Son las 2 am. No logro conciliar el sueño. Recuerdo haber tenido un día anterior muy agitado y, peor aún, el que comienza en pocas horas vaticino que será igual. ¡Creo que estaré fuera de combate!
¿A cuántos de nosotros no nos ha sucedido una situación similar? Creo que todos, en mayor o menor cuantía, hemos pasado horas en la cama sin poder dormir y cuando apenas somos doblegados por Morfeo ¡zas! suena el no muy querido despertador...
Muy poco sabemos a ciencia cierta cómo dormimos. Lo que si sabemos es de qué manera nos influye el dormir bien, cómo mejora nuestro aspecto y nuestra sensación de bienestar.
¿Qué sucede si no dormimos bien? La falta de descanso produce irritabilidad, mal humor y falta de concentración. La fatiga disminuye el grado de alerta y, si existe relajación, aparece la somnolencia. Se estima que uno de cada cuatro individuos padece algún trastorno del sueño y a menudo ignora que estas alteraciones pueden tratarse.
Los adultos necesitan dormir de 7 a 8 horas diarias aproximadamente, lejos de las 18 que duerme un lactante. La gente de mayor edad suele tener suficiente con 5 ó 6 horas de descanso nocturno. Dormir una siesta es recomendable para niños de hasta 5 años. Para los mayores, una o dos siestas diarias breves de unos quince minutos en promedio.
En la segunda mitad de la vida son más frecuentes los trastornos del sueño como los ronquidos, el movimiento involuntario de las piernas y la somnolencia diurna. Se hace más frecuente entonces las ojeras, falta de brillo en la piel, la sensación de falta de bienestar y se afecta la capacidad antioxidante del organismo. Todo esto conlleva, inexorablemente, a una degradación en la calidad de vida.
Si una persona no duerme bien, puede solucionarlo acudiendo a su médico. Sin embargo, todos podemos contribuir a regalarnos un buen descanso diario que contribuirá a mantenernos más jóvenes si respetamos estas útiles y sencillas medidas que te menciono a continuación:
- Procura acostarte y levantarte siempre a la misma hora. El hábito ayuda a dormir.
- No hagas ejercicios antes de acostarte
- No hay que acostarse con hambre, pero si evitar comidas copiosas poco antes de acostarse.
- Deja de fumar (al principio el sueño empeora, luego mejorará).
- Toma cafeína (café, chocolate, té) solo en las mañanas y en cantidades limitadas.
- No bebas alcohol al menos cuatro horas antes de acostarte.
- Mantén la habitación en condiciones óptimas de temperatura (alrededor de 20 grados C), humedad, sin exceso de luz y sin ruido.
- Un baño caliente antes de acostarte te ayudará a relajarte.
- Vacía la vejiga antes de irte a la cama.
- Distráete de las preocupaciones del día al menos 2 horas antes de acostarte (haz yoga, lectura sencilla, escucha música suave).
- Duerme con prendas suaves que no molesten ni aprieten.
- Si utilizas medicinas para dormir, intenta que sea por tiempo limitado y solo prescritas por tu médico.
Pon en práctica estas pocas, pero fundamentales, reglas de “higiene del sueño” y verás que tu sueño mejorará tanto que te reconciliarás con tu despertador.
No dormir bien se traduce en irritabilidad, mal humor y falta de concentración durante el día, entre otras cosas. En este post el Dr. Sequera nos ofrece una serie de reglas de “higiene del sueño” que nos ayudarán a mejorar nuestro descanso nocturno.
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Namasté