Taclobán (Filipinas), 12 nov (EFE).- El número de muertos por el tifón “Haiyán”, que arrasó el centro de Filipinas, supera ya los 1.700, según fuentes oficiales, y no deja de aumentar casi al mismo ritmo que la desesperación entre los supervivientes que sufren escasez de agua potable, comida y no encuentran cobijo.
Según el Gobierno filipino, un total de 1.744 personas han muerto hasta el momento, aunque datos extraoficiales e informes de campo hablan de decenas de miles de fallecidos.
Naciones Unidas, por su parte, estimó en más de 10.000 el número de víctimas mortales provocadas por el tifón que hace cuatro días arrasó las provincias centrales del archipiélago.
El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres filipino prosigue con el lento recuento oficial en su último informe publicado en el que también habla de 2.487 heridos.
Cerca de 10 millones de filipinos se han visto afectados por los estragos creados por el tifón, bautizado como “Yolanda” por las autoridades locales, de los cuales al menos 660.000 son desplazados, según el recuento del órgano gubernamental.