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Las redes sociales, ¡un gran invento que ha revolucionado la manera como nos comunicamos con los demás! La tendencia actual, tanto para hombres como para mujeres, para jóvenes y adultos, es abrir cuentas en Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, Snapchat y muchas otras que están de moda. Muchas personas utilizan las redes sociales para promocionar sus negocios, para compartir sus opiniones, para conocer gente con intereses similares en otras latitudes, para informarse de los eventos actuales de su país y del mundo, y debemos reconocer que son muy útiles, si se utilizan adecuadamente...
Sin embargo, como en todo, su uso inadecuado o en exceso puede ser una gran fuente de estrés. Las redes sociales nos bombardean con demasiada información en poco tiempo, y si no logramos controlar lo que vemos y publicamos, estaremos sometidos a una gran cantidad de estímulos negativos que nos costará manejar y que puede terminar afectando nuestra psiquis, o bienestar mental. Muchas personas admiten incluso tener una adicción a las redes sociales, ya que no pueden pasar un solo día (ni siquiera una hora) sin conectarse, y constantemente están chequeando sus perfiles y publicando sin control. Así que aquí te ofrezco unos pequeños consejos para que disfrutes de las redes sociales y las aproveches, pero sin estresarte:
Participa en unas pocas: cada día sale una red social nueva, ya que los desarrolladores se han dado cuenta de que si tienen éxito, representan un excelente negocio. Sin embargo, es imposible o por lo menos no es recomendable abrir cuentas y tener actividad en cada una de ellas. Elige una o dos, las que más te gusten o se adapten a tu estilo, y evita abrir cuentas compulsivamente en cada una de ellas.
Limita el tiempo que les dedicas: el conectarte a las redes sociales durante tu día de trabajo puede afectarlo negativamente, y si lo haces durante tu tiempo familiar, igualmente puede impactar tus relaciones personales. Eso no significa que no puedas tomarte un par de horas al día para ti misma, para disfrutar participar en una red social. Pero establece un horario fijo para ello y cúmplelo.
Desactiva las notificaciones: o estarás recibiendo mensajes todo el día. Desactívalas simplemente para evitar la tentación de entrar a ver qué están publicando los demás a toda hora. Eso puedes hacerlo después en el horario que estableciste.
Sé tú misma, en tu vida real y en las redes sociales: ya que ellas ofrecen el recurso del anonimato o la difusión masiva de los mensajes, se puede caer en la tentación de crearnos un personaje, con las virtudes y fortalezas que queremos para nosotras mismas. Publica lo que realmente eres, no lo que los demás quieren ver o esperan de ti.
Escoge con cuidado a quién sigues: básicamente en cualquier red social tú puedes escoger a quién sigues, y de quién recibirás información. Trata de escoger personas que te agraden, que conozcas, que den aportes positivos y de las que puedas aprender. Escoge personas que te hagan sentir bien. Y por supuesto, bloquea inmediatamente a cualquiera que sea irrespetuoso, negativo o que no aporte nada. Algo muy bueno tienen las redes sociales y es que puedes eliminar fácilmente a las personas que te molesten con solo apretar un botoncito.
¡Así que a disfrutar con juicio y moderación de tus redes sociales!
Participa en unas pocas: cada día sale una red social nueva, ya que los desarrolladores se han dado cuenta de que si tienen éxito, representan un excelente negocio. Sin embargo, es imposible o por lo menos no es recomendable abrir cuentas y tener actividad en cada una de ellas. Elige una o dos, las que más te gusten o se adapten a tu estilo, y evita abrir cuentas compulsivamente en cada una de ellas.
Limita el tiempo que les dedicas: el conectarte a las redes sociales durante tu día de trabajo puede afectarlo negativamente, y si lo haces durante tu tiempo familiar, igualmente puede impactar tus relaciones personales. Eso no significa que no puedas tomarte un par de horas al día para ti misma, para disfrutar participar en una red social. Pero establece un horario fijo para ello y cúmplelo.
Desactiva las notificaciones: o estarás recibiendo mensajes todo el día. Desactívalas simplemente para evitar la tentación de entrar a ver qué están publicando los demás a toda hora. Eso puedes hacerlo después en el horario que estableciste.
Sé tú misma, en tu vida real y en las redes sociales: ya que ellas ofrecen el recurso del anonimato o la difusión masiva de los mensajes, se puede caer en la tentación de crearnos un personaje, con las virtudes y fortalezas que queremos para nosotras mismas. Publica lo que realmente eres, no lo que los demás quieren ver o esperan de ti.
Escoge con cuidado a quién sigues: básicamente en cualquier red social tú puedes escoger a quién sigues, y de quién recibirás información. Trata de escoger personas que te agraden, que conozcas, que den aportes positivos y de las que puedas aprender. Escoge personas que te hagan sentir bien. Y por supuesto, bloquea inmediatamente a cualquiera que sea irrespetuoso, negativo o que no aporte nada. Algo muy bueno tienen las redes sociales y es que puedes eliminar fácilmente a las personas que te molesten con solo apretar un botoncito.
¡Así que a disfrutar con juicio y moderación de tus redes sociales!
POR: Laura Posada
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