¡Bienvenido al
Día Veinticuatro del Reto de las Bendiciones!
Saludos de mi corazón al tuyo...
En ocasiones, ser despachadores de bendiciones de
tiempo completo, puede ser abrumador. Al ir bendiciendo a todos y a todo en nuestras vidas, nos
involucramos de tal manera en lo que estamos haciendo, botando cualquier
resistencia que surja, e imaginándonos lo mejor para todos los involucrados, que
nos olvidamos de que tan solo somos el conducto a través del cual fluyen las
bendiciones. Comenzamos a sentirnos responsables de todo lo que sucede cuando
bendecimos. En resumen, tratamos de controlarlo todo.
Cuando esto suceda, puede ser que te encuentres
diciendo cosas como:
"Este problema es demasiado grande para mí. No sé
ni cómo comenzar a bendecirlo".
"Esta persona necesita tanto. ¿Qué tal si mis
bendiciones no funcionan?"
"Después de bendecir esta situación, ¿entonces,
qué se supone que tengo que hacer?"
"He bendecido y bendecido y bendecido, y nada ha
cambiado. Quizá no sirvo para bendecir, o quizá las bendiciones no funcionan".
Cuando te vengan a la mente este tipo de pensamientos,
sólo hay una cosa que puedes hacer: DEJA
DE PENSAR Y COMIENZA A BENDECIR. Tu trabajo no es el de definir cómo va a
funcionar una bendición, si va a funcionar la bendición o si una bendición es
algo apropiado para la situación. Tu trabajo es simplemente bendecir. No
necesitas usar tu intelectualidad. Sólo necesitas bendecir. La bendición por sí
misma, proporcionará las respuestas que necesites.
Cuando acalles tus argumentos internos al bendecir, harás
a un lado cualquier resistencia que surja y al hacerlo, elevarás tu vibración
así como la vibración de la persona, lugar o situación que estés bendiciendo. Y
al elevar la vibración alrededor de cualquier persona o cosa, elevas la
vibración y transformas al mundo. Tu bendición en realidad vale todo el
esfuerzo que requieras para efectuarla.
El Ejercicio del Día de hoy:
Todos los días, los que estamos en este reto
solicitamos bendiciones para nosotros y para otros. dedica tiempo cada mañana y
cada noche para mandar bendiciones a la persona o personas que has elegido.
Imagina lo mejor para ellos y satura la bendición con luz y amor y paz. Si
encuentras el correo electrónico de la persona y sientes ganas de comunicarte
con ella, mándale una nota y déjale saber que le estás enviando bendiciones. Tan
solo saber que otras personas están bendiciéndonos de manera activa y
consciente es una bendición por sí misma, así es que no dudes compartir tu
deseo de bendecir con aquellos que lo han pedido.
La afirmación del día de hoy:
“Aun cuando no tengo ganas de bendecir, puedo
bendecir”.
La frase del día:
"...experimenta con el arte de bendecir. Explóralo.
Sé pragmático. Nos corresponde a todos evitar todo ritual o “clonación espiritual”,
como dice Rabbi Garai. Bendecir no es un truco de magia. Pero si perseveras y
dejas que el corazón hable, perdonando tus propias resistencias, los frutos se
manifestarán con la misma certeza con la que las plantas florecerán en la
primavera".
-- Pierre Pradervand
Nos "vemos" en la siguiente lección y hasta
entonces recuerda, SIEMPRE ES MEJOR BENDECIR. ¡Y todo ESTÁ BIEN!
Bendiciones,
Kate
AUTORA: KATE NOWAK
Líder del proyecto en Mexico: Liza Macari
http://experimento-prosperidad.blogspot.com/
IMAGENES: Google
Líder del proyecto en Mexico: Liza Macari
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Un abrazo de luz y muchas bendiciones.
Namasté