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Comienza el mes de agosto, una etapa del año que me trae gratos recuerdos de mi lejana y añorada infancia, para esa época en Venezuela era un mes de vacaciones escolares y viajes memorables, tanto internamente por el país, a lo largo y ancho de nuestra bella geografía, por los hermosos páramos andinos, por las lindas playas de oriente o a las tierras llaneras guariqueñas en el hato Barbasquito propiedad de mi padre, así como viajes por USA, México, Colombia, o las temporadas en el litoral central en el apartamento familiar de playa en mi querido club Playa Grande Yachting Club.
Agosto era tradicionalmente un mes de cumpleaños familiares y aniversarios, el cumpleaños de papá el día 14, el mío el día 11, el día 4 el aniversario de la fundación de la Guardia Nacional, componente militar del cuál formó parte mi papá antes de pasar a retiro; así como también era un mes propicio para nuevos amores, de “verano” como en las películas o de reencuentros con antiguos romances aprovechando el receso de las actividades académicas. Incluso mi segundo matrimonio se celebró un 11 de agosto (1995) para aprovechar la temporada vacacional. Era un mes de abundantes regalos y obsequios producto de mi cumpleaños y de las promociones a nuevos niveles académicos.
Hoy recuerdo todo eso con añoranza y cierta nostalgia para comprobar como el tiempo se encarga de cambiar por completo las circunstancias de nuestras vidas...
Desde que mi madre falleció el domingo 14 de agosto del año 2011 ya el cumpleaños de papá pasó a tener un “bajo perfil” pues se convirtió en un día de triste remembranza para mi en lo particular, pues no puedo dejar de recordar esa infortunada coincidencia y aunque es un día de sentimientos encontrados, termina prevaleciendo el sentimiento de pena y dolor por el aniversario del fallecimiento de mi querida mamá, que este año se cumplen ya ocho años de su partida física.
De igual manera el 11 de agosto de 1998 nació mi nieto Luis Manuel, el hijo de mi hija mayor Vanessa, así que mi cumpleaños pasó a un segundo plano para darle prioridad al cumple de mi nieto. También en esa fecha recuerdo mi fracaso en mi segundo matrimonio, el cuál terminó abruptamente en agosto del año 1997.
También en agosto pero del año 1999 debí dejar la hermosa ciudad de Barquisimeto, en donde había estado residenciado durante los últimos cuatro años.
Quince años después, el día 04 de agosto del año 2014 me vi obligado a desalojar el apartamento de Montalbán que me había servido de residencia desde el año 1999, el cual era propiedad de mamá y mis hermanos decidieron venderlo para repartir la herencia familiar y yo me vi forzado a quedar en la calle, abandonando mi “zona de confort”, teniendo que incluso salir de mi ciudad natal (Caracas) comenzando así una “peregrinación” como un gitano errante sin hogar...
Aquella fecha que otrora había sido motivo de celebraciones y fiestas por el aniversario mencionado de la fundación de la G.N. era ahora una fecha lúgubre y tétrica en mi calendario personal.
Ya no hay vacaciones ni viajes placenteros en este mes de agosto del año 2019, estoy viviendo solo en Barinas, sin trabajo y con una condición de salud bastante comprometida y sin mas ingresos que la modesta ayuda de algunos familiares que no llega a $ 4 dólares mensuales, cuidando una casa casi en “ruinas” sin los principales servicios básicos como agua, ni gas, con constantes cortes de la energía eléctrica, en un lugar casi inhabitable, en condiciones infrahumanas, pasando hambre y todo tipo de carencias, sobreviviendo por la gracia de Dios, pues desde mi óptica yo no debería seguir en este mundo hostil y miserable, no obstante sigo sobreviviendo aferrado con fe a Jesús y a su inmensa misericordia, esperando tal vez un milagro que me pueda ayudar a salir de aquí o en su defecto que mis peticiones sean escuchadas y se me permita finalmente descansar en paz y poder abandonar este mundo cruel de la manera menos traumática posible.
* tal vez desee leer:
Pareciera que en mi vida hay fechas destinadas a signar o marcar de manera repetitiva ciertos acontecimientos relevantes en mi insignificante existencia.
Sigo creyendo que solo Dios basta y que solo Él puede decidir sobre nuestra existencia, sin embargo debo confesar que no puedo dejar de pensar que agosto podría ser un buen mes para morir...
Paz y Bien
Hoy recuerdo todo eso con añoranza y cierta nostalgia para comprobar como el tiempo se encarga de cambiar por completo las circunstancias de nuestras vidas...
Desde que mi madre falleció el domingo 14 de agosto del año 2011 ya el cumpleaños de papá pasó a tener un “bajo perfil” pues se convirtió en un día de triste remembranza para mi en lo particular, pues no puedo dejar de recordar esa infortunada coincidencia y aunque es un día de sentimientos encontrados, termina prevaleciendo el sentimiento de pena y dolor por el aniversario del fallecimiento de mi querida mamá, que este año se cumplen ya ocho años de su partida física.
De igual manera el 11 de agosto de 1998 nació mi nieto Luis Manuel, el hijo de mi hija mayor Vanessa, así que mi cumpleaños pasó a un segundo plano para darle prioridad al cumple de mi nieto. También en esa fecha recuerdo mi fracaso en mi segundo matrimonio, el cuál terminó abruptamente en agosto del año 1997.
También en agosto pero del año 1999 debí dejar la hermosa ciudad de Barquisimeto, en donde había estado residenciado durante los últimos cuatro años.
Quince años después, el día 04 de agosto del año 2014 me vi obligado a desalojar el apartamento de Montalbán que me había servido de residencia desde el año 1999, el cual era propiedad de mamá y mis hermanos decidieron venderlo para repartir la herencia familiar y yo me vi forzado a quedar en la calle, abandonando mi “zona de confort”, teniendo que incluso salir de mi ciudad natal (Caracas) comenzando así una “peregrinación” como un gitano errante sin hogar...
Aquella fecha que otrora había sido motivo de celebraciones y fiestas por el aniversario mencionado de la fundación de la G.N. era ahora una fecha lúgubre y tétrica en mi calendario personal.
Ya no hay vacaciones ni viajes placenteros en este mes de agosto del año 2019, estoy viviendo solo en Barinas, sin trabajo y con una condición de salud bastante comprometida y sin mas ingresos que la modesta ayuda de algunos familiares que no llega a $ 4 dólares mensuales, cuidando una casa casi en “ruinas” sin los principales servicios básicos como agua, ni gas, con constantes cortes de la energía eléctrica, en un lugar casi inhabitable, en condiciones infrahumanas, pasando hambre y todo tipo de carencias, sobreviviendo por la gracia de Dios, pues desde mi óptica yo no debería seguir en este mundo hostil y miserable, no obstante sigo sobreviviendo aferrado con fe a Jesús y a su inmensa misericordia, esperando tal vez un milagro que me pueda ayudar a salir de aquí o en su defecto que mis peticiones sean escuchadas y se me permita finalmente descansar en paz y poder abandonar este mundo cruel de la manera menos traumática posible.
* tal vez desee leer:
Vivir Muriendo
https://victorresvg.blogspot.com/2018/01/i-vivir-muriendo.html#morePareciera que en mi vida hay fechas destinadas a signar o marcar de manera repetitiva ciertos acontecimientos relevantes en mi insignificante existencia.
Sigo creyendo que solo Dios basta y que solo Él puede decidir sobre nuestra existencia, sin embargo debo confesar que no puedo dejar de pensar que agosto podría ser un buen mes para morir...
Despedida Programada...
https://victorresvg.blogspot.com/2018/12/despedida-programada-2018.html#more
"...en los tiempos más obscuros
de hambre en mi vida
me negué a pedir nada a nadie.
“lo que pasa es que ni para eso
servías”, dijo ella."
- Bukowski
Paz y Bien
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Namasté