Translate - Traductor

martes, 27 de marzo de 2012

Vaginismo vs. placer sexual

El vaginismo: cuando el dolor impide el placer

El vaginismo: cuando el dolor no deja paso al placer












Para algunos/as de vosotros/as, esta palabra puede resultaros completamente desconocida, casi inventada. Para otros/as, sin embargo, puede constituir una realidad más que familiar y demasiado presente en vuestras vidas. Hoy trataré de acercaros un poco más a este padecimiento que experimentan muchas mujeres (más de las que pensamos) y que puede acarrear serias consecuencias psicológicas, tanto a la persona que la sufre como a su pareja.
¿Qué es eso del vaginismo?
. . .




El vaginismo constituye una afección englobada dentro  del grupo de los llamados “trastornos sexuales”, estimándose que en torno al 5% de las mujeres lo padece. En él, la mujer sufre una contracción involuntaria de la parte más externa de su vagina ante el más mínimo intento de penetración en una relación sexual. A causa de este motivo, cualquier intento de consumación del acto sexual resulta prácticamente imposible, y en caso de poderse, el dolor llega a ser tan grande que se hace necesaria la interrupción inmediata del mismo.
Para ser considerado un trastorno sexual, ha de demostrarse que los factores psicológicos estarían ejerciendo una influencia decisiva. En caso de no ser así, sería necesaria una exploración física para poder determinar otra causa.
El énfasis en esta definición tendríamos que hacerlo en la palabra involuntaria, y es que, precisamente el motor de este problema se encuentra en la contracción refleja de esta zona, motivada principalmente por un miedo previo a causa de algún acontecimiento traumático (abuso sexual, relaciones sexuales previas infructuosas, grave ansiedad de ejecución en el acto sexual, etc).



La explicación a este trastorno se encuentra, por lo tanto, en una reacción instintiva de defensa ante una práctica considerada erróneamente como amenazante, generalmente fruto de un condicionamiento anterior.
Pero no siempre hay un acontecimiento traumático detrás del vaginismo. Como ya se comentó en el artículo sobre las disfunciones sexuales, una educación religiosa y moral muy estricta puede hacer entender el sexo como algo sucio o indigno, produciendo la misma respuesta defensiva.
Es por esto que una adecuada terapia psicológica ha de combinar aspectos cognitivos (trabajo de posibles creencias erróneas sobre la sexualidad) y conductuales (ejercicios progresivos de acercamiento y exploración de la sexualidad hasta llegar a una penetración indolora).
El equivalente masculino a este trastorno lo constituiría la denominada “dispareunia masculina”, en la cual el varón puede sufrir dolor en el coito o durante la eyaculación, aunque esto resulta mucho menos frecuente.

FUENTE: http://www.somospsico.com/
IMAGENES: Google Images

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mil Gracias por su visita en SER+POSITIVO y por dejar su comentario. Esperamos seguir disfrutando de sus visitas.
Un abrazo de luz y muchas bendiciones.
Namasté