SER+POSITIVO
En estas fechas festivas es común caer en la tentación de enfocarnos en los regalos materiales, como una manera de medir y demostrar la cantidad de afecto que sentimos por nuestros seres queridos. Sin embargo, si volteamos la mirada a lo interno, encontraremos un cambio de perspectiva que hará la diferencia.
Siempre asociamos el fin de año con la compra de artículos nuevos, ya sean vehículos, ropas o equipos para el hogar. Buscamos siempre experiencias basadas en símbolos, sin entender que lo externo termina siendo momentáneo, pasajero y poco trascendente, en relación con otro tipo de experiencias que podrían quedar “sembradas” dentro.
Cuando nos enfocamos en cosas externas, que caducan con el tiempo, terminamos diluyendo la experiencia colocada en el objeto material. De ese modo siempre volvemos a la insatisfacción inicial, que pudo habernos motivado a adquirirlo. Nos quedamos con una sensación de vacío...
Siempre asociamos el fin de año con la compra de artículos nuevos, ya sean vehículos, ropas o equipos para el hogar. Buscamos siempre experiencias basadas en símbolos, sin entender que lo externo termina siendo momentáneo, pasajero y poco trascendente, en relación con otro tipo de experiencias que podrían quedar “sembradas” dentro.
Cuando nos enfocamos en cosas externas, que caducan con el tiempo, terminamos diluyendo la experiencia colocada en el objeto material. De ese modo siempre volvemos a la insatisfacción inicial, que pudo habernos motivado a adquirirlo. Nos quedamos con una sensación de vacío...