Cuando el otro día leí esta frase en un ensayo del filósofo contemporáneo francés André Comte-Sponville llamado “Ni el sexo ni la muerte” supe enseguida que tenía que titular así un post, aunque solo fuera por el placer de hacerlo ahora que estamos en tiempo de calor.
Creo que lo mejor es transcribir parte del capítulo en el que estaba esa frase:
“Dice Schopenhauer: La sexualidad, si se considera desde un punto de vista biológico, está al servicio de la especie y no del individuo; y está al servicio de las futuras generaciones, y no de la actual; y de los genes, diríamos hoy en día, y no de la felicidad. La felicidad trae sin cuidado a la naturaleza, e incluso nuestro placer no es para ella más que una cantidad despreciable. Pero ésa no es una razón para renunciar a la felicidad, ni al placer, ni al amor.
(…)