Un nuevo Enfoque
Todos nos sentimos tristes algunas veces. En esos momentos, lo cierto es que no nos apetece hablar con nadie, no queremos dedicarnos a las cosas que nos gustan, nos sentimos apáticos y faltos de energía, etc. En definitiva, nos sentimos mal.
Por lo general, este estado de tristeza es transitorio. Al poco tiempo volvemos a encontrarnos mejor, vemos el sentido a las cosas que hacemos y casi se nos olvida esa sensación anterior. Pero entonces, ¿por qué esto no les sucede a las personas con depresión? ¿Por qué esa tristeza que debiera ser pasajera, parece quedarse ahí para siempre para martillearnos una y otra vez con pensamientos negativos?