¡Ah, la vida! Esa cosa en la que naces y te haces un poco más grande, te enamoras de una persona (o de pescar), tal vez produces algunas personas más pequeñas, y luego, antes de que te des cuenta, es hora de la siguiente parte: la muerte. La inevitable desaparición de nuestro ser.
Hay una gama ecléctica de formas en que podrías morir.
Comúnmente es por una enfermedad cardíaca o cáncer, pero hay incluso alrededor de 600 víctimas anuales de la asfixia autoerótica.
No importa cómo ocurra, en algún momento experimentarás la muerte clínica, que es algo así como la vida, pero sin respiración ni circulación sanguínea.
En otras palabras, es el comienzo del paso de esta vida a lo otro...