente deterioro que poco a poco se han ido apoderando de mi mente y de mi cuerpo.

En estas líneas no pretendo narrar toda mi vida, solamente escribo para mí mismo, para drenar mis angustias y mis desvelos, para ocupar el espacio que deja la soledad y el dolor, también escribo para reconocer mis errores y así dejarlo plasmado en estas líneas. Es un pequeño recuento sobre mi persona, mi origen, mi crianza, algunos hechos relevantes y otros bochornosos.
He copiado algunas citas y párrafos completos de autores conocidos que alguna vez leí y también de maestros que conocí en mi vida y que con sus enseñanzas y aportes ayudaron a nutrir mi existencia y a comprender un poco mejor la vida y también la muerte.
Escribo sobre la vida misma, del camino que nos toca recorrer para Vivir y para Aceptar la muerte; de los giros que puede tomar nuestro destino, se trata del largo sendero que me ha tocado recorrer para aprender a interpretar lo que realmente significa Vivir y Morir, para tratar de saber cuál era mi misión en este plano… a veces también escribo para encontrarme conmigo mismo y otras veces para buscar un poco de fortaleza y aliento dentro de mis propias experiencias y vivencias pasadas, o en las de otros y así poder vislumbrar "la Luz al final del túnel" o en su defecto para saber cuándo debo "apagar la Luz y salir sin hacer ruido"…


SOLO PARA LOCOS

En los momentos en que escribo estas líneas me siento realmente abatido, derrotado, abandonado, enfermo y adolorido; sin ninguna razón para seguir viviendo o mejor dicho para seguir sufriendo…
Sería una bendición poder ponerle fin a este constante sufrimiento, dolor e incertidumbre en que se ha convertido mi vida o más bien debería decir mí miserable existencia o mi tortura terrenal. Tan cierta es esta percepción fatalista que me acompaña, que estoy seguro que el Infierno si existe, pero no en la otra vida, no en otro plano, como lo predican la mayoría de las religiones... sino más bien aquí mismo, en este plano terrenal, donde se paga todo lo que hacemos en “carne propia” y a veces multiplicado por mil. Parece ser cierto aquello de que nada escapa a los ojos del Creador o que todo está regido por El Orden Divino.

Todo comenzó un 17 de Diciembre de 1999, cuando motivado por un malestar de salud que venía acompañándome durante gran parte de ese fatídico año, decidí realizarme unos análisis de laboratorio, para poder determinar el origen de mis dolencias y padecimientos, los cuales se habían ido agravando en los últimos meses, por lo que me vi en la imperiosa necesidad de acudir a un médico, el cual me indicó los exámenes que debía realizarme para poder hacer un diagnóstico del malestar que venía manifestando durante largos meses.

Desde que recibí aquel diagnóstico hace 18 años comencé lo que podría ser "el final del camino" y así lo sentí en aquel momento, primero como una sentencia de muerte en la que ese final era inminente, luego con el tiempo y la ayuda profesional, entendí que si bien era cierto que podía ser un aviso de mi proximidad al final del camino, también podía ser una oportunidad para poner en orden mi vida, mis sentimientos, mis prioridades, mis deseos, mis inquietudes e incluso mis asuntos "pendientes"...

En todo este tiempo de este largo y tortuoso camino siempre he sentido a la Muerte como compañera inseparable, independientemente de que han habido buenos y malos momentos, ella siempre ha estado próxima a mí, bien sea para recordarme que todo lo que haga será irrelevante pues la resultante neta siempre será a su lado, y otras veces para enseñarme que todo lo que haga debo hacerlo y disfrutarlo como si pudiese ser la última vez que lo disfrute, pues "hoy estamos aquí y mañana no lo sabemos", así que gracias a esta "compañera" aprendí a disfrutar de las cosas más sencillas y cotidianas que suelen pasar inadvertidas para la mayoría de nosotros por lo elemental y natural de su origen y procedencia, aprendí a disfrutar de un hermoso Amanecer, del canto de los pájaros, de una noche estrellada, de una hermosa Luna Llena, de contemplar las estrellas, de una montaña nublada, un atardecer a la orilla del mar, el silencio y la soledad, de la bondad de algunas personas, la fidelidad de los animales, aprendí a vivir con agradecimiento y sobre todo Aprendí a Dar y Recibir Bendiciones…

Aprendí que lo mejor que se puede hacer con La Muerte es aprovechar La Vida al máximo... 

Siento que estoy pasando por el peor momento de mi vida, pues nunca antes había estado en la situación tan dura y tan difícil como en la que me encuentro actualmente. Sé que no soy el único y que seguramente hay personas en condiciones mucho más críticas que las mías, pero eso no me sirve de aliento y más bien me hace recordar una frase o refrán que repetían muchos mis educadores, los padres Agustinos: “Mal de muchos consuelo de tontos” así que realmente el estar consciente de que la mala situación se ha extendido como la pólvora en estos últimos tiempos en Venezuela, no me sirve como aliciente para seguir adelante… Todo lo contrario, el reconocer que esta situación generalizada tiende a agravarse y agudizarse con el transcurrir de los días en el país, viendo lo difícil que es poder "sobrevivir" en medio de esta situación de crisis y colapso, casi de "pre-guerra civil", donde el dinero apenas alcanza para cubrir algunas necesidades básicas, solo me hace sentir que ya nada tiene sentido y que solo me queda esperar que suceda un milagro o en su defecto que con el “favor de Dios” yo pase a “mejor vida” y así ponerle fin a todas mis angustias y a todas mis necesidades...

¡TENGO HAMBRE! 


En estos difíciles momentos que estoy pasando, siempre recuerdo una frase que a veces se nos ocurría decir cuando éramos niños: “tengo hambre”... y la decíamos más que por su verdadera connotación o significado literal de SENTIR HAMBRE... la decíamos por aburrimiento, por fastidiar o para hacernos notar por nuestros Padres o por las empleadas que nos atendían.
Víctor Federico Gregorio
Debo mencionar que me encuentro cercano a completar mi sexta década de existencia, es decir que al mencionar mi infancia estoy hablando de una Venezuela en los años '60 y ‘70 del siglo pasado, o sea de la época de la “Venezuela Saudita”, estoy hablando de un país radicalmente opuesto al que tenemos actualmente, donde también había sectores de la población que tenían pobreza y necesidades, pero había una expectativa positiva, una esperanza de un futuro mejor, la capacidad de poder superarse y la posibilidad de solucionar los problemas en base al esfuerzo propio, a la capacitación y al trabajo.

Vengo de una familia caraqueña por su lugar de domicilio y netamente andina por el lugar de nacimiento de mis progenitores; Mi Padre: Víctor Manuel Torres Torres (1932), Profesional militar, Administrador y ganadero exitoso, que viniendo de una modesta familia andina (merideña), hijo de Don Hildebrando Torres Carrillo maestro de escuela y doña Maria Inocencia Torres Guillén ama de casa quién falleció muy joven cuando Papá era apenas un niño de unos 7 años, por lo que prácticamente fue criado por sus hermanas mayores y debió luchar duro desde temprana edad, trasladándose a Caracas para ingresar a la vida militar y logró labrarse a fuerza de estudio, arduo trabajo y algo de suerte una respetada posición social y una holgada situación económica, Mi abnegada Madre: Julia Teresa van Grieken Landaeta (1931-2011), ama de casa de origen andino (tachirense), rica de cuna, de alta alcurnia;

Gral. Lope Landaeta
(Bisabuelo materno)


René Landaeta Manucci
(Abuela Materna)
hija de Doña René “Renecita” Landaeta Manucci (quién fue la única hija del Gral. Lope Landaeta, insigne General del siglo XIX y de Doña René Manucci de ascendencia italiana) y Don Federico van Grieken, militar, bohemio y aventurero Falconiano descendiente de inmigrante Holandes; Mamá nació en una familia de hacendados cafetaleros de Rubio, edo. Táchira de comienzos del siglo XX, dueños de grandes haciendas exportadoras de café: La Renecita, La Alquitrana entre otras, quienes disfrutaban de una muy buena situación económica pero con el tiempo venida a menos por los avatares de la vida.
Papá, Mamá y Yo


En mi caso tuve la dicha y suerte de haber nacido y sido criado en una familia de clase media alta, con una sólida posición económica.
Nací en Caracas, en la clínica Luis Razetti, un 11 de Agosto de 1959, fui el primero de tres hermanos. Vine al mundo "ochomesino" (prematuro de ocho meses de gestación) y cianótico (síndrome de distrés respiratorio), pesando menos de 2 kgs., lo cual hizo que tuviese que pasar el primer mes de vida en una incubadora y con todos los cuidados médicos requeridos por un neonato con esas condiciones en esa época del siglo pasado.
Realmente no era muy alto el porcentaje de sobrevivencia para un bebé en esas condiciones en aquella época y así lo evidencia el caso del tercer hijo de John F. Kennedy y Jacqueline Bouvier Kennedy, llamado Patrick, quién nació unos años después (1963), con las mismas condiciones que nací yo, prematuro de ocho meses y con síndrome de distrés respiratorio; sin embargo falleció a los dos días de nacido, con todos los cuidados y asistencia médica que pudieron brindarle a un descendiente de la pareja presidencial del país más poderoso del mundo y a su vez pertenecientes al conocido y adinerado Clan Kennedy.
Este recuerdo me hace recapacitar sobre la enorme Fe de mi querida madre Julia Teresa en el Dr. José Gregorio Hernández, así como a la positiva intervención milagrosa y divina de parte del Siervo de Dios (para mí Santo) a quién Mamá encomendó con devoción y fe mi vida y cuidado, logrando así salir del difícil trance, con lo que yo considero fue un Milagro del Dr. José Gregorio Hernández, y por lo que Mamá decidió bautizarme con tres nombres: Víctor Federico Gregorio, esté último en honor al Milagroso Médico y Siervo de Dios. Todo esto aunado a los amorosos y rigurosos cuidados que me brindó mi querida progenitora en esos primeros días de vida: un mes en incubadora, atendido por los mejores médicos de la clínica Razetti, el cuidado de una enfermera privada durante esos primeros meses, sus oraciones y peticiones (felizmente escuchadas) por la vida de su primogénito, permitieron mi sobrevivencia en esas adversas condiciones de mi nacimiento. 

Yo formé parte de un núcleo familiar de cinco integrantes, Papá, Mamá y dos hermanos, mi hermano Julio César (1961), mi hermana Elizabeth Coromoto (1964) y yo Víctor Federico Gregorio (1959), también nació otra hermanita, que falleció a las pocas horas (o días) de nacida y que bautizaron Zoraya René. De esto conservo pocos recuerdos pues apenas yo tendría unos seis (6) años cuando esto sucedió. Solo tengo memoria que fue bautizada en la misma clínica por el sacerdote que acudió por solicitud de mis padres.

Crecí en un entorno económicamente solvente, sin conocer (gracias a Dios) ningún tipo de limitaciones económicas, acostumbrado a vivir en medio de una bonanza económica, en buenas casas, con todas las comodidades, rodeado de un “staff” de empleadas a nuestra disposición: cocinera, servicio de adentro, niñeras... donde se comía hasta cinco veces al
día, con la cantidad de comensales que se encontrarán para el momento de la comida, familiares, amigos, empleados… sin restricciones: desayuno, media-mañana, almuerzo, merienda (a la carta), cena... donde disponíamos de una alacena siempre repleta de comida, galletas, dulces, delicateses y demás chucherías... de una nevera de 22' siempre llena de carne, pollo, frutas, refrescos, helados, charcutería y quesos, dulces, un bodegón con todo tipo de licores, es decir un aprovisionamiento que haría morir de “envidia” a muchos negocios de la Venezuela del año 2017.


Julia Teresa y Víctor Manuel
Mamá y Papá (años '60)

A veces me avergüenza hoy en día, recordar esos días de opulencia de mi lejana infancia y que yo consideraba como algo muy normal en mi ingenua mente de niño pequeño burgués, pues por haber vivido siempre en ese entorno lo veía como algo normal, tener cubiertas todas nuestras necesidades básicas (y no básicas) e incluso en estos difíciles momentos llego a sentir que tengo merecido el probar la "otra cara de la moneda" es decir el hambre y la miseria en que me encuentro actualmente...   
Quta. Elizabeth Coromoto - Urb. Loira

En mi infancia me acostumbré a vivir en una buena quinta en una buena urbanización de El Paraíso en Caracas, disfrutar de comida en abundancia, tener siempre ropa nueva y a la moda, estudiar en buenos colegios privados, éramos socios de clubes privados: Playa Grande Yachting Club, Junko Country Club, Círculo Militar, Club Paso Fino, teníamos apartamento de lujo en la playa, una extensa finca con caballos y ganado en los llanos guariqueños, solíamos viajar al exterior un par de veces al año, teniendo la dicha de conocer hermosos lugares, acostumbrado a tener vehículos familiares de lujo (dos Mercedes Benz), camionetas, Jeeps y Pick-Up (para la finca) y siempre de años recientes, tener siempre perros de raza como mascotas, así como los juguetes de moda que se nos antojaban, patines, patinetas, triciclos, carros eléctricos, bicicletas, equipo de Beisbol, equipo de buceo, balsas y colchones inflables, raquetas de Tenis, pistas de carritos eléctricos y pare de contar… lo cual convertía a nuestra casa en el lugar preferido de nuestros amigos de infancia, luego vinieron mini-motos, motos, Caballos de Paso, mi primer Toyota Land Crusier Full equipo a los 17 años como regalo de graduación...


Realmente Yo era un privilegiado de nuestra sociedad y parecía no estar consciente de tales beneficios por verlos como algo inherente a la condición de ser “hijo de Julia y Víctor Manuel” o por ser “miembro de la familia Torres van Grieken”...


Familia Torres van Grieken - 1964
Por decirlo en las palabras de mi Papá: “yo fui criado como un niño rico pero ya no soy ni niño ni rico” (y yo le agrego hoy en día: ahora soy viejo y pobre)

Volviendo al subtítulo de estas líneas, era necesario realizar esta acotación sobre mi infancia para entender lo absurdo y sin sentido que un niño con el perfil descrito pudiese decir: “¡¡¡¡Tengo hambre!!!!”


Pero lo cierto es que mi hermano menor Julio César y yo lanzábamos esa frase producto quizás del aburrimiento o tal vez (pienso hoy) del exceso de atenciones que nos prodigaban nuestros progenitores y la servidumbre encargada de atendernos.

María Inocencia Torres e Hildebrando Torres
(Abuelos paternos)

El caso es que nuestro Papá, quién como mencioné provenía de una humilde familia Merideña, que había quedado huérfano de madre (mi Abuela paterna Ma. Inocencia Torres) a muy temprana edad, con un Padre (mi Abuelo paterno Don Hildebrando Torres Carrillo) que era un humilde maestro de escuela y había enviudado con nueve hijos...

Don Hildebrando Torres Carrillo
(Abuelo paterno) 
con Mamá y yo en 1959

Papá si estaba muy consciente que había una vida muy dura y diferente a la que yo estaba acostumbrado, y aunque él había logrado superarse y alcanzar su actual posición económica, nunca dejaba de recordar sus duros y difíciles años de infancia.

Cuando decíamos “Tengo Hambre” él se nos quedaba mirando con la seriedad que le caracteriza y nos decía de manera determinante:

“Ustedes no saben lo que es tener hambre”...
“Ustedes no saben lo que significa esa palabra”...

Y comenzaba a contarnos partes de su infancia merideña, esa parte de su vida que nosotros no conocíamos, y lo que verdaderamente significaba la expresión: ¡¡¡¡TENER HAMBRE!!!!

Siempre recuerdo una anécdota que solía contarnos de su niñez, cuando lo único que tenían un día para comer era plátano sancochado, y un hermano suyo (el tío Marcial que murió siendo un niño tal vez de tuberculosis) le decía que no masticara el plátano: “Víctor no lo mastique, trágueselo entero para que sienta como si comió bastante”...

Nosotros lo escuchábamos con atención pero sorprendidos y siempre nos quedaba la duda si tal vez aquello que Papá nos contaba solo se trataba de una fábula “didáctica y pedagógica” para enseñarnos el verdadero valor de las cosas en la vida.

Cuando llegaba el inicio de un nuevo año escolar y le presentábamos nuestras interminables listas de libros y útiles escolares que debían comprarnos, solía contarnos que sus primeros cuadernos eran hechos con los recortes del papel periódico que desechaban en la imprenta y ellos lo recolectaban, lo cosían para pegarlos y hacer una especie de libreta. También nos contaba como recolectaba botellas viejas de vidrio para venderlas y así colaborar con la menguada economía familiar.

Las anécdotas del lado materno eran diferentes, nos contaban sobre como mi abuela había viajado en barco a Curacao y a Europa siendo una pequeña niña de comienzos del siglo XX, toda una odisea para la época, también comentaban sobre sus viajes vacacionales familiares a “temperar” en unas aguas termales o sus visitas a la cercana Cúcuta y Pamplona, o sobre los recuerdos de como salían los costales (sacos) de café para exportar a Europa con un rótulo que decía "La Renecita Only Export” y sobre el gran movimiento de personas y empleados en torno a las actividades en las Haciendas, el manejo de grandes cantidades de “Morocotas” que eran monedas de Oro de $ 20 que circulaban en esa época como moneda de circulación normal y muy apreciada por su valor nominal y por su valor como valioso mineral aurífero. 


mi querida Tía-Madrina Dra. Josefina van Grieken Landaeta


La hermana mayor de mi Mamá, mi querida Tía-Madrina Josefina van Grieken Landaeta solía comentarnos una anécdota que siempre recuerdo: “como ellas eran cuatro niñas, las cuidaban en exceso y las "resguardaban" en su casa a las 06:00 pm para protegerlas del sereno nocturno; el caso es que no conocían la oscuridad de la noche. Hasta que cuando tenía como doce años tuvo la osadía de salirse de su cuarto y desde el patio interno pudo ver el anochecer, quedando extasiada con la luna y las estrellas. Había conocido La Noche...”
Mi Mamá también comentaba que mi Abuela René para evitar que las niñas salieran a la calle, les contrató una maestra privada, la srta. Rosita, quién en una especie de colegio dentro de su casa, les impartió sus primeras letras y nociones elementales. Más tarde al crecer irían al colegio de las monjas en su natal Rubio.

La anécdota preferida de mi Mamá era recordar que cuando su Papá (mi abuelo Federico) fue comandante de la policía de Barquisimeto, un día conversaba este en la puerta de su casa con el Presidente del estado Lara para ese entonces, el temible General Vincenzo Pérez Soto y ella con apenas unos cinco añitos de edad, sentada en una ventana contigua a la entrada, le había rayado toda la pajilla (sombrero) sin que este sagaz militar se diese cuenta de lo ocurrido… o sea podría interpretarse como que: una pequeña niña, "Cuco" como le decía mi Abuelo, había burlado a uno de los más temibles hombres de la dictadura de Juan Vicente Gómez… jejeje!!! 

Es decir que las anécdotas (y mis ancestros) familiares se situaban en los dos extremos del espectro social y económico. Extremos que sin imaginármelo se repetirían en mi vida de manera implacable.

De mi infancia guardo muchos recuerdos y entre ellos a varias personas que estuvieron a mi lado de manera significativa, una de esas personas fue sin duda Vicente Sabatini, un italiano constructor, muy allegado a la casa, varios de sus hijos eran ahijados de Papá y Mamá, y además de constructor fue un colaborador invalorable en nuestro hogar, hacía de chofer, de vigilante, de todo un poco. El me llevó a la Bennotto a comprar mi primera bicicleta y con él aprendí a montar bicicleta, también me enseño a conducir un vehículo cuando yo tenía como 12 años en su viejo carro, un Chevrolet Impala del año ’59 que se parecía al batimovil y que yo disfrutaba mucho manejando a toda velocidad, también nos deleitaba con sus historias de cuando era joven y había servido en el ejército italiano durante la segunda guerra mundial manejando camiones y de sus recuerdos de su estadía en Grecia. Fue nuestro maestro de Italiano, ya que con él aprendí algunas palabras básicas de ese idioma, los números y también las principales groserías e insultos… Cuando por alguna razón nos dejaba el transporte escolar, él nos llevaba al colegio y también solía ir a buscarnos. Siempre recuerdo que él comentaba con mucha gracia y picardía, que durante su niñez tenía que caminar un largo trecho para llegar a su escuela y que siempre pasaba por un corral donde estaban unas gallinas y él les decía “Bendita tu gallinita que no vas a la escuela” y reíamos mucho con sus ocurrencias. Me enseñó junto a sus hijos a jugar al Calcio (fútbol) y son muchas las anécdotas que conservo en mi mente de mi querido italiano Vicente. Cuando falleció por allá a mediados de los años ’80 estuve en su velorio junto a sus hijos y sentí por primera vez lo que significaba la perdida de un familiar muy cercano, como un abuelo muy querido, un tutor, un gran amigo.

También recuerdo con afecto al Sr. Federico Montiel, quién fue un empleado civil de Papá en la Comandancia de La Guardia Nacional y cuando Papá se retiró pasó a ser como su secretario privado, su asistente personal, hacía las diligencias bancarias, los pagos de los servicios, nos ayudaba con nuestros deberes y tareas, pues tenía una excelente caligrafía. También nos contaba sus anécdotas durante sus años como empleado civil en la Comandancia. Era de origen zuliano y bastante aficionado a la bebida, lo que le ocasionó algunos problemas a lo largo de su vida. Tenía una hermana que disfrutaba de una buena posición económica, y por temporadas él vivía con ella y a veces pernoctaba en nuestra casa. También estuvo viviendo en nuestra finca en el Guárico, donde tuvo algunos percances e incluso estuvo a punto de suicidarse, después regresó a Caracas. Estando yo casado lo “heredé” como mi secretario privado y me realizaba algunas diligencias personales. Años más tarde supe que estaba viviendo en un asilo por los lados de Guatire y tuve intención de irlo a visitar pero nunca se concretó esa visita y al pasar el tiempo supe que había fallecido en total abandono en aquel asilo. Fue doloroso saber de su triste final.


Hoy en día a mis casi sesenta años de vida y habiendo pasado por innumerables situaciones de todo tipo:
por una infancia y adolescencia muy felices enmarcadas en la comodidad de una familia económicamente solvente, algo "disfuncional" pero dentro de los parámetros de una familia consolidada, tuve una adolescencia y juventud alegre y algo disipada, una educación universitaria variada, inconclusa pero fructífera, disfruté de viajes familiares por Venezuela y el exterior, mis primeros amoríos…, inolvidables fiestas familiares, grandes bailes en los clubes sociales, fines de semana paradisíacos… un primer matrimonio a muy temprana edad, (del que nunca me arrepentiré y en el que fui muy feliz)
Vanessa, Gretty y Luis Manuel (2016)

a los 19 años con Gretty Josefina Hernández Fonseca (1961) desde 1978 hasta 1993 de donde nació mi hija Vanessa Josefina de La Coromoto (1981)

Vanessa y Luis Manuel (1999)
Tengo un nieto adorado: Luis Manuel (1998) que me dio como regalo de cumpleaños mi hija mayor Vanessa, un 11 de Agosto de 1.998 cuando apenas cumplía yo 39 años de edad.
Luis Manuel (2017)

Años más tarde vino el segundo matrimonio a los 36 años con Crisaurhilsy Gutiérrez Meléndez (1968) desde 1995 hasta 1999, de donde nació Valentina de Jesús (1998) a quién solo tuve a mi lado hasta que tenía 10 meses de nacida pues me separé y luego me divorcié de su mamá y no volví a tener contacto con ellas, es decir que no conozco a mi segunda hija, solo en fotos de redes sociales e internet a partir del año 2008 y algún eventual contacto (2016 - 2017) con su madre por redes sociales y whatsapp...

Ese es un dolor muy grande que me llevo en mi corazón y en el alma...
Chris y Valentina (2000) 
Valentina de Jesús (2016)

Tuve muchos romances, algunos durante mis matrimonios y otros después de ellos, unos de grata recordación y otros no tanto, podría nombrar entre los de muy gratos recuerdos a María Elena Bandres o a Italina Mendoza, quienes siguen siendo mis grandes y entrañables Amigas al día de hoy, o mi relación "tormentosa" con Julieta Milagros Verde Esteves durante casi 10 años, desde el año 2001 al 2012 (con períodos de interrupción) una relación de Amor-Odio muy singular y atípica, pero no por ello menos significativa en mi vida, así que no puedo dejar de recordarla y sobre todo de agradecerle a Milagros el haber estado a mi lado cuando me tocó recorrer el difícil camino de mi condición de salud, donde ella se involucró de manera incondicional a mi lado durante largo tiempo, así como en su colaboración para atender a mi Mamá en su enfermedad y vejez.

Tuve una carrera laboral de más de 30 años de trayectoria ininterrumpida, logré constituir mi propia empresa, conocí muchos éxitos y algunos fracasos.

Atravesé por problemas de salud severos, el más duro de ellos fue cuando me diagnosticaron como VIH POSITIVO aquel Diciembre de 1.999, estando en Barinas, diagnóstico que tomé como una sentencia de muerte inminente en ese momento, pero que con el transcurrir de los años y en la medida que aprendí a “convivir” con esa condición de vida me di cuenta que la muerte solo llega cuando debe llegar y solo Dios sabe cuándo será ese momento... como leí en algún lado: “Cuando te toca ni que te escondas y cuando no toca ni que te pongas”
Actualmente en el año 2017, tengo diez años bajo tratamiento Antirretroviral, con una excelente adherencia al mismo y una carga viral indetectable. Gracias a Dios me encuentro asintomático y aparentemente gozando de buena salud.
Con los graves problemas actuales que hay en el país no sé por cuánto tiempo más nos puedan asegurar el tratamiento sin costo que nos suministra el Ministerio de La Salud, pues ya hemos tenido algunos problemas de desabastecimiento y en otros casos de cambios en el esquema de los medicamentos producto del citado desabastecimiento.
Debo agregar que mi diagnóstico como seropositivo me permitió conocer otras facetas de la vida que nunca había transitado, me enseño a ver la vida de una manera diferente, a apreciar las pequeñas cosas y a vivir cada día con la intensidad de que pudiese ser el último día de mi existencia.

He tocado fondo por diversas circunstancias, por razones sentimentales, por conflictos existenciales, por razones de salud, por situaciones económicas, a veces muy buenas y a veces mala, transite por los excesos del derroche de dinero, sexo desenfrenado, alcohol y drogas, también en mi vejez he estado desempleado, sin producir ni un centavo, sin vivienda propia, sin comida, sin medicinas, sin vehículo, sin afecto y con una salud muy comprometida... en fin un amplio abanico de vivencias que se mueven entre lo sublime y lo ridículo, entre lo real y lo absurdo, entre los gratos recuerdos del pasado y los terribles temores del presente y futuro incierto.

Recordando a mí querido Amigo y Maestro, el Dr. Miguel Alejandro Römer Römer, desaparecido físicamente en 2017, me permito compartir estas líneas de su autoría:

"Pero aprendí lo que es La Vida en realidad, aprendí que todas las cosas pasan, que no hay nada estático, todo está en constante movimiento, aprendí que la vida es como un río que corre sin cesar, a veces plácido y tranquilo con márgenes bellas, violento en ocasiones, cuando hay obstáculos o el cauce se estrecha…
O cuando ocurren desniveles y sus aguas en cataratas se convierten. Tenemos solamente la opción de desplazarnos hacia una u otra orilla si las circunstancias lo permiten, pero si contra la corriente intentamos nadar ¡seguramente nos vamos a ahogar!

Desnudo y sin un centavo, a este mundo llegué; con las manos vacías. Así de adonde vine he de retornar…

Una voluntad superior, decidió mi llegada, y decidirá mi regreso; sin consulta previa, sin haber sido prevenido…

Es a estas alturas, cuando uno se da cuenta que todo lo que tenemos y hemos tenido ¡solo prestado ha sido!

Prestados fueron nuestros padres, nuestros hermanos, prestados son nuestros hijos, nuestros nietos y nuestros amigos; prestados nuestros bienes materiales; prestados, cada minuto, cada segundo que pasó… y que nuca más han de volver.

Prestadas fueron las horas de felicidad, prestadas las horas de amor, prestados nuestros besos, prestadas las horas de dolor.

Insensatos fuimos, cuando a estos préstamos, no valoramos adecuadamente; cuando despilfarramos, segundos, minutos, días meses y años.

Y es ahora, cuando comenzamos a vislumbrar nuestra verdadera existencia, su misterio y profundidad.

Cuán equivocados estuvimos cuando el futuro nos parecía infinito…

Cuando creímos saber distinguir lo verdadero de lo falso, cuando creímos que éramos alguien importante…

Cuando no supimos distinguir el amor mundano del amor universal, cuando lo material nos encandilaba, a expensas de lo espiritual…

Cuando nos atrevimos, a juzgar a los demás, cuando pensamos que la gente adinerada eran envidiables, cuando las pérdidas materiales nos acongojaban…

Cuando no supimos distinguir la amistad verdadera, de la interesada, cuando sentimos rabia al descubrir, que fuimos vilmente engañados…

Cuando nos perturbó, no recibir un merecido reconocimiento…

Cuando buscamos la felicidad, donde nunca la habríamos de encontrar…"

*Extracto tomado del escrito: "Cuando el Futuro se agota" del Dr. Miguel Alejandro Römer Römer + (1922-2017) en MEDICINA PARA EL ESPÍRITU


Todo cambia con el transcurrir de los años, lo que hoy está arriba, mañana estará abajo, como la canción: “La vida es una tómbola”... llena de Luz y de Color... y a veces llena de tonos oscuros y tristes.

Papá 2016

Aprendí que mi querido Papá, quién hoy en día se encuentra lleno de vida y de salud a sus 85 años de feliz existencia, tenía mucha razón cuando me decía de niño que “yo no sabía lo que era tener hambre”...

Por decirlo en las propias palabras de mi Papá: “yo fui criado como un niño rico pero ya no soy ni niño ni rico", (y yo le agrego hoy en día: ahora soy viejo y pobre”...)

Es muy cierto, viejo y pobre... y ahora SI lo sé muy bien... ahora sé lo que es “Sentir Hambre” y lo que es “TENER HAMBRE” y no tener nada para aplacar los “rugidos del estómago y el intestino” (o borborigmos).
No quiero seguir tratando de “ocultar el sol con un dedo”... y por eso quiero gritar a todo pulmón, desde lo más profundo de mi corazón (o de mi estómago):


TENGO HAMBRE!!! Y ESTOY CANSADO DE TODA ESTA MIERDA!!!

Víctor (en los huesos) 2017

Entonces pienso en todos esos niños venezolanos que están creciendo en este país desabastecido y empobrecido, que no tienen acceso a una alimentación variada y balanceada, pienso en todos esos adultos mayores que después de haber entregado toda su vida al servicio de su país, ahora mueren de mengua por la falta o carencia de algún medicamento imprescindible para tener calidad de vida o incluso para poder conservar la vida misma. Así que puedo concluir que solo soy un insignificante granito de arena en este desierto de miseria y desolación, que ya no tiene sentido seguir viviendo en el medio de todo este bochornoso y patético escenario en que me encuentro, tanto en mi entorno más cercano, me refiero al familiar, por darle un nombre, como el entorno macro, al país en que habito, un país devastado, quebrado, anarquizado, dirigido por unos gobernantes incapaces que están rodeados por una pandilla de delincuentes y forajidos uniformados, asesorados por unos comunistas trasnochados y para colmo con una oposición igualmente incapaz, cómplice y genoflexa.

Con esto ya no hay más pendientes...

En Agosto del año 2014 me vi obligado por las circunstancias a salir de mi “zona de confort”, pues mi padre y mis hermanos decidieron vender el apartamento donde yo habitaba durante los últimos 15 años, el cuál era propiedad de mi Mamá, quién falleció en Agosto del año 2011

El hecho es que pasados estos tres años después de la muerte de Mamá ellos decidieron de manera unilateral vender el apartamento que me servía de vivienda, donde había compartido con mi Madre sus últimos años de vida a mi lado, brindándole los cuidados y compañía que mis hermanos no pudieron ofrecerle en su enfermedad y vejez como lo hubiese hecho cualquier buen hijo con su progenitora en esas circunstancias. Solo conté con la ayuda de Milagros Verde para atenderla, y con la ayuda económica incondicional de parte de mi Padre, quién periódicamente venía a visitarla y que cuando mi salud me impidió seguirla atendiendo se la llevó con él a Valle de La Pascua con su “otra” familia a cuidarla junto a mis hermanitas guariqueñas: Francis Belén y Victoria Valentina (y a su hermana Lizbeth, que sin ser hija biológica de Papá, el asumió criarla y darle su apellido) donde pasó sus últimos años hasta que tuvimos que trasladarla nuevamente a Caracas, en Julio del año 2011 en unas condiciones de salud muy precarias y bastante comprometida, debiendo hospitalizarla en el Hospital Militar de Caracas, donde falleció el 14 de Agosto del año 2011.

Llegado el momento de afrontar la realidad de que debía abandonar la que había sido mi vivienda durante los últimos 15 años y sin la posibilidad de poder adquirir o alquilar una vivienda alterna, me vi sometido a una profunda presión psicológica con su carga de ansiedad, angustia y depresión ante tales acontecimientos. El fantasma de mis ideas suicidas reapareció con su acostumbrada vehemencia y estuve a punto de entregarme a sus deseos pero una vez más prevaleció mi instinto de supervivencia.
Pensé en negarme a firmar la venta como parte de los herederos de mi Madre y así evitar la transacción que tenían ya adelantada mis familiares, pero luego sentí que mi precaria condición económica así como mi deteriorada salud no me hacían un buen contendor para esa difícil batalla familiar y legal. Es por eso que en contra de las recomendaciones que me hacía mi abogado de oponerme a la venta para preservar mi seguridad de vivienda, decidí firmar y así permitir que siguiera su curso la negociación aunque con esa decisión estaba quedando en la calle, como en efecto sucedió.

Es así como el día 04 de Agosto del año 2014 salgo del apartamento del Celeste en Montalbán, con mi carro lleno de equipaje y con rumbo al litoral central para ordenar mis ideas y decidir qué camino inmediato tomaría en esta “aventura gitana” o mejor dicho de “Homeless” que recién comenzaba.

Debo mencionar que en los días previos a la firma definitiva del documento de venta en el registro principal, surgió el ofrecimiento por parte de mi padre que él me ayudaría con un aporte económico para así facilitarme una eventual adquisición de una modesta vivienda en Barinas o en algún otro lugar para solucionar mi problema de vivienda. De igual manera mi hermana Elizabeth Coromoto me ofreció la posibilidad de alquilarme un anexo en una casa propiedad de su esposo en la quta. Lurgema en La Paz.

Para no entrar en un recuento nada grato para mi memoria de estos acontecimientos, solo quiero reiterar que ninguno de estos ofrecimientos llegó a hacerse realidad, ni el anexo en alquiler de mi hermana, lo cual me obligó a tener que regalar una parte de mis enseres personales que había dejado para llevarlos al citado anexo y tampoco el ofrecimiento de mi Padre de ayudarme económicamente para comprar una vivienda, debo comentar que incluso llegué a concretar un par de potenciales compras en Barinas, las cuales tuve que abortar ante las evasivas respuestas de parte de mi Padre para el aporte de la ayuda ofrecida.

En vista de todo lo antes mencionado y luego de pasar unos días en la finca de un amigo en Barinas, después de haber dejado todas mis pertenencias en la casa de Gretty y Vanessa, decidí emprender un viaje-aventura, como un Lobo Estepario hacia mi amado páramo andino merideño y así lo hice a finales de Octubre del año 2014.

Me alojé unos días en una hermosa posada en las afueras de Santo Domingo, en el sector El Baho, en La Posada Los Ángeles de la familia Rivas.

Después de pasar varios días como turista adinerado decidí buscar un alojamiento más económico en el propio pueblo de Santo Domingo de Guzmán, en el municipio Cardenal Quintero de él estado Mérida.

Allí conseguí una modesta habitación en alquiler en la casa de la Sra. Matilde y el sr. Ismael Monsalve, en la que estuve viviendo durante casi tres meses, al estilo de Harry Haller…

En Diciembre del año 2014 decidí mudarme a La Posada Las Morochas propiedad de la Sra. Ana Lucía Ramírez viuda de Peña donde permanecí hasta el mes de Mayo del año 2017 pasando lo que serían los 30 meses más tranquilos y felices de mis últimos días de vida, viviendo como un Lobo Estepario, solo, con dos almas dentro de un solo pecho, tratando de reconciliar al hombre y al lobo o tal vez dejando que finalmente uno de los dos prevaleciera y lograra imponerse sobre mis angustias, mis temores y sobre mis debilidades…

Allí conocí a Jesús Leonardo “LEO” Peña Ramírez, un ser excepcional, el quinto hijo de la Sra. Ana Lucía, un muchacho de 30 años (cuando lo conocí) con una severa discapacidad motriz y de lenguaje, con un leve retardo mental, pero con un gran corazón y un don de buena gente que le "brota por los poros", quién postrado en su silla de ruedas me dio grandes lecciones de vida y me regaló muchos momentos alegres y felices a su lado. 


Siempre llevaré en mi corazón a mi "compadre" Leíto

Fueron casi tres años viviendo entre la paz y tranquilidad de las montañas, las cuales tuvieron un efecto terapéutico sanador sobre mi persona, ya que mis dolencias físicas y espirituales se redujeron a su mínima expresión y puedo decir que en líneas generales disfruté de “buena salud” en mi estadía en el páramo andino, en el Bendito y Mágico Páramo Merideño, entre ríos, lagunas, neblina y montañas pude encontrarme conmigo mismo y disfrutar de la Paz y Tranquilidad que brindan las mágicas tierras Merideñas.


Allí puede realizar unos magníficos paseos y excursiones por toda el hermoso páramo andino, disfruté viviendo como un montañista e incluso me compré una moto enduro para disfrutar de aquellos parajes a donde no podía llegar en mi carrito. De verdad que le agradezco a Dios y a la Divina Providencia por haberme brindado ese anhelado regalo de mi feliz permanencia en esas mágicas montañas Merideñas, un regalo que me llevo atesorado en lo más profundo de mi corazón.
Habitación en Santo Domingo - Mérida

Como todo en la vida tiene su “final”, esa etapa llegó a su fin en Mayo del año 2017, pues por razones económicas me vi obligado a abandonar nuevamente mi zona de confort en la Posada Las Morochas y bajar a Barinas a pedirle albergue a mi hija Vanessa y a su Mamá Gretty, en su casita de Barinas, donde me encuentro actualmente esperando a ver cómo se resuelve mi dilema existencial...

Me siento nuevamente como un “Lobo Estepario” deambulando entre las tinieblas y sintiéndome un extraño entre mis semejantes, sintiendo que estoy en el lugar y en el momento equivocado… esperando un final, una liberación que no llega…
Esto me hace buscar el libro de Herman Hesse y releer algunas páginas y me permito compartir la siguiente poesía y una reflexión del conocido autor por la similitud con mi situación y pareciera que fue escrita para mí:


“Yo voy, lobo estepario, trotando
por el mundo de nieve cubierto;
del abedul sale un cuervo volando,
y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto.
Me enamora una corza ligera,
en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso;
con mis dientes y zarpas de fiera
destrozara su cuerpo sabroso.
Y volviera mi afán a mi amada,
en sus muslos mordiendo la carne blanquísima
y saciando mi sed en su sangre por mí derramada,
para aullar luego solo en la noche tristísima.
Una liebre bastara también a mi anhelo;
dulce sabe su carne en la noche callada y oscura.
¡Ay! ¿Por qué me abandona en letal desconsuelo
de la vida la parte más noble y más pura?
Vetas grises adquiere mi rabo peludo;
voy perdiendo la vista, me atacan las fiebres;
hace tiempo que ya estoy sin hogar y viudo
y que troto y que sueño con corzas y liebres
que mi triste destino me ahuyenta y espanta.
Oigo al aire soplar en la noche de invierno,
hundo en nieve mi ardiente garganta,
y así voy llevando mi mísera alma al infierno.”

“Allí tenía yo, pues, dos retratos míos en la mano; el uno, un autorretrato en malos versos, triste y receloso como mi propia persona; el otro, frío y trazado con apariencia de alta objetividad por persona extraña, visto desde afuera y desde lo alto, escrito por uno que sabía más y al propio tiempo también menos que yo mismo. Y estos dos retratos juntos, mi poesía melancólica y vacilante y el inteligente estudio de mano desconocida, los dos me hacían daño, los dos tenían razón, ambos dibujaban con sinceridad mi existencia sin consuelo, ambos mostraban claramente lo insoportable e insostenible de mi estado. Este Lobo Estepario debía morir, debía poner fin con propia mano a su odiosa existencia, o debía, fundido en el fuego mortal de una nueva auto inspección, transformarse, arrancarse la careta y sufrir otra vez una auto encarnación. ¡Ay!
Este proceso no me era raro y desconocido; lo sabía, lo había vivido ya varias veces, siempre en épocas de extrema desesperación. Cada vez en este trance que me desgarraba terriblemente las entrañas, había saltado roto en pedazos mi yo de cada época, siempre lo habían sacudido violentamente y lo habían destrozado potencias del abismo, cada vez me había hecho traición un trozo favorito y especialmente amado de mi vida y lo había perdido para siempre. (…)
(…) Entonces empezó mi aislamiento. Y más tarde, al cabo de los años, años amargos y difíciles, después de haberme construido, en severa soledad y penosa disciplina de mí mismo, una nueva vida ascético-espiritual y un nuevo ideal y de haber logrado cierta tranquilidad y alteza en el vivir, entregado a ejercicios intelectuales y a una meditación ordenada con severidad, se me vino abajo también esta forma de vida, perdiendo en un momento su elevado y noble sentido; de nuevo me lanzó por el mundo en fieros y fatigosos viajes, se me amontonaban nuevos sufrimientos y nueva culpa.  Y cada vez, al arrancarme una careta, al derrumbamiento de un ideal, precedía este horrible vacío y quietud, este mortal acorralamiento, aislamiento y carencia de relaciones, este triste y sombrío infierno de la falta de afectos y de desesperanza, como también ahora tenía que volver a soportar.”

En todos estos sacudimientos de mi vida salía al final ganando alguna cosa, eso no podía negarse, algo de espiritualidad, de profundidad, de liberación; pero también algo de soledad, de ser incomprendido, de desaliento.

Mirada desde el punto de vista burgués, mi vida había sido, de una a otra de estas sacudidas, un constante descenso, una distancia cada vez mayor de lo normal, de lo permitido, de lo saludable. En el curso de los años había perdido profesión, familia y patria; estaba al margen de todos los grupos sociales, solo, amado de nadie, mirado por muchos con desconfianza, en conflicto amargo y constante con la opinión pública y con la moral; y aunque seguía viviendo todavía dentro del marco burgués era yo, sin embargo, con todo mi sentir y mi pensar, un extraño en medio de este mundo. Religión, patria, familia, Estado, habían perdido su valor para mí y no me importaban ya nada; la pedantería de la ciencia, de las profesiones, de las artes, me daba asco; mis puntos de vista, mi gusto, toda mi manera de pensar, con la cual yo en otro tiempo había sabido brillar como un hombre de talento y admirado, estaba ahora olvidada y en abandono y era sospechosa a la gente. Aunque en todas mis dolorosas transformaciones hubiera ganado algo invisible e imponderable, caro había tenido que pagarlo, y de una a otra vez mi vida se había vuelto más dura, más difícil, más solitaria y peligrosa. En verdad que no tenía ningún motivo para desear una continuación de este camino, que me llevaba a atmósferas cada vez más enrarecidas, iguales a aquel humo en la canción de otoño de Nietzsche.
¡Ah, ya lo creo, yo conocía esos trances, estos cambios que el destino tiene reservados a sus hijos predilectos y más descontentadizos, demasiado bien los conocía! Los conocía como un cazador ambicioso, pero desafortunado, conoce
las etapas de una cacería, como un viejo jugador de Bolsa puede conocer las etapas de la especulación, de la ganancia, de la inseguridad, de la vacilación, de la quiebra. ¿Habría de vivir yo esto ahora otra vez en la realidad? ¿Todo este tormento, toda esta errante miseria, todos estos aspectos de la bajeza y poco valor del propio yo, todo este terrible miedo ante la derrota, toda esta angustia de muerte? ¿No era más prudente y sencillo evitar la repetición de tantos sufrimientos, quitarse de en medio? Ciertamente que era más sencillo y más prudente. Y aunque lo que se afirmaba en el folleto del lobo estepario acerca de los «suicidas» fuera así o de otra manera, nadie podía impedirme la satisfacción de ahorrarme con ayuda del gas, la navaja de afeitar o la pistola la repetición de un proceso, cuyo amargo dolor había tenido que gustar, en efecto, tantas veces y tan hondamente. No, por todos los diablos, no había poder en el mundo que pudiera exigir de mí pasar una vez más por las pruebas de un encuentro conmigo mismo, con todos sus horrores de muerte, de una nueva conformación, de una nueva encarnación, cuyo término y fin no era de ningún modo paz y tranquilidad, sino siempre nueva autodestrucción, en todo caso nueva autoconformación. Y aunque el suicidio fuese estúpido, cobarde y ordinario, aunque fuese una salida vulgar y vergonzante para huir de este torbellino de los sufrimientos, cualquier salida, hasta la más ignominiosa, era deseable; aquí no había comedia de nobleza y heroísmo, aquí estaba yo colocado ante la sencilla elección entre un pequeño dolor pasajero y un sufrimiento infinito que quema lo indecible. Con frecuencia bastante en mi vida tan difícil y tan descarriada había sido yo el noble Don Quijote, había preferido el honor a la comodidad, el heroísmo a la razón. ¡Basta ya y acabemos con todo ello!

Como dicen en las películas: “cualquier parecido o semejanza con la realidad o con personas de la vida real es pura coincidencia”…

Cuando sentí que ya no podía seguir viviendo en mi amado páramo, había tomado la decisión de poner fin a mi vida en la misma zona en que había vivido tan plácidamente estos últimos años. De hecho preparé una buena cuerda gruesa de nylon, la cual me acompañaba en mis caminatas por la zona, con la que pensaba ahorcarme en algún lugar apartado de esas mágicas montañas.

No sé si por temor a Dios, por cobardía o por la paz que me trasmitían aquellos escenarios y parajes, nunca llegué a consumar mi plan de suicidio en el páramo y en cambio decidí aceptar la ayuda que me ofrecían mi hija y su Madre y venirme a Barinas, como en efecto lo hice el Martes 30 de Mayo, cuando con todo el dolor de mi corazón recogí todas mis pertenencias y me vine nuevamente para Barinas con el amargo sabor de la derrota y el fracaso nuevamente en mí pecho.

Digo nuevamente, pues en mi vida el “irme a Barinas” tenía un significado traumático, cargado de dolor, derrota, fracaso que acompañaban siempre esta decisión de traslado y les explico el porqué de este significado:

En el año 1978, en el mes de Marzo, cuando estaba recién casado con mi primera esposa Gretty, debí abandonar mi casita materna en Caracas y emprender una migración forzada hacia Barinas (Barinitas específicamente) durante casi dos años por esas tierras llaneras. Fue un período de “Luna de Miel” inicialmente y luego de adaptación y aprendizaje a la vida fuera del hogar materno, lejos de todas las comodidades y atenciones a que estaba acostumbrado. Pero también fue un bonito aprendizaje para convivir con otra familia (mis suegros), en otras latitudes, comenzando la vida en pareja, que aunque muy jóvenes buscábamos formar un hogar y una familia.

De allí Gretty y yo nos mudamos para Barbasquito la finca de mi padre en Sta. Ma. de Ipire, edo. Guárico, donde estuvimos un corto período para finalmente residenciarnos en Caracas, donde vivimos muy felices y formamos una hermosa familia desde mediados del año 1980 hasta Abril del año 1993. En ese período nació mi primera hija Vanessa Josefina, el 25 de Enero de 1981. Fueron unos años hermosos de convivencia y disfrute en un verdadero núcleo familiar.

Luego vendría mi separación de Gretty y un corto período de “soltería” en el mismo apartamento que había convivido con mi primera esposa.
En ese período conocí a la que sería mi segunda esposa Chris, con quién me casé en Agosto del año 1995 y me mudé para Barquisimeto, donde traté de emprender una segunda oportunidad, una nueva familia, sin mucho éxito, pues nos divorciamos en el año 1999. De esa unión nació mi segunda hija Valentina de Jesús, el 31 de Marzo de 1998. Esta unión resultó un verdadero fracaso como esposo y como padre, pues no solo me divorcié en menos de cuatro años, si no que tuve una hija a la que apenas pude ver hasta que tenía 10 meses de nacida y más nunca supe nada de ella, hasta el día de hoy que apenas he tenido alguna información y fotos por vía de las redes sociales, pero ningún contacto físico, "cara a cara" y en tiempo real con ella... Algo de lo que me siento realmente avergonzado y sumamente afectado emocionalmente por este vacío paterno-filial. Es un gran dolor que me llevo en un oscuro lugar de mi corazón.

En el año 1999, en el mes de Junio, cuando vivía en Barquisimeto y me separé de mi segunda esposa Chris, también tuve que trasladarme hasta Barinas y abandonar allí todos mis enseres, mis pertenecías y mobiliarios, pues no tenía a donde trasladarme, ya que mi apartamento en Caracas se encontraba alquilado y se negaban a desocuparlo. Hasta mi vehículo lo dejé abandonado en un taller en Barinas y emprendí mi regreso a Caracas el 22 de Diciembre del año 1999 en un viejo taxi con un televisor y dos maletas como mis únicas pertenencias, pero con una gran diferencia, pues me iba a casa de mi querida y adorada Madre en Montalbán donde me residenciaría hasta Agosto del año 2014.
Allí tuve gratas vivencias al lado de Mamá, pero también me tocó verla decaer producto de su enfermedad, perdida de su capacidad cognitiva, su evidente deterioro físico de una mujer de una gran fortaleza que siempre fue mi protectora incondicional... todo eso desapareció progresivamente y fue muy duro perderla primero cognitiva y afectivamente y luego años después su perdida física.

De Montalbán, Caracas salí nuevamente con destino a Barinas, el 04 de Agosto del año 2014, con mi carrito cargado de equipaje y un par de camiones 350 que había enviado previamente con todas mis pertenencias y mobiliarios, otra vez para Barinas.

Allí permanecí un poco menos de tres meses y en Octubre del año 2014 emprendí mi aventura solitaria por los páramos merideños. Allí me convertí, otra vez, en un Lobo Estepario...

Ahora nuevamente en el año 2017, en Junio debí trasladarme desde Santo Domingo, edo. Mérida hasta Barinas, nuevamente con las “tablas en la cabeza”... sin vehículo, sin dinero, sin salud y con muchos años encima como para emprender un nuevo “comienzo”...

Algo nada alentador para una persona de mi edad (58) con mi condición de salud y con una precaria situación económica, en un país devastado por una crisis política, económica y social sin precedentes en nuestra historia reciente y que se agrava día a día de manera exponencial.

Es por lo antes expuesto que tengo en mi percepción la amarga experiencia de los traslados a Barinas como algo siempre traumático y doloroso, de los que gracias a Dios he logrado salir con bien y fortalecido como el Ave Fénix, pero que no estoy seguro que sea así en esta oportunidad.

Veo el entorno actual que me rodea, la situación caótica que vivimos en el país, la difícil situación por la que atravesamos la gran mayoría de los Venezolanos y en particular la situación en que me encuentro yo: sin casa, sin vehículo, sin afectos, sin cariño, viejo y enfermo... entonces siento que ya nada tiene sentido, que todo se va desvaneciendo “como el agua entre mis dedos”...


No estoy seguro cuál será el desenlace de toda esta trama que se llama “mi Vida” pero si sé que estoy muy abatido, triste y deprimido, cansado de tanta miseria y soledad... no sé qué me depare el destino o que tenga reservado Dios para mí... tan solo le pido a Dios que me ayude a salir de esta situación de la mejor manera posible, a ponerle fin a todo este sufrimiento en que se ha convertido mi exigua existencia, a terminar con esto de la manera menos traumática posible, que me ayude a no sentir más hambre, a no sentir más miedo, a no sentir más dolor, más angustia, más incertidumbre... en fin a dejar de “vivir muriendo”...

NO HAY PEOR CUÑA QUE LA DEL MISMO PALO

Cuando repito esa frase y me remito a mi estado actual no puedo menos que reconocer lo asertivo y certero de la sabiduría popular y de su refranero tradicional.

Al llegar a mis 58 años de existencia y luego de varios años, diecisiete (17) para ser exacto, sobreviviendo a una severa condición de salud degenerativa, irreversible y estigmatizante, durante los cuales he tratado de “crecer” espiritualmente y deslastrarme del ego y de todas aquellas actitudes negativas y repudiables con las cuales conviví las primeras cuatro décadas de mi vida, y de las que sin duda tuvieron que padecer y sufrir todas las personas que estuvieron cerca de mí a lo largo de ese período, entre esas personas puedo mencionar a los más importantes: mis padres, hermanas, hermano, abuela, abuelo, tías y tíos, primas y primos, esposas, hija, amantes, suegros, cuñados, cuñadas, compañeros de estudio y de trabajo, empleadas, conocidos, amigos en general, y a todos los que me conocieron en ese período de mi vida y a quienes aprovecho para ofrecerles desde el fondo de mi corazón mis más sinceras disculpas por todo lo que debieron soportar, por mi equivocada actitud ante la vida y ante mis semejantes, no encuentro palabras para pedirles perdón por todo lo que por error u omisión de mi parte pudo haberles perturbado o afectado a sus vidas, solo puedo repetir: Perdón, Perdón, Perdón y Gracias, Gracias, Gracias...

Al escribir el párrafo anterior quedo meditando sobre como una persona con un numeroso círculo de amistades, algunas de más de 50 años de amistad ininterrumpida, o sea desde mi niñez, con compañeros de estudios, colegas y compañeros de trabajo, que durante casi 40 años que me reiteran su estima y aprecio, con un nutrido número de relaciones sentimentales y affaires durante mi vida y que aún mantengo contacto con algunas de quienes fueron mis parejas, en fin con un “record de vida” que pareciera tender más a lo positivo que a lo negativo, sin haber tenido nunca algún problema con la justicia ni con las autoridades, ni haber sido nunca privado de mi libertad por algún motivo judicial o policial; con una vida ordenada y tranquila, dentro de los parámetros de lo que Herman Hesse llamaría una vida burguesa, sin mayores altibajos, ¿cómo esa persona (yo) puede sentir que “actuaba mal”? o que mi actitud hacia mis semejantes era inapropiada… pues después de meditarlo llego a la conclusión que de haber sido una mejor persona de lo que realmente fui, tendría una mejor resultante neta de mi vida, tal vez tendría una pareja a mi lado o una hija cariñosa con quién poder contar y con quién compartir a “estas alturas del juego”… Tal vez conservaría mi casa propia y no me encontraría en mi situación actual. Al menos tendría un mejor “record de Vida” que el que se puede evidenciar actualmente.
Tal vez no fui lo que otros llaman una mala persona, estoy seguro que no he sido un delincuente, ni nada por el estilo; pero por el camino que me ha tocado recorrer con el transcurso de los años, aprendí que siempre podemos ser mejores personas y que siempre podemos CRECER espiritualmente en nuestro propio beneficio y el de nuestros semejantes.

Cuando comenzaba a sentir que había logrado ciertos avances en ese autoconocimiento, en esa búsqueda de ser una mejor persona, un mejor ser humano, con más humildad y menos ego, cuando sentía haberme deslastrado de todas aquellas actitudes pedantes, fatuas, negativas y egoístas, cuando comenzaba a sentir que él hombre y él lobo dentro de mí estaban reconciliados y habían aprendido a convivir, cuando sentía que ya podía marcharme en paz conmigo mismo, que podría trascender a otro nivel sin tanta carga negativa en mis hombros..., justo ahora, me toca enfrentar una difícil y dura prueba... tal vez será por aquello de que “las pruebas más duras y difíciles aparecen siempre al final del camino, cuando estamos próximos a trascender a otro nivel, a otro entorno más amplio de consciencia, pues para pasar ese umbral debes hacerlo libre y limpio”... esto suena muy convincente y razonable, no obstante pareciera que más que duras pruebas, sea un verdadero suplicio, un castigo ejemplar que debo purgar por todas mis equivocaciones cometidas durante mi existencia, es decir un verdadero purgatorio o tal vez el mismo Infierno aquí en este plano existencial, o sea que se cumple otro adagio o dicho popular: “Lo que aquí se hace, Aquí se paga” ahora puedo decir que nada más cierto que eso, así como el título de este capítulo de mi vida: “No hay peor cuña que la del mismo palo”...

Después de pasar un período de casi tres años entre Montañas y Frailejones, en el páramo andino, un período que podría considerar como una de las etapas más tranquilas y felices de mi vida, me tocó por razones económicas ponerle fin a ese ciclo de mi vida y retornar a una zona que nunca ha sido para mí de grata recordación, ni de placentera estadía, me refiero a la población de Barinas...

“Linda Barinas” dice una canción que escribió Don Eladio Tarife (QEPD), un barinés enamorado de su terruño llanero y que no pongo en duda que sea linda para quienes así la consideren, pues todo depende de la óptica con que se miren (y disfruten) las cosas y las situaciones en la vida.

A mí no me ha tocado fácil cuando he tenido que estar “temporalmente” por estos lares y tal vez por eso no tengo una buena percepción de esa población llanera y sobre ese punto ya escribí con detalle en otro capítulo de esta narrativa sobre mi vida, así que no voy repetir lo ya narrado con lujo de detalles en anterior oportunidad.

Lo que sí es muy cierto es que nada de lo narrado de mis anteriores estadías que me ha tocado vivir en Barinas se puede comparar a lo que estoy pasando en esta oportunidad.

Al regresar del páramo sabía que no sería fácil mi adaptación a este hábitat, desde el punto de vista del clima y confort, incluyendo la tranquilidad espiritual que había conseguido en mi estadía en Santo Domingo. Pero realmente no tenía idea de lo que realmente me esperaba...
Así que citando a El Principito uno de mis libros y personaje preferidos, puedo agregar sobre mi regreso del páramo:
“¡La flor perfumaba e iluminaba mi vida y jamás debí huir de allí!”

Me vine a Barinas porque no tenía ninguna otra opción, sin dinero, sin vehículo, sin mucha salud... solo podía llegar hasta aquí, a la casa de mi hija y de su mamá, la casa a donde me traje y deposité todos mis enseres y pertenencias cuando me vine de Caracas hace tres años, pensando que allí estarían a buen resguardo y que al momento de necesitarlos estarían a mi disposición o incluso facilitarían una eventual estadía en esa casa... pero definitivamente estaba totalmente equivocado y hoy en día puedo saber lo errada de mi decisión.

En mis últimos días en Santo Domingo y al ver que se acercaba el final de mi estadía en la posada Las Morochas le pedí telefónicamente a mi hija Vanessa que le consultara a su mamá si tenía algún problema en recibirme por unos días en su casa, a lo que siempre respondía que no había problema, que podía venir sin ningún inconveniente por parte de ambas.

La realidad es que mi llegada y estadía en esa casa ha sido verdaderamente traumática y desalentadora, por decir lo menos.

De haber vislumbrado el más mínimo indicio del suplicio y la humillación a que me encuentro sometido por estar en esta casa, confieso que nunca se me hubiese ocurrido traerme mis pertenencias cuando salí de Caracas en el año 2014, y así hubiese evitado tener que venirme hasta aquí a mi regreso del páramo andino. Hubiese preferido quedarme en situación de calle, esperando dormir donde me consiguiera la noche o hubiese sido preferible tomar de una buena vez la tan manoseada idea del “Fast Track” y ponerle fin a todos mis problemas de una manera más decorosa y menos humillante.

Yo conservaba gratos recuerdos de mis largos años (15 ) de matrimonio con Gretty, e incluso siempre sentía que nunca la había dejado de querer, aunque después de nuestro divorcio me volví a casar y tuve otras relaciones sentimentales, siempre consideraba que ella había sido y sería por siempre la mujer de mi vida, y lo demuestra mi actitud hacia ella, ayudándola cuando podía, teniendo siempre alguna atención con ella, tratando de colaborar y apoyarla moral y económicamente cuando la situación así lo ameritaba, obsequiándole detalles personales para su disfrute: ropa, computadora, prendas, celular, etc.

Debo confesar que me hubiese agradado conservar intacto dentro de mi ese sentimiento pero lamentablemente dicho sentimiento se desvaneció con esta última aproximación, debo acotar que cuando hablo de “aproximación” me refiero a estar en la misma casa pero en habitaciones diferentes y sin ningún intento de reconciliación ni de aproximación sentimental (ni de ninguna índole) por parte de ninguno de nosotros.

Esta convivencia me sirvió para comprobar que los recuerdos que yo conservaba de Gretty solo estaban en mi mente y que aquella mujer que conocí desde niña, y de quién atesoraba gratos recuerdos, había desaparecido y se había transformado en un ser irreconocible, en un ser despreciable y vil, que solo le importa el dinero, lo material... en una hiena perversa que es capaz de despojar a cualquiera de sus pertenencias para satisfacer sus intereses y los de su manada, léase hija y nieto...

Tan cierto es esto que todas mis pertenencias y enseres que dejé en su casa cuando me trasladé de Caracas: Nevera, Lavadora, Juego de cuarto, Muebles, televisores, ventiladores, equipo de sonido, lámparas, gabinetes, sábanas, paños, ollas, cubiertos, etc., etc. se niega a entregármelos o al menos a permitirme que disfrute de ellos... la mayoría de estas cosas ya no existen, los destrozaron, los rompieron, los vendieron, se desaparecieron!!! Mi ropa y mis efectos personales, implementos deportivos, accesorios de computación, libros, CD y películas se perdieron, los botaron o los vendieron...acabaron con todo en menos de tres años, y las que quedan como es el caso de mi nevera o un televisor de mi propiedad, se aferra a él como lo hace una hiena al robarle una presa de su propia cacería a otro animal...

La resultante es que estoy en una habitación, durmiendo en una colchoneta, habiendo traído un juego de cuarto completo que perteneció a mi Mamá y el cuál se encuentra en una habitación llena de gatos, todo destrozado por esos animalitos, el colchón roto, hediondo y lleno de pelos de gato, sin ventilador, pues el único que queda lo tienen los gatos en su cuarto, sin televisor, teniendo uno que me pertenece, pero como el de ellas se dañó (como todo en esa casa) argumentan que necesitan mi televisor... y me preguntan de manera retadora que si se lo pienso quitar… a sabiendas de cual será mi respuesta por encontrarme “alojado” en su casa, solo les puedo responder: “por supuesto que no, síganlo usando, no hay ningún problema”…

El escribir sobre esto me produce náuseas y un malestar indescriptible al comprobar la bajeza de ciertas personas y lo ruines y miserables que pueden llegar a ser...

El hecho es que estoy en el lugar menos indicado para una persona que lo que busca es pasar sus últimos días en paz y tranquilidad... Definitivamente estoy en el lugar equivocado y con las personas equivocadas y sin tener otra opción para poder salir de aquí. Solo me queda el recurso que siempre llamé el “Fast Track” o la soga en mi cuello y así ponerle fin a tanta miseria humana.

De haber sabido que me encontraría con esta humillante y deprimente situación estoy seguro que hubiese adelantado mi partida al “otro mundo” desde donde me encontraba y me hubiese ahorrado toda esta cadena de sinsabores y humillaciones principalmente de parte de mi hija Vanessa, quién no pierde oportunidad para enfrentarme y retarme por cualquier tontería.

A veces pienso que todo pasa por una razón específica, que nada escapa al Orden Divino y que yo tenía que pasar por esta detestable experiencia, tal vez para purgar algunas de mis deudas pendientes, o quizás para comprobar en carne propia lo que es vivir al lado de unos seres de tan baja calaña, miserables y ruines como lo son Gretty y Vanessa, un par de hienas salvajes que se disfrazan en las redes sociales de personas amables, caritativas, cristianas y de buenos sentimientos, cuando la realidad es diametralmente opuesta y así lo pude comprobar con el solo hecho de estar con ellas bajo el mismo techo.

Debo aclarar que mi presencia en esa casa ha sido estrictamente en calidad de “refugiado”, de homeless, como alguien que recibe a un familiar en desgracia, enfermo, sin casa... de pura caridad humana pues ellas conocen de mi condición de salud y de mis limitaciones económicas.

Sin entrar en profundidad y detalles en la manera de vivir de cada quién, al menos se deben tener unas condiciones mínimas de respeto, de honradez, de cordialidad, de higiene, de aseo y de limpieza que incluso dentro del hogar más humilde son respetadas y mantenidas por sus integrantes y habitantes.

El caso es que en esta casa no existen ninguna de esas reglas y se “vive” en un ambiente “enrarecido” y salvaje por decir lo menos; no hay respeto por las cosas ajenas, si dejo unas chancletas o un paño lo toman y se apropian de él… y se molestan si pregunto por mi pertenencia… si dejo agua potable (comprada por mí) en la nevera (mi nevera que vino en mi mudanza pero que ellas se adueñaron) desaparece y se hacen cómplices para justificar su desaparición, lo que me ha obligado a tener el agua en la habitación que duermo y tener que tomarla a temperatura ambiente, lo que en Barinas es casi que una sopa caliente. Si tomo un cubierto para comer de los que pertenecían a mi mudanza, de los que traje de Montalbán en el 2014, de inmediato Vanessa lo va a buscar, un día le dije que ese cubierto (aclaro que no son de plata ni de ningún metal precioso) era de mi Mamá y que yo lo quería tener en el cuarto y eso hizo que se le “volaran los tapones” (literalmente) pues se puso como una loca, como una energúmena (una vez más) temblaba de la ira y comenzó a insultarme, a decirme que yo era un DESAGRADECIDO por mi manera de actuar, que no reconocía la ayuda que ellas me estaban dando…, que como se me ocurría decir que esos cubiertos eran míos!!!!! Que si acaso yo los había traído de Caracas solo para guardarlos en su casa, y así una serie de incoherencias a las que ni siquiera quise responderle pues estaba literalmente Endemoniada… solamente le dije que me dijera lo que ella quisiera pues estaba en su casa y tenía todo el derecho de expresarse y luego de repetir las mismas cosas, que si yo pretendía llevarme todas mis cosas, que yo era un malagradecido, que yo solo veía las cosas desde mi óptica y desde mi interés (egoísta habrá querido decir) para yo después decir, según sus palabras, qué ellas eran las malas, es decir ella pensó y habló por mí también… estaba 
poseída!!!!! incluso sacó a relucir lo del televisor (televisor de mi propiedad que ya comenté en estas líneas) que si cuando llegué del páramo pregunté por mi televisor !!! que ellas lo estaban usando y que yo pretendía quitárselo!!! no dije nada y solo pensé que manera tan descarada de apropiarse de las cosas ajenas y después girar la tortilla, parecía no estar en cuenta que yo tengo aquí cuatro meses sin televisor, pues a la respuesta retadora de ambas cuando llegué preguntando por mi TV, ellas respondieron de manera airada: ¿es que acaso nos lo piensas quitar? Yo simplemente les respondí que no había problema y que lo siguieran usando… y en ese momento decidí tragar grueso y sacrificar mi televisor en aras de mi tranquilidad en ese lugar, no obstante en algún momento les aclaré que si yo conseguía a donde mudarme si iba a necesitar el televisor y que sería bueno que se prepararan llevando a arreglar el de ellas, y yo mismo les llevé el televisor dañado para hacer un presupuesto de la reparación, pero el técnico dijo que no tenía reparación pues le sacaron un pieza muy costosa que no se consigue, la fuente de poder o algo así. Como todo lo de esa casa, lo destruyen, lo destrozan, lo dejan inservible. Quiero acotar que yo traje de Caracas unos cuatro ventiladores, incluso uno casi recién comprado marca Taurus, pues todos los destrozaron y él único que sirve lo tienen los gatos para refrescarles su habitación y yo no tengo ventilador para mí… esto también se cuenta y no lo creen, pero es la pura verdad.

El tema del agua para el uso y aseo diario es un tema aparte, pues en esa casa no hay servicio de agua “normal” como se acostumbra en los lugares que yo solía habitar. Es decir que NUNCA hay agua en los grifos… Recién llegado del páramo me solicitaron una colaboración (una más), que de inmediato les entregué, para arreglar el problema de la bomba de agua, pero nunca se solucionó el inconveniente y nunca supe el destino de mi colaboración. Aquí se debe comprar el agua en cisterna y guardarla en pipotes y envases plásticos, que están en el medio de la sala de la vivienda, y para bañarse o lavarse se debe recolectar con unos sucios envases y trasvasarla en algún recipiente para llevarla al baño y poderse asear. La poceta no funciona y yo debo orinar en unos envases plásticos de refrescos y botar el contenido en el sucio patio trasero de la vivienda. Estos potes donde orino trato de cambiarlos con regularidad pues no hay agua suficiente que me permita al menos enjuagarlos y la hediondez que despiden es tan grande que no es nada agradable ni siquiera para ser comentado en estas líneas...

Para evacuar es una odisea y a veces duro hasta tres días sin “desocupar mi cuerpo”…
He sido sometido a las más grandes humillaciones y reprimendas hasta por un tobo de agua. Si así como lo leen “por un tobo de agua” y páso a detallar ese caso; un día llovió fuertemente y yo aproveché de llenar una paila de 20 lts. En una canal en el patio. Me moje bajo la lluvia y debí cargar los 20 lts. Hasta el baño para disponer de esa agua en mi aseo personal, el hecho es que usé solo la mitad y dejé en el baño unos 10 lts para terminar de asearme después de comer. Cuando fui nuevamente al baño ya no estaba el pote y cuando se me ocurrió preguntarle me respondió airada que si acaso ya no había terminado de asearme y que ella lo había usado, pasando por alto el pequeño detalle que era un agua de lluvia recolectada y cargada por mi persona para mi uso… esa no fue razón suficiente para su irrespeto y desfachatez. Ese mismo día después de comer, se me ocurrió enjuagar el plato donde comí con un poco de agua, y al percatarse ella de que yo había lavado mi plato me increpó y gritó que dejara que ella lavara mi plato para evitar mucho gasto de agua de mi parte… Toda una locura producto de una mente desquiciada y malsana… Ahora que lo estoy escribiendo caigo en cuenta que el envase de donde tomé el agua para lavar mi plato, es el mismo que ella me “arrebató” del baño y ni siquiera por eso tuvo la decencia de quedarse callada, al menos por esa vez. Yo casi nunca me baño allí pues la última vez que le pregunté si podía hacerlo me dijo con cara de pocos amigos que sí, pero que tratara de usar poco agua… No me jodas malnacida (me provocaría decirle…) pero lamentablemente no puedo y debo bajar la cabeza y asimilar el golpe sin quejarme… 

Las labores de cocina se hacen realmente complicadas y difíciles por la misma carencia del vital líquido y cuando cocina Vanessa lo hace sin ninguna condición mínima de higiene o limpieza, rodeada de gatos que saltan sobre la mesa y sobre los alimentos, a los que no se les puede llamar la atención de ninguna manera, pues eso desata la furia de Vanessa, quién cuál energúmena me increpa desafiante y retadora que esos son sus HIJOS y que esa es su casa y que ellos estaban en esa casa primero que yo... Así como lo están leyendo, yo no le respondo absolutamente nada y me repliego a mi “celda” para evitar una confrontación que tengo perdida de antemano, pero esa es la triste realidad que me ha tocado vivir y que no le deseo ni a mi peor enemigo.

Yo he tratado de analizar el porqué de esa actitud belicosa y agresiva por parte de Vanessa, he puesto en retrospectiva la “película” de nuestra vida juntos para ver si encuentro alguna explicación a esa vil y miserable actitud de su parte y realmente, desde mi óptica, no consigo tal explicación…

Con ella conviví, o mejor dicho la crié en toda la acepción y extensión de la palabra “Criar” o de la palabra Levantar, Formar, Proteger, Alimentar, “ser su Papá” pues... desde su nacimiento el 25 de Enero de 1981, o tal vez antes desde su gestación, la cual compartí con su mamá día a día, como todo padre primerizo, con una gran expectativa por su primer descendiente, rol que pensé haber desempeñado cabalmente, procurándole y satisfaciendo siempre sus necesidades básicas de Amor y Cuidado, alimentación, vivienda, ropa, educación, esparcimiento y diversión tal como lo hicieron mis padres conmigo en su oportunidad, lo hice sin ninguna restricción económica pues yo tenía un buen empleo con un buen ingreso y quizás por el hecho de ser hija única podíamos permitirnos cubrir sus necesidades sin mayor problema, tener una vivienda propia y cómoda, su propia habitación debidamente amoblada, brindarle educación en colegio privado, un buen entorno familiar y social, fines de semana y vacaciones en agradables locaciones, formación extra curricular, lo mínimo que un padre responsable le garantizaría a su hija única y querida hasta que tenía doce años cuando me divorcié de su mamá. Con este breve recuento no pretendo alabarme como padre, solamente quiero dejar bien claro que mi hija disfrutó de una niñez muy normal, sin limitaciones, sin maltratos ni físicos ni emocionales, sin carencias significativas en la formación de una menor como podría haber sido: quedarse sin casa, no poder comer regularmente, no tener ropa adecuada o carecer de juguetes, no poder estudiar o no tener los útiles requeridos para cumplir con su educación, en fin Vanessa no sufrió absolutamente ninguna situación negativa extrema que hubiese podido marcar su psiquis y su desarrollo emocional posterior.

No obstante, al divorciarme de su madre en 1.993 aunque dejamos de vivir juntos, no deje de preocuparme por ayudar en su manutención, se mantuvo un estrecho contacto, dejé que su mamá conservara la extensión de mis tarjetas de crédito para cualquier gasto o eventualidad, la mantuve con cobertura de mi póliza de HCM con la cual pudimos hacerle frente a una grave situación de salud que se le presentó en Barinas al sufrir de Dengue Hemorrágico, le enviaba el costo del pasaje aéreo para que viniese a Caracas, la iba a visitar a Barinas e incluso llegamos a pasar vacaciones juntos en Diciembre como lo hacíamos cuando estaba casado con su madre, recuerdo que en una oportunidad pasamos unos días muy agradables en el Hilton de Barquisimeto (Diciembre 1.993), en otras vacaciones, junto a mi segunda esposa, fuimos a pasar unos días en Patanemo en el edo. Carabobo (Diciembre 1.996)

Incluso después que ella tomó la decisión de embarazarse y casarse en el año 1.997, a los 16 años, la seguí ayudando y le pagué sus estudios universitarios y le ayudaba cuando podía con la crianza de mi querido nieto Luis Manuel. Después que se divorció en el año 2.000-2.001, me la llevé a ella y a mi nieto a vivir conmigo en Caracas por un breve lapso, pero al parecer no se vieron satisfechas sus aspiraciones y expectativas y se regresó a Barinas con su mamá.

¿A qué viene este recuento? pues simplemente a que yo “devuelvo la cinta” de mi vida para tratar de encontrar alguna explicación lógica o alguna justificación al comportamiento y a la actitud de Vanessa hacia mi persona, y no lo encuentro, salvo en la semejanza o representación de lo “Peor de mí Mismo”, esa faceta de mi personalidad que he tratado de “modelar” y eliminar de mi actitud ante las demás personas, en ese “Víctor” que no quisiera ni recordar y que rechazo desde mi óptica actual sobre la vida y que ahora lo veo en el espejo de mi hija Vanessa, siempre en una constante confrontación en un tono beligerante, siempre a la defensiva-Agresiva, siempre imponiendo su criterio y voluntad por encima de lo que sea, (¿Te parece conocida esta actitud Víctor Federico??) siempre expresando y aseverando que yo tengo algo en contra de ella, que yo guardo cierto rencor en su contra!!!!!!! e incluso retándome (en su propia casa, donde estoy como “refugiado”) a que “suelte lo que tengo por dentro” (textualmente)...
Realmente toda esta situación me produce un gran dolor, una gran angustia y decepción y una gran depresión. No es fácil comprobar que mi única hija, así lo considero yo, pues aunque tuve otra hija biológica (Valentina) en mi segundo matrimonio con Chris, a esa “hija” yo no la crié, ni siquiera la conozco, salvo sus diez primeros meses de vida y ahora de adulta en fotos por las redes sociales, así que aunque tengo dos hijas biológicas (y no lo niego), considero a Vanessa como mi “única hija” de crianza, por haberla alimentado, verla crecer, darle educación, darle Amor... en fin una relación Padre-Hija que yo veía como normal pero que aguas abajo veo que no fue así...

Hay algo altamente disfuncional en esta relación que yo no logro entender, salvo la repetida explicación de estar viendo en ella la peor faceta mía como ser humano, que expresé en el párrafo anterior... y por la cual ofrecí mil disculpas a todos mis allegados al comienzo de estas líneas.
Pero si lo veo con detenimiento y objetividad, ni en mis peores momentos de conducta altanera y autoritaria, nunca pero NUNCA tuve un comportamiento similar a la manera que lo hace Vanessa, siempre de mal humor, siempre con dolor de cabeza, cuando no está apurada está durmiendo… los dos extremos; dándole prioridad a cosas que no la tienen en la cabeza de una persona “normal”, como por ejemplo: alimentar a sus gatos es más importante que comer ella o darle comida a su papá. Teniendo una profesión está sin trabajo y una de sus excusas es que ella no trabaja pues no puede abandonar a sus gatos… y no le importa que sea su mamá, quién es la única que trabaja y produce, la que tenga que mantener a su “pandilla” de gatos y proveerle dinero para comprarle la comida a sus queridos gatitos… y cada vez tiene más gatos e incluso alimenta a los gatos de los vecinos!!! eso no tiene ningún sentido ni lógica. A veces comienza como una verdadera loca a llamar a sus gatos o a su perrita y se pone histérica a gritar que se perdieron!!!! Y cuando aparecen los insulta y los regaña y les pregunta (literalmente) ¿Qué por qué carajo no le respondían? Recriminándoles que: “Eso no se hace”!!! esto se cuenta y no lo creen, pero yo lo he visto con mis propios ojos y no me parece la actitud de una mujer de 36 años, profesional y madre de un joven de 18 años (mi nieto) pues ante todo cualquier persona en su sano juicio sabe que ni los gatos ni los perros hablan, que tal vez puedan entender algunas voces o comandos, que pueden acudir a nuestra llamada, pero nunca podrán responderle!!!! Otras veces la escucho cuando llega una gata del vecindario y la recibe con un gran cariño, como nunca me ha recibido a mí en toda su vida, y casi llorando le dice que le cuente dónde estaba y que por qué no había venido… yo no veo como muy normal ese diálogo-monólogo con un felino… por una adulta.

Ella se comporta conmigo como si viese en mí a su peor enemigo, siempre a la defensiva, siempre objetando cualquier comentario o apreciación que yo pueda emitir, ella está allí para refutarla. Cuando se me ocurre pedirle un favor nunca puede, siempre está o muy ocupada o muy cansada y durmiendo. Siempre se siente mal, le duele la cabeza, siempre tiene gripe (ella dice que es alergia)... solamente cuando a ella le conviene o cuando desea cobrarme la comida (porque yo pago diariamente mi único plato de comida) se ofrece para saber si quiero comprar algo...
Me reclama por el agua que uso, llegando al extremo que le insinué que yo podía colaborar con el  pago de la cisterna de agua y me respondió que no pues así no podría ella administrar el consumo de agua!!!!!! Yo le respondí que mi colaboración sería desinteresada y que ella seguiría siendo la “dueña” del agua… pero insistió que no quería que yo pagara el agua; entonces se me ocurrió decirle que al menos me permitiera cancelar el costo de uno de los tobos (de mi propiedad por cierto) y así poder usar tranquilo esa agua y quedó en sacar la cuenta de lo que yo debía pagar… al rato se me acercó y me dijo que llamó al que le vende el agua y que el tobo costaba cinco mil bolívares… yo accedí a pagarle cuando se haga efectivo un deposito que me hicieron y ya me ha preguntado un par de veces que si ya le hice la transferencia, cuando la que paga el agua es Gretty que es la que trabaja y no ella que no produce ni medio para la casa… esto lo cuento y no lo creen… y al escribirlo parece sacado de un sketch de radio rochela (programa de humor) o de un guión del teatro de lo absurdo…

No permite que yo pueda cocinarme algo, solo he logrado que me permita hacer mi café y siempre está pendiente para ver lo que hago como un policía y peor que una perra de presa, siempre al acecho; al escuchar un ruido en la cocina viene corriendo desde donde se encuentre para chequear que estoy haciendo. Hay veces en que no me ha provocado comer por alguna razón y cuando le pregunto más tarde que si me puedo servir, comienza a darme excusas para evitar que me sirva yo mismo… He podido constatar que me ha negado un poco de arroz, que yo he comprado, para luego ver los platos de los gatos llenos de arroz… es decir que prefiere darle comida a sus gatos que a su papá; es la actitud más miserable que yo haya podido ver en algún ser humano, es como si yo la hubiese puesto a pasar hambre cuando era niña… o como alguien que ha pasado hambre durante mucho tiempo y trata de preservar lo poco que tiene para su subsistencia y la de sus mascotas. Pero esa actitud es solo conmigo, pues cuando vienen los amigos de Luis Manuel es esplendida y magnánima en sus atenciones con ellos como lo he podido evidenciar. Incluso con el agua, deja que gasten lo que sea sin ningún inconveniente. Su actitud miserable con la comida no es de ahorita en el año 2017, ya que en el año 1.999 cuando estuve un tiempo en Barinas y ella también vivía allí con su esposo, tenía esa misma actitud mezquina y miserable con la comida y lo traigo a colación para que no se piense que su actitud actual se debe a los graves problemas que afrontamos los venezolanos en estos días de desabastecimiento y carestía. Yo realmente no recordaba ese detalle de 1.999, pero escribiendo me vino a la memoria como me negaba la comida y dejaba instrucciones a una empleada que tenía, que no dejara que yo tocara las ollas hasta que ella no llegara… cositas que había olvidado y que este relato se encargó de que salieran nuevamente en mis recuerdos no gratos que siempre trato de olvidar, tal vez como una manera de protegerme y de no guardar resentimientos contra nadie. También viene a mí memoria que después de ese gesto de mezquindad de su parte, al llegar yo a Caracas (año 2000) y comenzar a trabajar, lo primero que hice fue comprar unas cajas de comida que vendían en Makro, que venían varios productos ya preparados en una caja (como un “CLAP” pero privado), y se las enviaba a Barinas como ayuda a su presupuesto alimenticio y tal vez como una disimulada respuesta a su actitud mezquina y miserable cuando estuve en su casa. (será que no recuerda eso tampoco…)

Pero ella tiene otra faceta por Facebook, donde se manifiesta como una mujer piadosa y Mariana (devota de la virgen María), como una hija amorosa, con dulces comentarios... Todo un tratado de doble personalidad o bipolaridad (no sé cuál de las dos) para ser evaluado por los mejores especialistas de la psiquis humana.

Un comentario especial es su comportamiento con sus adorados gatos, que ya desearía yo que me diese ese mismo trato a mí, incluso le he dicho bromeando (pero en serio) que me provocaría ponerme un disfraz de gato para que me trate con el mismo cariño que trata a sus gatos. Es algo “muy loco” por decirlo de alguna manera esa relación con sus mininos, a los cuales les habla como si en realidad ellos le pudiesen entender, les pregunta, les responde, casi siempre con un gran cariño (que ya quisiera yo lo expresara hacia mi), a veces los regaña y luego les pide perdón, yo escucho y pienso que está hablando con otra persona y es con los felinos, los mantiene encerrados en un cuarto por largos períodos y cuando los deja salir es una tortura tanto por el comportamiento de los depredadores que se abalanzan sobre cualquier cosa que les parezca comestible o por sus maullidos insistentes reclamando que se les de lo que uno esté comiendo (y cuide usted que se le ocurra a alguien objetar ese desagradable comportamiento de los mininos...) y es incómodo por los gritos y alaridos que pega Vanessa para llamarlos cuando salen al patio o cuando escucha alguna pelea entre otros gatos. Además de los tres “hijos” felinos que tiene en casa, alimenta y mantiene a dos gatas más, como adoptadas, según sus propias palabras y bajo el mismo régimen de inmunidad y licencia para caminar y subirse por donde quieran, sobre los muebles que los tienen destrozados con sus garras, sobre la mesa de comer, sobre la cocina donde se prepara la comida, en una actitud depredadora (como su naturaleza) desmedida, brincando sobre uno o maullando desaforadamente para solicitar se les de comida, algo realmente detestable incluso para los que gustan y quieren a los animales (como es mi caso) pues lo considero de muy mala educación y que no tiene que ver con el amor hacia los animales.

Yo siempre he tenido animales y mascotas, y de allí debe venirle ese amor por los animales a Vanessa, pero todo debe tener sus límites y sus normas. Yo no puedo concebir que una persona que esté cocinando tenga un gato cargado mientras cocina, o que alguien con una “alergia” crónica de estornudos y constipación nasal se la pase constantemente besando y apurruñando a los gatitos, o que una persona como Vanessa con serios problemas dermatológicos en las manos y con problemas graves de agua para el aseo personal, esté manipulando todos los días la tierra con el excremento de los gatos sin ninguna protección y a sabiendas que no tiene agua en abundancia para hacerse un lavado eficiente de las manos... eso es algo nauseabundo y repulsivo; no puede ser que en mi caso tuve que decidir comer encerrado en un cuarto, cosa que detesto, para evitar ser sometido a la acción depredadora e incontrolada de los gatitos a la hora de la comida, los cuales se vuelven como locos y saltan sobre la mesa sin el más mínimo recato ni el más pequeño “control” de parte de su mamá gata (Vanessa), quién solo dice con orgullo gatuno “es que ellos son un poquito intensos”... no me joda... (perdón pero se me salió) lo que son es unos lambucios, hambrientos y mal educados...

Durante los episodios de ira y de humillación a que me somete Vanessa, debo callar y dejarla que exprese toda su amargura, sus incoherencias, su enajenación mental, como lo hace también con su mamá. Yo tengo que quedarme callado ante la actitud agresiva y desconsiderada de Vanessa, pues no me encuentro en condición ni física ni anímica de mantener polémicas con nadie y mucho menos con una mujer fuera de sus cabales, pero como no deseo quedarme con ese amargo sabor entre mi pecho, me permito escribir el siguiente párrafo en primera persona y expresamente dirigido a Vanessa Josefina de La Coromoto:

“Malagradecida o DESAGRADECIDA tu Vanessa Josefina con tu Papá, que te vio nacer, que te dio amor, te dio vivienda, te alimentó, te vistió, el que te compró pañales y Leche, te compró medicinas y pago todos tus servicios médicos, te compró juguetes en cantidad (no lo recuerdas), el que te educó, el que te consintió como su más preciado tesoro… te di todo lo que necesitabas y más… durante 12 años de manera ininterrumpida y luego te seguí ayudando periódicamente aun estando ya casada y luego divorciada, fui yo quién te pagó tus estudios universitarios después de divorciada, quién te ayudó cuando más lo necesitabas…
Y tú me echas en cara tu miserable ayuda de CUATRO MESES, que realmente ha sido más ayuda de tu mamá que tuya, pues esta casa es de tu Mamá y no tuya, la comida la compramos entre tu mamá y yo, pues tu no trabajas y no aportas ni “medio”, lo que haces es cocinar y joder con tu manada de gatos. Eres tan caradura que a cada momento me preguntas que con cuanto voy a colaborar para la comida, ¿COMIDA? el mísero plato que acostumbras servirme…
Un solo plato de comida al día, pues en la noche haces todo lo posible para negarme la comida, aunque sea un poquito de arroz, el cuál prefieres dárselo a tus gatos como he podido evidenciar yo cuando salgo de la habitación en las noches.
Y ahora pretendes cobrarme hasta el agua que paga Tu Mamá y con quién yo he colaborado en varias oportunidades al momento de pagar la cisterna… No me jodas Mal Nacida… En cuatro meses te he visto limpiar la casa un par de veces y has sido incapaz de al menos barrer el cuarto dónde duermo.

Vanessa Josefina de La Coromoto eres el ser más Irascible y despreciable que yo haya podido conocer, y aunque por las circunstancias que vivo estoy impedido de decírtelo en tu cara, al menos lo estoy escribiendo, y así aparte de drenar mi indignación y mi dolor, me queda la ilusión que algún día cuando ya no esté yo aquí, puedas leer estas líneas dedicadas a tu persona.
Me has maltratado y humillado aun sabiendo que además de tu padre, soy un hombre viejo y enfermo, eso lo sabes muy bien pues me has acompañado a mis consultas y en muchas oportunidades me has buscado mis medicinas, o sea que estás (o deberías estar) consciente de mi precaria condición de salud, una condición degenerativa y prácticamente en su etapa terminal; sabes que me quedé sin casa y sin trabajo, sabes que estoy aquí porque no tenía otra opción a dónde ir y además les pedí su aprobación antes de venirme… o no recuerdas mis llamadas desde Santo Domingo y mi insistencia en hablar con tu mamá para saber si yo podía contar con su aprobación para mí traslado?
Sabes que me estoy muriendo y sabes que no hay otro lugar a dónde pueda irme… entonces me pregunto yo: ¿dónde está tu amor de hija? O tu amor y solidaridad con el prójimo en desgracia? ¿Dónde está la caridad Cristiana?
De que te sirven tantos rezos y clases de catecismo? Tanta música cristiana todo el día? Es que acaso esa solidaridad incondicional con tus gatos te agotó la capacidad de tener empatía y solidaridad con un familiar (tu papá) que está en desgracia y sin más opciones? Explícame o explícate tú misma: ¿cómo puede ser posible tanta humillación, tanta miseria y tanta maldad en contra de una persona que sabes muy bien en las condiciones en que se encuentra? Dentro de lo que llamamos unos “parámetros estándar de conducta” yo no tengo respuesta a estas interrogantes, así que las respuestas deben estar entonces por fuera  de esa conducta estándar.
Yo estoy convencido que tienes serios problemas mentales, problemas graves que te hacen perder los estribos, que te hacen actuar como una energúmena, por ejemplo recuerdas el incidente con unas pantaletas tuyas que usó tú mamá? y por lo cual la llamaste para insultarla y amenazarla con irte de la casa… No soy psicólogo ni psiquiatra, pero sé que tú los has visitado (igual que yo) lo que no es nada malo en sí, lo malo es que no seas consecuente con tus citas y con los medicamentos que puedas requerir para tú ayuda y mejoría.   La magnitud de tu perturbación es tan grande que tal vez te impidan ser objetiva y ver los acontecimientos como en realidad sucedieron, pero me queda la satisfacción de escribirlos para la posteridad y así quede constancia de lo que me tocó vivir a tu lado en estos últimos meses del año 2017.”

Al terminar este párrafo, asqueado y devastado por la miserable condición de los seres que me rodean y de la mía propia, solo puedo ratificar lo que no me canso de repetir: “No Hay Peor Cuña que La del Mismo Palo”

Tengo una gran preocupación que me genera mucha ansiedad y es sobre cómo podrá afectar a mi salud la condición de encierro e insalubridad en que me encuentro en estos últimos días, sin agua, y la poca que hay está almacenada en pésimas condiciones higiénicas, sin poder lavarme las manos y la boca como se acostumbra normalmente, bañándome con una perola de agua cada 6 o 7 días cuando se me hace insoportable mi propio mal olor, orinando en una botella plástica y soportando el nauseabundo olor que sale al abrirla, tratando de aguantar las ganas de evacuar hasta por tres o cuatro días, rodeado de insectos: cucarachas, zancudos, acosado por una pandilla de gatos maleducados y hambrientos que dejan sus pelos y sus microbios por toda la cocina y por el comedor, se suben sobre los platos, sobre la comida cuando la están preparando, en fin las peores condiciones sanitarias para una persona Inmunosuprimida y creo que para alguien Inmunocompetente y sano tampoco son nada recomendables. No puedo lavar mi ropa, pues debo llevarla a una lavandería y la situación de los elevados precios me ha impedido seguirla lavando. En cuatro meses no he podido cambiar las sabanas ni las fundas de la colchoneta donde duermo y estando en un clima como el de Barinas podrán considerar lo que eso significa.
Trato de no pensar mucho en todo esto y simplemente ACEPTAR lo que me está pasando como parte de mi REALIDAD sin caer en la confrontación interna o el rechazo, pero realmente no sé hasta cuando lo pueda resistir…

He pensado (y sigo pensando) que al comenzar el deterioro físico que se puede preveer de seguir en estas condiciones insalubres de vida, en este ambiente malsano, debería preparar un maletín e irme al Hospital de Mérida (HULA) por ser el más cercano de dónde me encuentro, pues la opción de irme al Hospital Clínico Universitario de Caracas, dónde he estado hospitalizado y dónde tienen toda mi historia clínica, la he descartado por la información que me llega de buena fuente: no tienen medicamentos, no hay comida para los pacientes, las salas de hospitalización de infectología están diezmadas por la tuberculosís, los pacientes mueren como “moscas”… en fin un panorama nada alentador y que me hace aferrarme a la única opción que tengo y seguir aguantando aquí en Barinas hasta que pueda, pues estoy seguro que la realidad del HULA de Mérida no debe ser muy diferente a la del Clínico de Caracas.

La realidad es que la Salud Pública en el país está colapsada, está destrozada como todo el país en general, la infraestructura de los hospitales está “en el suelo”, no hay medicamentos, ni los medicamentos de alto costo para tratamiento de VIH-Sida o Cáncer, ni tampoco antibióticos o antihipertensivos, alcohol o guantes de latex… no hay NADA y los pacientes deben comprar todo a unos precios exorbitantes cuando tienen la suerte de conseguirlos y contar con los recursos para adquirirlos.

Todo esto pareciera ratificar la tesis de muchos disidentes o de los creyentes en la "teoría de la conspiración", quienes coinciden en afirmar que en lugar de ciudadanos sanos y pacientes con patologías “benignas” o tratables a un menor costo, la conveniencia es tener pacientes en fases terminales, donde los gastos en medicamentos y otros recursos hospitalarios para su atención superan con creces cualquier estimación versus la medicina preventiva, con una atención oportuna y con pacientes que pueden ser realmente “recuperados” y no convertir a nuestros profesionales de la medicina en simples "matasanos"... unos mercaderes de la salud... donde los verdaderos favorecidos son las grandes transnacionales y laboratorios que producen costosos medicamentos, que en la mayoría de los casos solo logran “alargar la agonía” de los pacientes sin resultados satisfactorios y mucho menos logran darle una calidad de vida a los pacientes, y solo consiguen incrementar sus astronómicas utilidades en la comercialización de dichos productos e insumos. Y a esta situación no escapan ni los centros de salud pública y mucho menos los centros o clínicas privadas, pues en un centro médico privado la situación no es muy diferente y la atención será "directamente proporcional" a la cobertura del seguro médico y a la "buena disposición" del médico de turno... con algunas excepciones, porque las hay, pero son la minoría... pues parece que muchos de los que eligieron la profesión médica no realizaron o se olvidaron del juramento Hipocratico ... si es que lo hicieron, y hay otros que parecieran darse cuenta después de años de estudio, que esa no era su "verdadera vocación" !!!! NO me JODAN !!!!!

Que tenemos graves distorsiones en nuestra economía, no es un secreto para nadieque tenemos serios problemas de abastecimiento y distribución de los bienes esenciales para nuestra poblaciónes muy cierto y no podemos tratar de "ocultar el sol con un dedo"...


Yo estoy muriendo de hambre... por falta de trabajo, pues aunque soy un profesional universitario, no existen fuentes de trabajo para personas de mi edad (>50 años) y mucho menos con mi condición de Seropositivo... Estoy muriendo de hambre por falta de un ingreso sustentable, por el aislamiento producto de mi condición, me está matando la soledad... por el Estigma Social, por el rechazo al que me he visto sometido en estos últimos tiempos, estoy muriendo de hambre, pues al estar sin trabajo no soy capaz de generar unos ingresos que me permitan cubrir mis necesidades básicas... 
Eventualmente cuento con la colaboración de mi padre, una persona de más de 80 años de edad, con una modesta pensión como servidor público durante 30 años, quién colabora con una ayuda económica que debo distribuir entre medicamentos y algunos escasos alimentos...

Ya no tengo fuerzas para seguir "peregrinando" por las instituciones gubernamentales que deberían velar por nuestros derechos y mucho menos para salir a generar algún ingreso adicional, como solía hacerlo hasta hace poco para ganarme el sustento y sentirme "productivo"...

Es curioso, pero reflexionando sobre mi situación, recuerdo cuando estuve hospitalizado un par de veces producto de una Tuberculosis que se me presentó en el año 2007 la cuál deterioró significativamente mi condición de salud... en ese momento aparecieron algunos familiares y amigos, incluso oponiéndose a mi negativa, pues en ese momento no deseaba que nadie me viese en la condición que me encontraba y solo deseaba morir en paz. Incluso apareció mi ex pareja ... pareciera que más que para ayudarme, hicieron acto de presencia, en la seguridad de que mi muerte era inminente, para quedar bien consigo mismos y con la "sociedad"... (o sus conciencias)... para acallar sus eventuales remordimientos y aparecer como "solidarios" colaboradores al momento de mi muerte física... pero ahora cuando más los necesito nadie aparece !!!!!

El Ser humano es extraño…
Se pelea con los vivos y lleva flores para los muertos.
Lanza a los vivos a la calle y pide “un buen lugar para los muertos”.
Se aparta de los vivos y se mira desesperado cuando estos mueren.
Queda años sin conversar con un vivo y se disculpa y hace homenajes cuando este muere.
No tiene tiempo para visitar al vivo, más tiene todo el día para ir al velorio del muerto.

No entiendo porque es necesario que uno caiga hospitalizado en las peores condiciones de salud, para que se activen todos los mecanismos de la atención médica e incluso para que se despierte la "solidaridad" familiar hasta ese momento ausente, cuando ya no queda mucho por hacer!!!! Será esa una condición natural en el ser humano de esta corrompida y putrefacta sociedad de hipócritas, egoístas e indolentes...

A mí me mató la falta de solidaridad humana, la ausencia familiar, salvo la excepción de mi querido y anciano Padre, quién ha vuelto a asignarme desde mediados de este año 2017, una valiosa ayuda sin la cual no podría sobrevivir y todo sería inviable…  por familiar me refiero a mi hermano y a mi hermana, quienes disfrutan de una holgada posición económica, de quienes realmente no tengo mucho que esperar pues ya es por mi conocida la actitud con su propia Madre, quién los parió y les dio “el Ser que tienen” (como decía ella misma) y ya sabemos de su indiferencia y apatía hacia ella en sus últimos años de vida…, tal vez pienso en otros familiares cercanos a quienes mi Padre siempre apoyó económicamente y que pudiesen demostrar ahora su agradecimiento en mi persona, ya que gracias a Dios mi Papá no la necesita. Hablando de esto debo mencionar, pues tampoco he tenido oportunidad de hacerlo con él directamente, que agradezco de todo corazón esa ayuda económica de mi Padre, no obstante en las condiciones infrahumanas en que me encuentro, hubiese preferido que me ofreciera una habitación en su casa de Valle de La Pascua en lugar de los 100 mil bolívares que me acaba de depositar en el banco…
Recuerdo que recién llegado del páramo, por allá en el mes de Mayo, me atreví a llamarlo para plantearle la posibilidad de ir a pasar unos días con él en Valle de La Pascua, y de inmediato me respondió que en ese momento estaba complicado y que él me avisaría en el mes de Julio… llamada que aún en Noviembre 2017 sigo esperando…  Pero bueno esto es lo que me tocó vivir y así debo Aceptarlo. 

A mí me está matando la indiferencia de mis semejantes, y no mi condición de Vida, EL VIH-SIDAcon el cuál había logrado una especie de "simbiosis" o convivencia, un acuerdo tácito: 
"Tú no me matas y yo te mantengo como mi huésped" y así podemos convivir en perfecta armonía hasta que El Señor decida lo que tenga que decidir...

Viendo mi vida en retrospectiva, recuerdo que ante cualquier quebranto o malestar de algún familiar o amigo, yo solía acudir sin demora, al menos para hacer acto físico con mi presencia, aunque mi "ayuda" se limitara solo a eso…a mí simple presencia... como demostración de solidaridad y preocupación por la situación por la que estuviesen pasando. Eso me hace pensar que si soy una buena persona o al menos solidario con el prójimo…
E incluso en algunas oportunidades llegué a trasladar a algún conocido o “amigo” hasta un centro asistencial, a donde algún médico solidario para que le brindarán atención de emergencia para paliar su dolencia. Y lo hacía sin esperar nada a cambio, simplemente como una demostración de afecto, de cariño, de preocupación, de verdadera amistad o solidaridad... Yo no tuve esa misma suerte…

"COSAS VEREDES AMIGO SANCHO"
SE CANSA UNO...

"PARECIERA MEJOR MORIR CON DIGNIDAD A SEGUIR  VIVIENDO EN LA MISERIA"...


Bueno creo que ya es suficiente, ya he escrito muchas líneas sobre la miseria en que me encuentro rodeado y sobre todas esas cosas desagradables que me han tocado vivir a mi regreso del páramo, de dónde nunca debí regresar.

Ahora quiero pasar a mencionar un evento muy gratificante y alentador que me ocurrió durante mi último trabajo, en mis guardias de recepcionista en el Hotel. Un día estando conectado por Facebook en los días más calientes de los recientes disturbios en Caracas y muchas ciudades del país, durante los meses de Junio y Julio de este año, alguien hizo una pregunta sobre un lugar que estaban reseñando unos acontecimientos y como yo conocía bien el sitio le respondí gentilmente a esa persona sin saber de quién se trataba; desde allí comenzamos a intercambiar saludos, luego nos hicimos “Amigos” por FB para poder tener acceso a la información de cada quién como se acostumbra en esa red social. Con el pasar de los días la comunicación se fue haciendo cada día más fluida y amena, al punto que sentía una gran familiaridad con esa persona, como si la conociera de toda la vida, o de otra vida anterior, como le comenté bromeando un día a mi nueva Amiga. Así fueron pasando los días, y seguíamos comunicándonos con frecuencia, casi todos los días, hablábamos (escribíamos) sobre nuestros gustos, nuestras familias, estudios, situación política de ambos países, pues mi Amiga es venezolana pero vive en Florida, USA dónde tiene muchos años residenciada pero mantiene el interés por su país. El hecho es que la comunicación era tan agradable que llegaba a extrañarla cuando no nos comunicábamos, si así como suena, extrañar a alguien que no conoces personalmente y que apenas había visto un par de fotos en su muro. Sin ella saberlo se fue convirtiendo en una gran amiga, en una gran compañía en medio de todo lo que significaba mi desagradable estadía en Barinas, así que ansiaba por que llegara el momento para poder comunicarnos. Mi nueva Amiga también me manifestó su agrado por nuestra comunicación y como disfrutaba chatear conmigo e incluso llegamos a ponernos de acuerdo para llevar nuestra comunicación a un nivel menos impersonal y comunicarnos por Skype. Le dí mis datos y mi número telefónico para que me agregara a su cuenta de Skype y quedamos en comunicarnos un fin de semana, que es cuando está menos ocupada en su trabajo. Eso realmente me ilusionó muchísimo, pues me permitiría escuchar la voz de esa persona maravillosa que había (sin saberlo) iluminado mis tristes días en Barinas.

10 de Octubre (10 / 10) he perdido toda ilusión y toda esperanza de vida, me quedé sin trabajo… !!! mi “tabla de salvación” se hundió… mi último trabajo en estos cuatro meses en Barinas, lo que me mantenía la ilusión de VIVIR!!! De estar ocupado y productivo se acabó… me despidieron “sin aviso y sin protesto”, no sé porque razón ni tampoco tengo interés en averiguarlo, pues la decisión vino de parte de una persona que nunca vio con buenos ojos mi incorporación al equipo de trabajo en el hotel.  Solo sé que ese trabajo era la última oportunidad de sobrevivir que tenía en esta situación en que me encuentro, y cuando digo sobrevivir no me refiero al hecho del salario, que siempre ayuda, si no a la posibilidad de estar ocupado y sentirme productivo, y salir de este encierro y de esta insalubridad en que me encuentro. Durante mi jornada de trabajo podía disfrutar de un ambiente despejado, pulcro y limpio, tenía una habitación y un baño a mi entera disposición, había aceptado trabajar una extensa jornada de más de 14 horas seguidas con la única intención de mantenerme alejado de este confinamiento a que estoy sometido en la casa de Vanessa, no por el salario, pues no me pagaban las horas extras y solo me pagaban 8 horas de trabajo, pero prefería estar trabajando a estar aquí metido entre cuatro paredes y en las peores condiciones que un ser humano pueda resistir.

Desde el martes 10 de Octubre (10/10) me encuentro sumergido en la más profunda de las depresiones y encerrado en mi celda, no se cuanto más pueda resistir y solo pido a Dios que se apiade de mí y le ponga fin a este suplicio y sufrimiento. Si acaso no son escuchadas mis plegarias ya tengo lista la soga con la que pondré fin a todos mis infortunios…solo espero el momento y el lugar más adecuado para abrir la puerta que me permita salir de esta maldita existencia. Ya no me importa más nada, ya no tengo más pendientes… solo quiero desaparecer y dejar que todos mis tormentos y todos mi pesares queden libres de mi persona y así tengan que buscar otro “paciente”… otro cuerpo donde habitar y donde hacer su “trabajo”…


Pero todavía continúan las sorpresas desagradables, de las peores, de las que uno nunca quisiera enterarse,,, esta FUCKING LIFE sigue con sus designios... siguen los "pendientes"... 


MI HERMANO ARTURO R. SAYAGO PEREZ

En esta vida tenemos la familia consanguínea, que es la que sin haber elegido nos une a ella los lazos del parentesco o de la sangre. En mi caso tengo tres hermanas y un hermano unidos por la “sangre”. También tenemos amistades entrañables e imperecederas que nos acompañan durante buena parte de nuestra existencia y a los que a veces nos une un vínculo más grande e indisoluble que el parentesco familiar, nos une una Eterna Fraternidad, una estrecha solidaridad por los lazos tejidos con una verdadera Amistad.
Los llamamos nuestros “Mejores Amigos”, amigos que son en definitiva "La Familia que nosotros elegimos", como es el caso de mi Hermano querido Arturo Sayago, a quién me unen casi 40 años de hermandad y fraternidad a toda prueba.

Lo conocí en Octubre de 1978, comenzando la Universidad en la Unellez en Barinas, me lo presentó otro caraqueño llamado Luis Soto y sin conocernos nos unió de inmediato nuestro origen caraqueño y el ser hijos de militares del mismo componente (F.A.C.–G.N.) aunque su apariencia no lo indicaba así (hijo de un alto oficial), por su manera irreverente de ser…
con una abundante cabellera ensortijada que le llegaba hasta los hombros, siempre alegre y enérgico, andaba bien vestido, siempre a la moda y por el calor de Barinas acostumbraba a usar las camisas de las pijamas para ir a la Uni, lo cual convirtió en una moda entre varios compañeros, que comenzamos a vestir igual que él. Junto con los cuadernos siempre llevaba su balón de Football Americano y fue él quien me enseño a lanzarlo. Siempre tenía acceso a lo último que había salido de música en USA y yo esperaba con mucho interés para poder regrabar sus excelentes cassettes, de una calidad de sonido inigualable pues los ecualizaba en su ecualizador Clárion y la condición “sine qua non” de que debían ser de marca TDK Super Avilyn… sus preferidos. Son muchísimas anécdotas que conservo en la memoria, como las cajas de Toronto, que compraba completas y las tenía guardadas en el freezzer de la nevera de la residencia donde vivía en Barinas y las sacaba cuando estábamos estudiando para nuestro deleite. También recuerdo cuando comprábamos las botellas de Gin Tanqueray y de Whisky Black Label "12 years" para celebrar la llegada del viernes o para ir a la playa.
La afición al cine era compartida por ambos y disfrutamos juntos de las grandes producciones que se realizaban a finales de los años ’70 y comienzos de los ’80, en especial el culto a la saga de Star Wars y a todos sus personajes y música. Después tomamos rumbos diferentes, Arturito se marchó a terminar su carrera en USA y yo a Caracas donde comencé a trabajar en la industria química; pero nunca perdimos el contacto y siempre teníamos muy gratos reencuentros e imborrables vivencias y muchísimas peripecias.
Hay canciones que al escucharlas las asociamos a personas de nuestros más cercanos afectos y ese es el caso de esta canción con mi hermano Arturito; pues la primera vez que escuché esta hermosa canción “Eye in the Sky” de Alan Parsons Project, fue por su recomendación, en su casa de Macaracuay, por allá a comienzos de los años '80, hace más de 35 años, y siempre que la oigo me viene a la mente la imagen de mi hermanito Arturito con su característica expresividad y dinamismo, siempre enérgico y contestatario, tan efusivo como áspero según fuese el caso, amante del Chocolate y del mejor Café, de la buena música y el mejor "Sonido"... eterno Nadador y Deportista, excelente Conversador, todo un personaje digno de admiración, por su inteligencia, sus amplios conocimientos sobre cualquier tema y sus "creencias" de No creyente... El día 20 de Enero siempre recordaba tu cumpleaños pero debía ser cauteloso en mi manera de felicitarte y de abordar tal fecha.
Un Amigo incondicional y solidario ante cualquier situación adversa que se presentara, siempre dispuesto a ayudar, tanto como a polemizar sobre algún tema que pusiéramos "sobre el tapete"... Tuvimos también desavenencias como todos los hermanos, pero sin que estas llegaran a socavar o a erosionar nuestra fraternidad a toda prueba.
Nunca olvidaré su apoyo incondicional cuando en 1993 me separé de mi primera esposa, y aunque fue una decisión que yo creía desear, al verme solo, sin mi hijita, sin mi esposa, sin mi perrita, sin TODO lo que representaba mi estabilidad y mi hogar, me sumí en una gran depresión y angustia… y él siempre estuvo allí para sacarme de mi encierro, para invitarme a jugar tennis o llevarme a su casa de playa en Paparo, para regañarme cuando debió hacerlo o para llevarme comida de su negocio MetroEmpanada para compartir un desayuno dominical con prensa incluida, en fin para motivarme a seguir adelante, como no lo hizo nadie más. Como olvidarlo… De igual manera en estos últimos tiempos, aunque tú estabas en USA y yo en Venezuela, siempre estuviste muy pendiente de mi salud; y si pasábamos varios días sin comunicarnos comenzabas de inmediato a enviarme mensajes por todas las vías: whatsapp, facebook, escribiendo "Hey, Hey, Hey" lo cual me alegraba en mis tristes momentos y me hacía sentir que alguien aún se preocupaba por mí. Incluso llegaste a regalarme, sin haberlo pedido, un Smartphone de una calidad superior al mío para facilitar nuestra comunicación. Eras el hermano menor que cualquiera desearía tener...

Hace un par de días me enteré del grave problema de vida o muerte al que te enfrentabas producto de un aneurisma en la aorta. Desde ese momento he estado rezando, cosa que como es sabido no era de tu agrado, rezaba por tu recuperación y salud, por la iluminación Divina a tus médicos, pensando que cuando te recuperaras y volvieramos a hablar, te echaría broma diciendo que ahora estás en deuda con los de mi “bando” jejeje!!! Con mis Santos Protectores que lograron auxiliarte en tu impasse de salud y en tu recuperación y por supuesto no deje de invocar a nuestra FORCE para que todos vinieran en tu auxilio… pues te lo merecías mi pana.

Pero no fue así “Pajarito”, una ruptura masiva de la Aorta se encargó de apagar todas mis esperanzas y tu vida misma. Ahorita estoy leyendo que falleciste la noche del Lunes 06 de Noviembre a las 09:30 pm. pues decidieron que no había nada que se pudiera hacer y te desconectaron…  y no lo quiero creer… NO puede ser Coño, como se te ocurrió apresurar ese viaje, quién te dio permiso para mudarte sin despedirte… así no más… eso no se hace mi hermanito querido y solo lo perdono por tratarse de ti y considerar que esta es una más de tus irreverentes conductas, de tus sorpresivas ocurrencias… no me resigno a saber que simplemente te me adelantaste y que pronto estaremos nuevamente juntos, conversando sobre Astronautas y misiones espaciales, sobre física cuántica o Aeronáutica, sobre deportes, música o películas, sobre historia o geopolítica… sobre cualquier vaina chico! pues contigo se podía hablar sobre lo humano y lo divino…
Tengo el corazón destrozado Bro pues nunca me imaginé escribiendo estas líneas sobre tu intempestiva mudanza Arturo Rodolfo (nunca te gustó que te dijera tus dos nombres y lo hago porque estoy arrecho con tu partida…), solo me consuela saber que ya estás reunido con tu amada Mamá, con la Sra. Beatriz Perez de Sayago y que puedas comprobar que ya cesaron todos sus terribles dolores, pues recuerdo como sufriste tú durante sus largos padecimientos de salud, dolencias, su gravedad y fallecimiento.
Vienen a mi mente tantos recuerdos y se empañan mis lentes sin estar lloviendo… coño carajito cuanto te voy a extrañar!!!! Me van a hacer mucha falta tus "Hey" "Hey" "Hey" !!!... Ya no tengo a quién preguntarle las cosas que no entienda... Me dejaste Huérfano de mi hermano del Alma, de un Gran Hermano Menor insustituible y eso no es cualquier cosa carajo...
Desde la fatídica noche del lunes, cuando me enteré de tu fallecimiento me acuesto con un solo pensamiento en mi mente, con el deseo de encontrarme pronto contigo; en mis pensamientos te pregunto que dónde estás y que me digas quién tenía razón en nuestras diferentes creencias, ¿acaso existe una vida mejor después de esta? de acuerdo a mis creencias religiosas; o todo se acaba en el momento de nuestro último suspiro? Como lo creen muchos científicos, y como lo aclaró recientemente la esposa de nuestro admirado Carl Sagan cuando escribió: “Yo estoy segura que más nunca volveré a ver a Carl…” y que ahora caigo en cuenta que no llegamos a conversar sobre esa entrevista.
Salgo al patio trasero a mirar el cielo y te llamo como un carajito llamando a su hermanito: ¿dónde estás Arturito? Dame una sola señal de que estás allá arriba y de que vas rumbo a esa otra Galaxia de la que tanto hablamos…
Siempre te voy a recordar mi Hermano Querido y quiero creer que ahora estás feliz con tu Mamá, o en el mejor de los casos que ahora eres ese “Eye in The Sky” … eres pura Luz y Energía, ahora podrás ir hasta esa Galaxia que está a muchos años luz de aquí, sin límites y sin fronteras, a la velocidad de la Luz… así que Buen Viaje Arturito y que la Fuerza esté contigo Campeón!!!

THE FORCE BE WITH YOU ALWAYS Dear Brother
 
Te Quiero Mucho Arturito!!!


VUELA ALTO, VUELA TRANQUILO Y RELAJADO, VUELA LIBRE...
FLY HIGH, FLY CALM AND RELAXED, FLY FREE...


A LA MEMORIA DE
ARTURO R. SAYAGO PÉREZ
20 de ENERO de 1961 / 06 de NOVIEMBRE de 2017

En la medida que se fue "alargando" el final del camino comencé a sentir que así como tenía oportunidad de arreglar algunos asuntos pendientes, también parecía que me faltaba "solventar" algunas deudas pendientes que debían ser canceladas antes de partir.

Me faltaba conocer lo que es vivir al lado de una persona irascible, intransigente y dominante como mi hija Vanessa, la cual sin saberlo, representa y emula lo peor de mi persona en su manera de ser y proceder.
Paradójicamente esta actitud de mi hija me permitió sentir en “carne propia” lo que debió sentir Mi Mamá y Papá al tener que estar a mi lado (oscuro) cuando regresé a vivir con ellos en el año 2.000, pues en ese momento mi Mamá vivía tranquila y a su manera y yo llegué a tratar de cambiar muchas cosas y a imponer mi estilo de vida sobre el de ella. Ahora es muy tarde ya pero igual les pido perdón Mamá y Papá por haberles perturbado su tranquilidad... 
Todo pareciera indicar que el Orden Divino es perfecto y "lo que aquí hacemos, aquí lo pagamos"...
Por eso no me canso de repetir que "No hay peor cuña que la del mismo palo"...

Me faltaba estar cerca de Gretty, mi primera esposa y madre de mi hija Vanessa, a quién siempre recordé como mi gran amor, no obstante haberme divorciado de ella hace más de 20 años, para darme cuenta que las personas cambian y no necesariamente son como uno las recuerda.

Me faltaba entender que el agradecimiento y la solidaridad incondicional solo existen en los seres elevados y altruistas, que no han sido permeados por la miseria y vileza que prevalecen hoy en día.

Al menos me queda la satisfacción de haberle conseguido un trabajo a Vanessa, sí a mi hija, a la protagonista de las groserías y humillaciones... a esa misma; pues mientras buscaba en la prensa alguna posible opción de un trabajo para mi, surgió uno que le sugerí para ver si le interesaba, aunque ella no se mostró muy entusiasmada le preparé y envié su resumen curricular, le dí dinero para que sacara la documentación requerida e incluso le pagué el taxi para ir a la entrevista. Pues con el favor de Dios la contrataron y ya tiene casi quince días trabajando. Solo le pido a Dios que la ilumine para que pueda responder eficientemente y que logre mantener ese trabajo en esta muy difícil situación en que nos encontramos. No todo es tan mierda como parece y con esto queda demostrado que yo no abrigo en mi corazón resentimiento contra aquellos que me agreden y ofenden sin ninguna razón.

10 de Noviembre tengo un mes sin trabajo, un mes encerrado en esta prisión, sin salir a la calle…, toda mi ropa está sucia y sin lavar, me he bañado si acaso un par de veces en todos estos días, estoy convertido en una verdadera piltrafa humana, en un deshecho, en lo que queda de mí. Mal alimentado, mal aseado, todo se pone malo.
No sé cuántos días más pueda soportar todo esto, pero sé que no serán muchos…

Estoy tratando de seguir las orientaciones de Eckhart Tolle sobre la Aceptación y es por eso que repito constantemente estas afirmaciones:

"La Aceptación de lo Inaceptable es la mayor fuente de gracia en este mundo"

"Lo que Aceptes completamente te hará sentir en Paz, incluyendo la aceptación de que no puedes aceptar, de que estás resistiéndote."

"Deja La Vida en Paz, Déjala Ser."

Le pido a Dios que me perdone por todos aquellos pecados que cometí en mi vida, por los que cometí por error o por omisión, los que cometí por ignorancia y por los pecados que pude haber cometido con premeditación y alevosía en contra de mis semejantes. Me arrepiento de todo corazón por todo el mal que pude haberle causado a todas las personas que de una u otra manera pude perjudicar con mis actos y con mis acciones, le ofrezco disculpas a mis seres queridos por mi proceder y mi manera de actuar, en fin a la humanidad entera por todo lo negativo y deleznable que pudo generar mi sola presencia en este mundo.

De igual manera perdono a todos aquellos que me ofendieron, que me engañaron o me maltrataron, a los que me calumniaron y a los que se aprovecharon de mi buena fe, a aquellos que me rechazaron por lo que creyeron que era o por lo que yo representaba para sus creencias… perdono a todos aquellos que pudiendo ayudarme o socorrerme me negaron su ayuda o miraron hacia otro lado para no ver mis penurias, perdono a la persona que me dejó sin trabajo a sabiendas que me estaba quitando la última oportunidad para sobrevivir…

A TOD@S los perdono por igual y no guardo ningún resentimiento en su contra y solo deseo Bendiciones para ell@s.

Vivir en el pasado no es vivir. ¡Vivir es aquí y ahora!

El Tiempo se agota, el pasado es pasado... y ya no me queda Futuro, solo un presente... un miserable y detestable Presente...

El Aquí y Ahora… lleno de penurias y carencias, de dolor, de humillación y de hambre...

No sé qué será de mi paupérrima existencia pero aquí estoy esperando que Dios se apiade de mí y me conceda el descanso eterno para así ponerle término a esta angustia en que se ha convertido mi vida…

Alguien escribió “La Muerte es una Bendición para el hombre enfermo y abandonado” pues viene a ponerle fin a una serie de penurias e interrogantes que en esta situación acompañan la miserable existencia… Ya no tendré que preguntarme más: ¿Qué será de mi mañana? ¿Qué comeré mañana? ¿Dónde dormiré? ¿Dónde me bañaré? Ni tampoco decir:
Tengo Hambre, Tengo Frío, Tengo Dolor, Tengo Miedo, Tengo razón, Tengo dudas…
(añadido en Julio 2022)

En vista de los recientes acontecimientos en esos días de marzo del año 2018, de la “Idus de marzo” (pero a la inversa), no creo que pueda seguir esperando por un desenlace tranquilo y pacífico de toda esta situación, pues los ataques desconsiderados y groseros por parte de Gretty no han cesado, lejos de eso se incrementan día a día con mayor odio y resentimiento, sin tener paz con la miseria, es algo que no creo que nadie pudiese soportar y si yo lo he soportado hasta hoy no ha sido por falta de auto estima o amor propio ni por falta de vergüenza, simplemente lo soporté pues no tenía otra opción a la cual acudir, así que o era este suplicio, el cual soporte de manera estoica y valiente durante varios meses (9 meses), teniendo siempre muy presente las palabras del Papa Francisco cuando dice que para ser verdaderamente Humildes debemos comenzar por aceptar las Humillaciones que nos propinen nuestros semejantes; pensando que mientras más me humillaban yo me fortalecía cada día más y que quienes me humillaban se hacían más miserables y viles ante los ojos del Señor, que mis humilladoras se empequeñecían con cada ofensa proferida contra mi persona, mientras yo al recibir sin quejarme tales ofensas crecía como ser humano y me dignificaba ante los ojos de nuestro Creador, de nuestro Padre Celestial.

Así que ante la disyuntiva de las ofensas y el suplicio o la muerte, y después de haber soportado las más viles humillaciones he optado por la vía de la muerte como una solución a todos mis problemas y a todos mis pesares. Ya es suficiente y creo haber demostrado suficiente humildad antes mis agresoras y ante Dios, así que solo queda la vía de la muerte, que será la vía de la liberación, de la resurrección, de un nuevo comienzo, la muerte será mi alivio, la muerte será Dios, pues mientras la humillación y el suplicio es la ausencia de Dios, la misma muerte será la plena presencia de Dios en mí.

No sé cuando daré este paso finalmente, pero siento que no falta mucho para optar por el “Fast-Track” por la “vía rápida” como siempre me gustó llamar a la acción de suicidarme, a la acción de ponerme la soga en el cuello y terminar con toda esta basura y miseria en que se convirtió mi vida en mis últimos días gracias al proceder de mi primera esposa, a la “mujer de mi vida” y a mi hija mayor, que ironía, que arrecha es la vida… que las personas más cercanas a tus afectos sean precisamente las que se encargaron de hacerte de “cuadritos” tus últimos días, se cumple aquel dicho:

que las personas más cercanas, las que más nos conocen terminan siendo nuestros peores enemigos”… que aquellas con mayor grado de consanguinidad y afectividad hubiesen sido las que me impulsaron a tomar la fatal decisión de terminar mi vida de esta manera…


Sábado 06 de octubre de 2018

Después de transitar durante casi seis meses en un aparente “mar de calma”, moviéndome en mi travesía por senderos duros pero superables, dónde si bien es cierto hubo escasez de provisiones y de medicinas, a lo cuál me he ido acostumbrando, también pude solucionar algunas carencias gracias a la bondadosa y caritativa ayuda de algunos buenos amig@s, así pude disfrutar de un apacible y favorable panorama y de cierta tranquilidad espiritual y física, e incluso pude llegar a sentirme reconciliado conmigo mismo y con la vida, con un sentimiento de paz y tranquilidad que solo podía provenir de mi decisión de entregar por completo mi guía y dirección a las manos de Jesús y a la palabra de Dios.

De un momento a otro todo ha cambiado súbitamente, en un abrir y cerrar de ojos todo se ha tornado borrascoso y se ha desatado un tormenta de gran magnitud, o más bien un huracán de categoría 5 que ha logrado arrasar con todo lo que había logrado construir en estos últimos meses de mi vida.

Nuevamente el camino se torna estrecho, pantanoso, escabroso, tortuoso, casi imposible de transitar, con mis fuerzas y mi ánimo muy menguados veo muy difícil que pueda seguir adelante y solo espero poder encontrar un lugar dónde pueda protegerme, algún recodo en el camino que me sirva de refugio ante esta inclemente y calamitosa tormenta que hoy se ensaña en mi contra, con una furia desproporcionada tal como lo hizo el demonio al acechar a Job para incrementar sus penurias y sus sufrimientos.

Todo esto es muy doloroso, me afecta mucho física y emocionalmente y no creo tener la fortaleza y el temple necesario para hacerle frente nuevamente al engendro del mal, al mismo Lucifer transmutado en mujer de mi propia sangre, mi descendencia directa quién luego de un período de aparente pasividad ha regresado con todo su odio y resentimiento acumulado a terminar lo que ya había comenzado hace meses, mi aniquilación moral y física arrojándome a las fauces de sus despiadados cancerberos para acabar con mi menguada existencia y que solo gracias a la intervención divina de Jesús y su legión de ángeles lograron apaciguarla por un tiempo; es por eso que encomiendo mi alma y mi espíritu a mi Señor Jesucristo para que sea Él en su inmensa misericordia y con su poder divino quién interceda nuevamente a mi favor en esta desigual confrontación.

En Septiembre del año 2021, después de permanecer unos tres años en San Cristóbal, mi hija y su mamá regresaron a su casa en Barinas donde me había quedado yo solo cuidándo la casa. Al comienzo tenía la esperanza de que pudiesemos convivir en paz y armonía...

Lamentablemente estaba equivocado (una vez más) pues regresaron con el mismo odio y resentimiento hacia mi persona, con sus insultos y vejaciones acostumbradas que ahora las ha recrudecido la señora dueña de la casa.

Ahora tratan de “forzar” mi salida de su casa con una “supuesta” venta del inmueble pues se piensan ir del país y necesitan vender su propiedad.

Es decir que nuevamente estoy a punto de quedar en la calle como en el año 2014, pero esta vez sin dinero, sin vehículo, sin fuerzas ni recursos para emprender un nuevo periplo sin rumbo definido como lo hice en aquella oportunidad. Estoy más viejo y muy agotado física y espiritualmente.

Ya me notificaron formalmente que debo buscar para dónde irme pues decidieron vender la casa para irse definitivamente para España.

Desde que él "muchacho" de mi hija llegó del exterior yo estaba esperando este momento así que no me toma por sorpresa más no por eso deja de ser una dura noticia que solo me permite vislumbrar un panorama tenebroso y estremecedor para mi, pues definitivamente no tengo a donde irme, no cuento con los recursos económicos para buscar una opción habitacional, ni tengo la fortaleza física o anímica para salir a pedir abrigo o posada en algún asilo público...

El "muchacho" en su "brillante" disertación muy propia de la mente narcisista de un millennial como él, trato de "aconsejarme" sobre mi destino inmediato e incluso llegó a mencionar que el suicidio era una salida valiente y que él lo veía como una opción valedera y respetable.

También me ofreció de manera arrogante que "ellas" me podrían hacer una ayuda económica al efectuar la venta del inmueble a lo que inicialmente respondí que no tenían que verse obligadas a hacerlo y él respondió que lo hacían porque querían hacerlo y no por que se sientan obligadas a hacerlo (sigue la arrogancia millennial) a lo que no me quedó más que agregar que entonces lo aceptaría con mucho agradecimiento...

No se habló del monto de dicha ayuda, ni me pareció prudente preguntar, solo traté de precisar para cuando sería la negociación pero solo recibí respuestas evasivas y poco confiables...

Me encuentro muy angustiado y deprimido, mi cabeza es un hervidero de pensamientos, como una olla de presión a punto de estallar, de hecho a mi nunca me duele la cabeza y desde ayer tengo un extraño malestar y dolor de cabeza.

También me informó que van a dar en adopción los gatitos que yo adopté y otros que nacieron aquí y yo los crié, que fueron mi compañía durante mis tres años de soledad cuidando la casa que ahora van a vender.

Hoy desaparecieron dos de los gatitos, uno de ellos el más consentido por mí llamado Mío y su hermanito Tommy, no he querido preguntar que los hicieron para evitar cualquier tipo de inconveniente y además me siento muy mal así que prefiero mantener mi acostumbrado silencio junto a un bajo perfil y dejar que se haga la voluntad del Señor.

Jesús Misericordioso gracias por todo y te pido perdón por mi flaqueza y debilidad en este momento...

No tengo muy claro en cómo terminará todo esto... yo sigo tratando de controlar mis "demonios internos" que así como el millennial también me "susurran" que el suicidio sería una buena opción para ponerle fin a todas mis penurias y angustias... ya tengo preparada una buena soga y le hice un perfecto nudo de ahorcado, ahora solo queda esperar el momento apropiado para dar ese paso que finalmente me liberará de toda esta pesadilla...


"CUANDO NO SE PUEDE VIVIR CON ORGULLO

AL MENOS SE PUEDE MORIR CON DIGNIDAD"


Domingo 29 de mayo 2022 - El verdugo austral...

Publicado en mi blog: https://victorresvg.blogspot.com/2022/05/domingo-29-el-verdugo-austral.html

Mi salud física y mental se hace cada día más escasa, mi autoestima en su nivel más bajo va mermando con el paso de los días y el incremento de los insultos y vejaciones por parte de la dueña de la casa, quién de una manera desconsiderada, agresiva, soez y desproporcionada arremete contra mi persona a cada momento.

Ya no trato de buscar alguna explicación a todo esto que me sucede pues de una mente enferma y disociada es impredecible todo lo que pueda surgir de ella.

En algún momento traté de dialogar con ella para hacerle ver lo que está haciendo conmigo, una persona de la tercera edad con una enfermedad catastrófica, sin hogar y sin familia, sin recursos económicos, en pocas palabras un desahuciado en declarada indefensión y minusvalía… incluso apelando a los recuerdos y las vivencias de casi 20 años viviendo juntos como un matrimonio establecido y a toda una vida que tengo de conocerla (por ser prima), pero eso solo hace que se altere y se enfurezca más o que solo se ría a carcajadas como una enajenada mental cuando me atrevo a recordar algo que vivimos o compartimos y ella se burla de manera eufórica alternando carcajadas de burlas con gestos despectivos y muy agresivos (tipo malandro) con palabras soeces para desacreditar todo lo que afirmo…

Por ejemplo cuando le digo que toda mi solidaridad hacia ella fue por respeto y amor, ella me responde entre sonoras carcajadas que todo lo que yo le dí y lo que hice a favor de ella lo hice porque soy un «huevón» (gilipollas) y sigue riéndose con sorna de manera diabólica. Que se puede esperar de un ser de tan baja calaña…

Ella es una persona que miente descaradamente, incluso llega a expresar cosas y hechos que nunca sucedieron o tergiversa cualquier cosa que yo trate de decir, por ejemplo: si me atrevo a recordarle que mientras vivió a mi lado nunca tuvo necesidad de trabajar pues yo siempre fui el seguro y único proveedor y a mi mejor saber y entender nunca le faltó nada a ella para cubrir sus necesidades, eso la hace enfurecer e incluso trata de minimizar el comentario con sus ironías, carcajadas y burlas… o si yo digo que yo vivía en PAZ cuando estuve solo en su casaella dice que yo estoy diciendo “que yo era FELIZ cuando ella no estaba en su casa” lo cuál no es ni de lejos sinónimo de lo que yo estoy expresando… (pareciera ser un simple problema de semántica pero también demuestra una realidad disociada de su parte)

Y así es con todo lo que digo por lo que he optado por guardar silencio y no decir absolutamente NADA en una especie de voto de silencio que trato de no quebrantar y cumplir de manera cabal, entonces me reclama que yo la “miro feo” y también he optado por no mirarla a la cara y mantener la mirada baja, mirando hacia el piso (de manera sumisa) tal como debían hacer los esclavos frente a sus amos o la servidumbre al estar cerca de sus patrones. Todo esto lo hago para evitar sus insultos y vejaciones aún en detrimento de mi propia autoestima que cada día se ve más deteriorada por toda esta situación.

Para tratar de zanjar este problema he puesto en práctica el aforismo No. 7 del filósofo Ludwig Wittgenstein

«De lo que no se puede hablar, hay que callar la boca».

Cuando ella reiteradamente me pide: “QUE ME LARGUE DE SU CASA, QUE ESTÁ CANSADA, OBSTINADA DE MI PRESENCIA”… yo le digo que no tengo a dónde irme (ella lo sabe), que estoy tratando de conseguir algún sitio o asilo que me pueda recibir pero eso no es fácil y ella lo sabe de sobra. En su momento (2014) ella aceptó gustosamente que yo trasladara todas mis pertenencias y enseres a su casa e incluso comenzó a usufructuar las mismas, a disponer de ellas y a desaparecer algunas como lavadora, ventiladores, toda mi ropa, lencería y toallas, licuadoras, protectores eléctricos, etc. etc. todo eso mientras yo estuve viviendo en el páramo merideño (2014-2017) y yo confiando en ella deje todo eso pensando que estaría a buen recaudo y no fue así. Ella se “defiende” diciendo que a ella también se le han perdido muchas cosas, es decir tal como lo hace un maleante se defiende “atacando” muy típico de esos casos. Yo trato de enfatizar que no la estoy acusando de nada y que solo quiero expresar una realidad, que muchas de mis cosas y toda mi ropa simplemente DESAPARECIERON, se desvanecieron. He optado por «pasar esa página» y lo hago en aras de la tranquilidad y sana convivencia pero lamentablemente de nada sirve mi actitud.

Las pertenencias y muebles que quedan en la casa trato de preservarlas y cuidarlas al máximo para un eventual uso futuro de las mismas pues no tengo como adquirir otras nuevas, la mayoría las siguen usando y disfrutando como la nevera, los muebles, el pantry, algunas ollas, etc. no obstante ante cualquier comentario u observación de mi parte para que trate de cuidar las cosas y evite darle malos tratos y golpes, entonces eso la enfurece y golpea con furia el objeto involucrado y comienza nuevamente el ciclo interminable de insultos y ofensas junto a la reiterada petición:

QUE ME LARGUE DE SU CASA, QUE ESTÁ CANSADA, OBSTINADA DE MI PRESENCIA”

He optado por encerrarme en la habitación dónde duermo y trato de salir lo menos posible.

He tratado de no usar más el baño y mis necesidades las realizo en un envase o bolsa que luego desecho, las pocas veces que me baño lo hago en el patio trasero con agua de lluvia para tratar de evitar problemas e inconvenientes con la señora. Todo esto (estar encerrado, limitado en TODO) es muy deprimente, incómodo y (lo considero) hasta una vejación a la condición humana, a un adulto mayor con discapacidad y con una enfermedad degenerativa como es mi caso, no obstante prefiero someterme a esa humillación para evitar sus agresiones.

(y vuelvo a recordar a Ludwig Wittgenstein) «De lo que no se puede hablar, hay que callar la boca»

«Hay cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlas; y si las hubiera, nadie entendería su significado.»

Federico García Lorca,

Doña Rosita la soltera – 1935

En mi encierro yo estoy aferrado a la oración, a la meditación, a mucha lectura, principalmente de la Biblia tratando de encontrar consolación, alivio, aceptación y ayuda a mis penurias y desesperación.

Le pido mucho a Jesús Misericordioso que me de fortaleza para resistir y no sucumbir ante tanta maldad y odio vertidos hacia mi por una persona a la que me unió un vínculo sagrado como el matrimonio, el amor y una larga vida en común y una hija que debe presenciar todo esto sin tomar parte por razones comprensibles.

No estoy seguro de poder resistir más esta patética, dura y difícil situación, es mucho dolor acumulado que mi menguada humanidad no puede (ni desea) seguir padeciendo. Confieso que cada noche le pido a Dios que me perdone y que tome mi alma en sus manos para dejar de sufrir y que cesen todos mis tormentos, le pido que me regale la muerte para librarme de este infierno…

Se que hago mal y lo reconozco, pero todo es producto de las amenazas y la presión que estoy recibiendo continuamente y de manera exponencial con el transcurrir de los días.

También le pido al alma de mi madre fallecida (una mujer creyente y piadosa) que por favor me venga a buscar y me rescate de este suplicio para poder ir a descansar eternamente a su lado.

Yo estoy consciente que uno no puede (ni debe) pedirle a Dios una solución específica a nuestros problemas, al igual que no le puedes decir a un médico como sanar tu enfermedad, yo lo sé y aún así insisto en pedirle primero que me perdone y luego solo le suplico que me permita dormir el sueño de los justos (tal vez sin ser yo justo) que me permita quedarme dormido para siempre, que me permita morir para no despertar nuevamente en esta miserable existencia en que estoy inmerso.

La Muerte que podría ser un anhelado descanso para un hombre cansado como yo, no es solamente un descanso, sino una transición o resurrección, una reencarnación, un renacimiento, una nueva vida, un nuevo comienzo…

Una nueva puerta se abre, la muerte es Dios.

Debo confesar que he pensado seriamente en el suicidio e incluso he preparado como consumarlo, solo mi temor y mi Fe en Dios (y tal vez algo de cobardía) han impedido hasta el día de hoy que cometa tan repudiable acto.

También reconozco que me abstengo de dar este paso cuando viene a mi pensamiento mi querido Papá que a sus 90 años no se merece recibir una noticia así, aunque también pienso que tal vez mis hermanas de manera acertada evitarán que se haga de su conocimiento tan nefasta información para preservar su tranquilidad y su salud lo cuál me parece muy justo y loable de su parte si así lo hicieran.

REALMENTE NO SE QUE SERÁ DE MI EXISTENCIA,

ESTOY MUY ABATIDO Y CANSADO

YO TAMBIÉN ESTOY OBSTINADO…

(En Barinas, a los 14 días del mes de julio del año 2022)

Publicado completo en mi blog: https://victorresvg.wordpress.com/2022/07/15/estoy-muy-abatido-y-cansado-yo-tambien-estoy-obstinado/#more-5362

En este link se puede ver y escuchar un video casero montado en YouTube con los acostumbrados insultos de la “señora” dueña de la casa como una pequeña demostración de lo aquí expresado:

https://youtu.be/nBp1uYtEmh8



La Luz del Señor me rodea, el Amor de Dios me envuelve, el Poder de Dios me protege, la presencia del Señor vela por mí. Donde quiera que esté El Señor está conmigo. Suelto, suelto, suelto y dejo que Dios satisfaga mi necesidad”

Serán los designios del destino o del Señor, eso no lo puedo responder en estos momentos y solo me limito a relatar cómo sucedieron los hechos que me obligaron a tomar esta decisión, lo demás serán simples elucubraciones así que prefiero dejarlo a que cada quién le de su propia interpretación.

Dios mío por favor apiádate de mi…

https://victorresvg.wordpress.com/2022/06/24/sigo-sometido-al-maltrato-y-al-odio-sin-causa-me-aborrecieron-juan-1525/


VORÁGINE IDEALISTA.

Mi caminar

es el de pasos

profundamente marcados en el barro.

El barro está blando

por mis lágrimas caídas.

El lodo está manchado

por la sangre derramada,

que he vertido en forma de sudor,

a lo largo de un sendero

coronado de espinas.

Barro de mis huesos,

lodo de mis lágrimas,

sangre de mis venas,

sendero de mi vida,

espinas del mundo;

cada huella, un paso mal dado,

y mi caminar es un sueño,

el sueño que nos arrastra

a seguir luchando

y hundirnos cada vez más,

paso tras paso, lágrima tras lágrima,

en el lodo y en el barro.

He querido saberlo todo,

con ansia brava

y apetito voraz de verdades,

y aunque puede que no sea

más que un perro

que quiso perseguir su rabo,

hasta hundirse en el fango

de su sudor,

me siento ya viejo y cansado.

Atrás queda

una larga experiencia amarga;

mi presente es triste y desesperanzado,

la tristeza aguda e irreversible

del que ha buscado la verdad

y se considera un “sabio”.

Detrás de todo he visto mierda,

y todo lo he soportado,

mas al mirarme a mí mismo,

por no ser yo diferente

a este mundo que me aprisiona

(sino quizás yo mismo),

he llorado y vomitado.

Ante mí nada queda;

vivo luchando

y lucho llorando,

me muero cada día,

y hoy digo adiós,

pues sólo queda en mí

la curiosidad por saber

qué hay “después”;

nada hago aquí,

si mientras vivo me muero,

quizás morir...

sea vivir.

JOSÉ ÁNGEL GRAÑA ABAD



Despedida Programada 2018 / 2022


SER+POSITIVO

A MIS APRECIADOS LECTORES Y VISITANTES DEL BLOG SER+POSITIVO, A MIS QUERIDOS Y ENTRAÑABLES AMIG@S DE TODA LA VIDA, A MIS FAMILIARES CERCANOS Y LEJANOS, A MIS ESTIMADAS Y CONSECUENTES AMISTADES Y CONOCIDOS DE FACEBOOK Y MUY ESPECIALMENTE A MI QUERIDA GENTE Y VECINOS DE LA URBANIZACIÓN EL PARAÍSO, DE LA LOIRA Y MONTALBÁN, A MIS APRECIADOS Y SIEMPRE RECORDADOS COMPAÑEROS DE ESTUDIO DEL COLEGIO SAN AGUSTÍN DE EL PARAISO, DEL INSTITUTO EDUCACIONAL SANTA ELENA, DE LA UCAB, UNELLEZ, USM, IUTFR – A MIS COLEGAS Y COMPAÑEROS DE TRABAJO, A TODO EL QUE PUEDA  Y QUIERA LEER ESTA NOTA…


Más que una despedida, esto es un modesto agradecimiento y reconocimiento a la verdadera amistad inquebrantable e indemne al paso del tiempo e indiferente a las distancias afectivas y geográficas, es una alabanza a la amistad y al compañerismo personal tradicional, y también a esa camaradería más impersonal surgida en las redes sociales, en la que a veces sin conocernos personalmente, llegan a surgir verdaderos lazos afectivos de amistad y solidaridad a toda prueba, es un afectuoso agradecimiento a todas esas interacciones diarias por esta vía, a esos hermosos mensajes que alegraban nuestro día y complementaban nuestra existencia, mensajes que nos hacían reflexionar, reír o llorar… e incluso algunos hasta polemizar sobre algún tema en particular, que definitivamente hacían más llevadero nuestro diario trajinar, muchos mensajes y apoyos que de manera expedita y directa ayudaban desinteresadamente al prójimo con generosidad y bondad ante cualquier vicisitud hecha pública por esta vía…

Simplemente es un: GRACIAS POR TODO, gracias por tanto amor y solidaridad, gracias por existir y por incluirme en su existencia, gracias por su consecuente  amistad, por su compañerismo, por su buena vecindad, por ser buenas personas y por haberme brindado una parte de su generosidad y de su bondad, ayer, hoy y siempre … mil gracias y bendiciones. Más que un adiós, esto es un simple hasta luego o un hasta siempre, pues los llevaré en lo más profundo de mi alma y de mi corazón, como el único preciado tesoro que pueda trascender a nuestra temporalidad en este plano terrenal y acompañarme en el tránsito hacia otras dimensiones que solo Dios podrá designar en su inmensa misericordia.

Creo firmemente en la vida eterna en base a mi formación católica y cristiana, conciliada esta con una carga de sincretismo religioso que no está reñido con mis preceptos de fiel creyente y que solo busca fortalecer en mi frágil y exigua humanidad una eventual capacidad para trascender a otros planos superiores y continuar nuestro aprendizaje y nuestra misión.


Solo puedo agregar ¡bienvenida muerte! Que me libras de este envejecido y adolorido envoltorio de carne y hueso para volver a mi esencia original, a mi origen, a mi génesis…


¡OH DIVINA MUERTE! QUE PODRÍAS SER UN ANHELADO DESCANSO PARA EL HOMBRE CANSADO, NO ERES SOLAMENTE UN DESCANSO, SINO UNA RESURRECCIÓN, UNA NUEVA VIDA, UN NUEVO COMIENZO. MORIR ES PERMITIR QUE LA RIQUEZA QUE SOMOS, FECUNDE. CIERTAMENTE ALGO ACABA Y, DONDE ACABA ALGO, COMIENZA LO NUEVO, UNA NUEVA PUERTA SE ABRE…




La muerte es Dios.
En El Día De Mi Muerte
Yo Seré un cuerpo inerte
liberando a un alma feliz
seré una figura añosa y enjuta
dándole paso a la novel y expectante vida
seré un dichoso espíritu
abandonando una exigua existencia
volando alto sin límites ni ataduras
seré pura luz, seré eterna energía
Ya no habrá más incertidumbre ni más temores…

LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE AMO
   
Yo quiero viajar lo más lejos posible
Quiero alcanzar la alegría que hay en mi alma,
Y cambiar las limitaciones que conozco
Y sentir como crecen mi espíritu y mi mente.
Yo quiero vivir, existir, "ser",
Y oír las verdades que hay dentro de mí.
 
GAME OVER 
POUR MOI C’EST FINI


Víctor Federico Gregorio Torres van Grieken
1959 - 2019

En El Día De Mi Muerte Yo

Seré un cuerpo inerte

liberando a un Alma Feliz

seré una figura añosa y enjuta

dándole paso a la novel y expectante vida

seré un dichoso espíritu

abandonando una exigua existencia

volando alto sin límites ni ataduras

seré pura Luz seré eterna Energía


Ya no habrá más incertidumbre ni más temores…

ViFeGro ToVaGri 

2 comentarios:

  1. Ay amigo, me duele leerlo. Se lo que es recibir desprecio. Se lo que se siente que estén al acecho cuando quiero servirme comida y conozco en sangre propia la humillación, querer morir. Eres una persona muy valiente. Tu hija, si me disculpas, una perra, sin sentimientos. Me gustaría que antes de que tome una decisión busques ayuda profesional! por lo que leo eres una persona llena de valores y sentimientos claramente positivos, que por desgracia ha tenido que pasar por una terrible situación al igual que muchos venezolanos, amigo no estas solo!!!! si por favor puedes facilitarme tu numero de cuenta quisiera ayudarte con algo, asi sea pa un helado lejos de las maldita venenosas hija que tienes

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    1. Hola "Unknown", ante todo gracias por visitar el blog y dejar su comentario, también agradezco sus expresiones de solidaridad.
      Como bien dices, no me ha tocado nada fácil en estos aciagos momentos que atravesamos en el país.
      He conocido la miseria humana, el hambre, la humillación, el rechazo, el desprecio de tu propia sangre (no estás errad@ en tu apreciación)...

      Cta. Ahorros No. 01050251980251036227 - Bco. Mercantil a nombre de Víctor F. Torres van Grieken - C.I. 5.425.513 - victorresvg@gmail.com

      De antemano agradezco su bondadosa ayuda para ese "helado" que disfrutaré a su salud y con especial gratitud hacia su persona.
      Que Dios se lo multiplique en Salud y Bendiciones para usted y los suyos.
      Paz y Bien.
      Reciba un abrazo de luz y muchas Bendiciones.
      Namaste.

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Mil Gracias por su visita en SER+POSITIVO y por dejar su comentario. Esperamos seguir disfrutando de sus visitas.
Un abrazo de luz y muchas bendiciones.
Namasté