“Nuestro estado natural es la abundancia, el universo es un campo ilimitado de todas las posibilidades”. Deepak Chopra
Solemos
quejarnos por la falta de aquello que queremos, una y otra vez, y no
solo nos quejamos con nosotros mismos, sino que se lo
transmitimos a otros y estos a otros, afectando de esta manera
el ciclo de abundancia que nos corresponde. Podemos pensar que
esto es absurdo, sobre todo si sientes tu economía afectada, con
muchos egresos sin ingresos que se correspondan; quizás vivas
en alta inflación, quizás no puedes ahorrar porque ni siquiera
te alcanza para cubrir tus necesidades.
La
abundancia, la prosperidad, es mucho más que hacer dinero, es un
estado de conciencia donde reina la certeza de que nuestras
necesidades serán satisfechas sin tener que luchar por eso, es
decir, sin angustias y, para alcanzar este estado de conciencia
se requiere un cambio de los paradigmas, un nuevo enfoque de la
vida.
¿Ves
la prosperidad como una cuesta empinada que implica mucho sudor y
sacrificio?
¿Te
desesperas cuando no consigues lo que te has planteado?
¿Cómo
ves a los otros? ¿Como competidores o rivales o como una unidad?
¿Crees
que la prosperidad es una cuestión de suerte y que les toca a pocos?
¿Crees
que tienes el potencial para lograr lo que deseas hacer o piensas que
esto está fuera de tu alcance y que necesitas depender de
otros?
¿Con
qué facilidad puedes dejar atrás lo que has hecho para reinventarte
en función de los cambios de la vida?, es decir, ¿te resistes
o te reinventas?
¿Sueles
relacionarte con los demás desde el amor o desde el juicio y la
crítica? ¿Desde la alegría de los logros de los demás o
desde la envidia?
¿Vives
preocupado por lo que necesitas?
¿Trabajas
por obligación o por dinero?
¿Vas
desde el dar o desde la avaricia?
Si
revisas tus respuestas podrás encontrar en ellas una buena parte de
las limitaciones que te acompañan. Más allá de lo que ocurra
afuera, lo importante es lo que ocurre adentro, porque es allí,
en tu interior, donde puedes generar los cambios que te lleven a la
abundancia que mereces.
Hay
que entender que la riqueza comienza en tu corazón, desde un corazón
próspero hay abundancia y para que lo sea requiere estar
colmado de amor; amor que comienza en ti y se extiende a los
demás por lo que te transformas en tu principal motivador y puedes
motivar a otros. El dinero debe estar en movimiento, si no se
estanca; debes, por naturaleza, permanecer en el flujo de dar y
recibir y entender que es inagotable.
Trabaja
en lo que amas, en
tu pasión,
desarrolla tus talentos en eso que te gusta, procura competir
contigo para ser cada vez mejor y ofrecer lo mejor de ti hacia los
demás. Para esto es importante que identifiques tu propósito
de vida y te mantengas en él.
Suelta
la ansiedad por el dinero. Como dijo Oscar Wilde: “Solo hay una
clase de personas que piensan más en el dinero que los ricos, y
esas personas son los pobres. En realidad, los pobres no pueden
pensar en nada más”. “Tener riqueza o abundancia real es
despreocuparse por todo en la vida, incluyendo el dinero” Deepak
Chopra.
Da
tu 100 % siempre y confía que la vida, Dios, el universo hará el
resto. No te des por vencido(a), guarda silencio y persiste sin
angustias. Concéntrate en lo que quieres y calla ese diálogo
interno de duda sobre lo que no deseas, déjalo ir, no te enfoques en
el no, sino en lo que quieres. Mantente en tu propósito,
disfruta el servicio y desde allí despreocúpate y confía que
la abundancia te pertenece y nos pertenece a todos.
Por: Liliana
Castiglione (@LilianaCasti)
el 05/09/2016
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