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miércoles, 10 de octubre de 2018

Siddhartha Mukherjee oncólogo ganador del pulitzer explica por qué ni siquiera deberíamos pensar en clonar humanos

SER+POSITIVO



Siddhartha Mukherjee, uno de los científicos más influyentes en el mundo, cree que clonar humanos, aunque es algo al alcance de la ciencia, sería una pésima idea

Siddhartha Mukherjee es un médico oncólogo que ha forjado una carrera también como escritor -algunos lo comparan con Oliver Sacks-. Su libro sobre el cáncer, The Emperor of All Maladies: A Biography of Cancer, le valió ganar el Premio Pulitzer. Recientemente, el investigador indio-estadounidense escribió The Gene: An Intimate History. En los últimos tiempos, el interés de Mukherjee se ha centrado en la terapia genética. Mukherjee ha dicho que en el futuro próximo, las células serán lo que hoy son las pastillas...


En una interesante entrevista con El País, Mukherjee habló sobre estos temas y respondió a la pregunta sobre la clonación con una respuesta que merece citarse:

"Está al alcance de la ciencia, por eso la pregunta ya no es si es posible, sino si debe hacerse. Mi respuesta es no: los seres humanos no deben ser clonados. La capacidad desestabilizadora que tendría esto sobrepasaría cualquier logro técnico. Que la tecnología capaz de redefinir lo que significa un ser humano sólo esté disponible para quien puede pagarla es aún más desestabilizador que clonarlo. La genética ha sido siempre un territorio sagrado, fuera del alcance del dinero. Vivimos en una sociedad dividida por él. Pero que esa desigualdad pueda alterar también la genética sobrepasa lo que somos."

En la misma entrevista, Mukherjee menciona que él no es religioso, por lo cual su respuesta se da en términos pragmáticos y desde una ética secular. Es cierto, señala, que en una sociedad sin desigualdades y con una integridad ética muy superior a la nuestra, la clonación sería muy útil para resolver problemas médicos. Pero esto es algo demasiado alejado de nuestra realidad, por lo cual ni siquiera merece considerarse. A la pregunta de si tendría un tercer hijo para salvar a una de sus hijas con el órgano del recién nacido, contestó:
"No. He dedicado mucho tiempo a analizar los genes y creo que ese uso destroza algo fundamental de lo que es un ser humano, que es siempre único. La nueva ciencia genética, embriológica y de clonación hace tambalear los límites de lo que es humano." Llegan las preguntas incómodas.

Al destapar el canal de la clonación surgen temas que no sólo son incómodos sino peligrosos, pues resulta casi inevitable poner sobre la mesa la noción de eugenesia. Este es un tema ético que, por otro lado, está siendo planteado por Yuval Noah Harari, con su idea de que la tecnología casi seguramente será usada por una élite para aumentar su número y separarse del grueso de la humanidad.
"Es un peligro real al que nos estamos enfrentando. Podemos crear una clase alta y una clase baja genéticas en función de si tienes acceso a las tecnologías y puedes determinar el futuro de tus hijos. Si los más ricos se lo pueden permitir dentro de 20 años, se puede abrir una brecha importante. Aún no sabemos lo suficiente. Cuando se abra del todo la caja, es una posibilidad muy real."


El oncólogo señaló también que el diagnóstico genético, si bien podría ser una solución médica, conlleva también diversos problemas sociales. Saber que tendremos una enfermedad puede ayudarnos a alargar la vida pero, por otro lado, estar marcado desde pequeño puede implicar numerosos perjuicios. Sobre el cáncer dijo que debemos "dar un paso atrás. Tener en cuenta el contexto del cáncer: las costumbres del enfermo, el estado anímico, la alimentación..., información que los médicos y los pacientes deberíamos compartir". Esto para evitar, en la medida de lo posible y lo prudente, el "veneno" al que son sometidos algunos pacientes que, no obstante, en algunos casos es un veneno indispensable-.

Y una joya: antes de permitir que sus hijas tuvieran un teléfono móvil, Mukherjee les pidió que leyeran dos libros: 1984 y Rebelión en la granjaCreo que los niños deben enfrentarse al peligro con conocimiento y respeto, pero sin miedo.

¿Qué es peligroso y pensamos que es progreso?
Las redes sociales. El problema es que puedes encontrar acuerdo y desacuerdo. Pero cuesta encontrar duda. Lo más bonito del discurso científico, el escepticismo, se abandona. El que duda deja de pensar en términos de verdad o mentira y ante una verdad se pregunta: ¿Cuándo es esto verdad? ¿Qué contexto necesita para serlo? Esas preguntas son la fuente del conocimiento. Todos los cambios importantes en la historia de la medicina, la religión o la ciencia se basan en una premisa: reconsiderar lo que se considera conocimiento.

¿Qué pasará si las redes sociales acceden a nuestra información genética? Tiemblo al pensar en información genética en manos de una mala empresa aseguradora...

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN: PIJAMASURF - CIENCIA
                                                 Y EN: EL PAÍS - El País Semanal
“El diagnóstico genético puede ser un problema social”

Anatxu Zabalbeascoa


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