ADVIENTO
¡ADVIENTO!
Tiempo de alegría y de amor,
de un profundo
amor,
y de una
cristalina y pura alegría interior.
Tiempo, de las
puertas del alma abrir,
En paz, con
esperanza, con fé...
Tiempo de Jesús el nacimiento,
en nosotros
revivir,
Tiempo del
afecto sincero reafirmar;
con la familia
y amistades,
momentos
íntimos, compartiendo.
Tiempo de un
balance realizar,
de lo que en el
año que expira hicimos,
y de lo que de
hacer, olvidamos,
del amor que
expresamos,
y del que
hacerlo… para después lo dejamos.
Tiempo de
nuestra parte espiritual revisar.
Tiempo de
reconciliación, de perdonar.
Tiempo de
conciencia tomar,
De que el
momento no es, de los logros materiales evaluar;
no nos
pertenecen, son solo prestados,
y en ellos, la
felicidad, nunca la habremos de encontrar.
Corona de
Adviento
Es importante,
nuestro corazón evaluar.
¿Habremos acaso
olvidado … que lo tenemos?
¿Compartido lo
habremos?
Para dar amor
¿no fue a lo que a este mundo nos enviaron?
¿Lo habremos
entendido, o acaso lo olvidamos?
Vino a este mundo Jesús , a sembrar amor:
YO SOY AMOR,
dijo.
AMAOS LOS UNOS
A LOS OTROS.
Si el amor que
a traernos vino,
en el corazón
de todos, hubiese germinado,
no habría
miseria, ni odios, ni guerras, ni terrorismo.
Unas líneas
expresivas, y hasta un abrazo y un beso sinceros,
mas valor tienen, que un regalo material;
para siempre,
en el alma habrían de quedar guardados.
Un regalo
material, a menos que conlleve un mensaje espiritual,
fácilmente, a
corto plazo olvidado ha de quedar.
Miguel Alejandro Römer
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Namasté