¡Bienvenido al Día Treinta del Reto de las Bendiciones!

Saludos de mi corazón al tuyo...

Hoy quisiera presentarte a un individuo fenomenal. 
Quisiera presentarte contigo mismo. 
Quisiera presentarte con el nuevo “TÚ” que llevó a cabo el Reto de las Bendiciones. Cuando comenzamos este viaje hace 30 días, quizá no estabas tan seguro de lograrlo. Después de todo, estando en un mundo que maldice y condena de manera rutinaria, la idea de bendecir a todos y a todo aparentaba ser, quizá, algo demasiado radical.

Cuando te pedí que soltaras todos tus juicios y etiquetas, aun los que habías cargado desde tu infancia, algunos de los que se unieron inicialmente al Reto contigo se dieron por vencidos. Pero tú NO. Tú fuiste perseverante.

Y cuando te pedí que comenzaras a etiquetar todo como bueno, a buscar el beneficio en cada circunstancia, ahí también podrías haberte dado por vencido. Varios lo hicieron. Pero tú no te diste por vencido tampoco. Nuevamente, fuiste perseverante.

Continuaste bendiciendo.

Así es que este es tu día – un día de celebración. Este es el día para darle crédito a quien crédito merece, reconociendo que los cambios que han ocurrido en tu vida durante estos 30 días se deben sólo a una persona en el mundo entero – ¡a TI! Nuestra razón el día de hoy para celebrar comienza y termina contigo. ¡Por favor acepta mis felicitaciones más profundas! Me siento muy orgullosa de ti y honrada de que no sólo aceptaste el reto, sino que lo seguiste todo el camino.

A medida que avanzamos por el Reto de las Bendiciones juntos, has descubierto que bendecir a los demás no se trata de “ellos”, sino que se trata de “ti”. Como te has dado cuenta, sin duda, las bendiciones funcionan de adentro hacia afuera, y no de la otra forma. Así es que cuando bendices a cualquier persona, lugar o cosa, el primer cambio que ocurre es dentro de ti. Primero eres tú el que siente la diferencia, y es ese nuevo sentimiento, esa nueva vibración emocional dentro de ti, la que inicia los cambios físicos que son necesarios. Por eso es que eres bendecido cuando bendices a los demás. En realidad el primero en recibir la bendición eres tú. Y es esa transformación interior la mayor bendición que puede haber.

Durante los últimos 30 días has aprendido que hay un beneficio encerrado en el centro de cada circunstancia y bendecir es la llave que lo libera. Has aprendido a enfrentar cada aparente dificultad al buscar el beneficio que contiene, en lugar de enfocarte en la dificultad misma. Has aprendido a ofrecer amor en lugar de hostilidad y entendimiento en lugar de juicio. Y has aprendido a soltar la necesidad de siempre estar bien y mejor bendecir. Y espero que también hayas aprendido a aceptar y a amar a la persona que eres hoy.

Ese es el verdadero propósito de una bendición. Se trata de aceptar, honrar y adorar el sagrado ser que eres. Porque en el momento en que nos comenzamos a ver como sagrados y merecedores de una bendición, entonces podemos ver de la misma manera a aquéllos a nuestro alrededor. En nuestro deseo por bendecirnos, nos convertimos en uno con todos los demás. Nos convertimos en UNO con el MUNDO.

                                            

Puedes elegir, por supuesto, terminar aquí tu camino de las Bendiciones. O puedes elegir que este día sea la marca del inicio de un nuevo reto – el reto de continuar siendo un Despachador de Bendiciones. No necesita terminar tu viaje de las Bendiciones. Es más, en muchas, muchas formas, este puede ser el día en que realmente inicie este viaje.

Pero como ya has descubierto, el ser un Despachador de Bendiciones requiere valor. Cada día debes de estar dispuesto a evitar juicios, preocupaciones, fallas y ver solo lo BUENO en su lugar. En una sociedad tan determinada a enfocarse a lo malo de la vida, encontrar lo BUENO donde aparentemente no lo hay es, al parecer, algo difícil y te puede hacer parecer como alguien ridículo. Todos los días debes estar dispuesto a ignorar lo que los demás te dicen para escuchar solamente tu corazón. Y esto puede asustarte aunque es iluminador.

Cuando menos esto es lo que yo he aprendido y lo que me he propuesto compartir contigo en cada lección del Reto. He descubierto a través de mi propia experimentación que cuando estuve dispuesta a bendecir, mi mundo cambió. Cuando dejé de estar juzgando a cada persona y a cada circunstancia y decidí mejor bendecir, mi vida cambió. Y cuando dejé de tratar de ser perfecta y me acepté y me amé exactamente como soy, mi corazón cambió. Cuando dejé de temerle a la vida y comencé a disfrutarla, entonces mi Ser Interior emergió y por primera vez en mi vida, comencé a entender lo que vivir sin miedo significaba en realidad.

Como has descubierto durante los últimos 30 días, bendecir a los demás te permite experimentar con amarte más a medida que abres tu corazón a los que están a tu alrededor. Estás aprendiendo a aceptar lo inaceptable, a sentirte cómodo con lo incómodo, y a amar a los que aparentan ser imposibles de amar. Bendecir te hace estar libre de miedos.

Pero estar libre de miedos por completo requiere de compromiso. Tienes que seguir a pesar de lo que te diga el mundo. Te comprometes a bendecir en esos días en los que no tienes ganas de bendecir; en esos días en los que no ves cambios; en esos días en los que la persona o circunstancia que se te presenta aparenta ser alguien o algo totalmente no apto para ser bendecido. Te comprometes a enfocarte al Camino de las Bendiciones en los momentos en los que te sientes menos capaz de hacerlo y continúas bendiciendo cuando una bendición aparenta ser algo fútil. En cada circunstancia, bendices hasta a los que te demandan que sobrevivas por medio de la agresión.

Esto es lo que has hecho hasta ahora. La única pregunta que queda es si estás dispuesto a continuar. ¿Has aprendido a confiar lo suficiente en el proceso para continuarlo? ¿Estás dispuesto a soltar el control de cada situación para mejor bendecirla? ¿Estás dispuesto a bendecir aun cuando sería más fácil juzgar y aun cuando etiquetar parecería ser lo más apropiado? ¿Estás dispuesto a bendecir cuando los demás insistan que condenes?

El verdadero propósito detrás del Reto de las Bendiciones nunca fue el convertirte en un completo Despachador de Bendiciones, sino simplemente hacerte ver las cosas de otra forma. Si contestaste que sí a las preguntas del párrafo anterior, entonces fue exitoso. Si, en los últimos 30 días, ha cambiado tu forma de ver el mundo, en ese cambio habrás plantado las primeras semillas necesarias para obtener una vida bendita y verdaderamente transformada.

El deseo de mi corazón es que al haber seguido el Camino de las Bendiciones durante los últimos 30 días, hayas descubierto de una nueva manera a la maravillosa persona que eres. Seguramente descubriste que al aceptar el Reto te embarcaste en un viaje que demanda valor y compromiso y una confianza profunda hacia lo desconocido. Sin embargo, será el viaje que más poder te dará.

Así es que de nuevo te felicito, y te invito a mantenerte abierto a cada oportunidad de bendecir que se te presente. Habrá muchas con el pasar de los días. Y con cada bendición que mandes, recibirás más y más bendiciones en tu vida. Esto es, espero que ya lo sepas, como funciona una bendición.

El Ejercicio del Día de Hoy:

Hace unos días te pedí que hicieras una lista de tres formas en las que creas que has cambiado internamente en los últimos 30 días. Ahora, quisiera que hicieras lo mismo, listando otros 3 cambios que hayas tenido y ahora, junto a cada cambio escribe cómo te sientes acerca de ese cambio y acerca de ti por haber cambiado.

¡Ahora felicítate! ¡Te lo mereces!

La afirmación del día de hoy:

"Soy un ser humano sorprendente. 

¡Soy una bendición para el mundo!"

La frase del día:

"Has cambiado tu vida al cambiar tu corazón."

-- Anónimo

Nos "vemos" en la siguiente lección (pronto iniciamos el “Experimento de la Prosperidad”) y hasta entonces recuerda, SIEMPRE ES MEJOR BENDECIR. ¡Y todo ESTÁ BIEN!

Bendiciones,

Kate

                                              

AUTORA: KATE NOWAK
Líder del proyecto en Mexico: Liza Macari
http://experimento-prosperidad.blogspot.com/

IMAGENES: Google