¿Cómo te hace sentir?
A principios de los 90s había una pequeña compañía de velas en la
comunidad de Kate que creció a ser una gran empresa en poco tiempo.
Sorprendidos por su éxito tan rápido, la compañía decidió un día mover su
operación a una ciudad más grande.
El problema fue que como ya vendían tantas velas con el nombre de esa
comunidad, la gente continuamente viajaba al pequeño pueblo para comprar más
velas. Pero ahora ya no había velas. Los clientes se iban con las manos vacías.
Kate y una amiga de ella comenzaron a platicar acerca de cuánto se necesitaba
una compañía de velas en el pueblo y ya que hay un dicho que dice que para
tener éxito en la vida hay que encontrar una necesidad y satisfacerla, ellas
decidieron que esa sería la necesidad que ellas satisfarían. Comenzaron una
empresa de velas de soya.
Un año más tarde, Kate estaba sola una mañana en la tienda, cuando una
mujer entró queriendo saber dónde estaba la compañía de velas anterior. Kate le
explicó que se habían cambiado como a 70 millas de distancia, y ella pidió más
información, así es que Kate le escribió
la dirección en un pedazo de papel.
Pero la mujer insistió. Ella parecía interesada en decirle a Kate porqué
había manejado hasta este pueblo, y porqué únicamente esas velas la satisfarían.
Kate no se preocupó, ella había llegado temprano para hacer algo de trabajo
pendiente, y la vio más como una interrupción que como un cliente. Pero entre
más hablaba la mujer, más se enojaba, hasta el punto de insinuar que Kate era
la responsable de todo.
De repente, el propio enojo de Kate comenzó a surgir. Hasta ese momento,
nunca había visto al otro proveedor de velas como un competidor, pero al estar
parada en su tienda llena de hermosas velas, escuchando a la mujer hablar de
las “otras” velas, sintiendo que las velas de ella eran inferiores, Kate quería
demostrarle que no era así. Cada vez que la mujer alababa las otras velas, Kate
aprovechaba para mostrar los beneficios de sus velas.
Pareciera que hablaba con la pared. Finalmente, la mujer miró el pedazo
de papel que Kate le dio y dijo, “Bueno, creo que el viaje fue en vano” y salió
repentinamente de la tienda.
Kate se quedó muy enojada, frustrada y desilusionada de que había
desperdiciado su tiempo, y de repente pensó: Nunca convencería a nadie de lo
bueno que son nuestras velas estando enojada porque le gustan las velas de
alguien más.
De repente, Kate agarró una de sus velas más populares y corrió atrás de
la mujer. Ella ya estaba en su auto y salía del estacionamiento cuando Kate la
alcanzó. Le hizo señales para que se detuviera, y cuando lo hizo, le regaló la
vela.
"Aquí tiene," le dijo Kate, "Se la debí de haber dado
antes. Ya que hizo un viaje tan largo, no quisiera que se fuera con las manos
vacías. Llévela a casa y pruébela. Se la regalo. Quien sabe, quizá le gusten
más las de nosotros."
La mujer agradeció a Kate y se fue. Y Kate entró en la tienda
sintiéndose muy bien.
Quizá crean que les voy a decir que la mujer se convirtió en un leal
cliente de Kate. Pero no. Al parecer nunca regresó.
Nunca importó. Porque, en el momento en el que Kate hizo a un lado su
enojo para darse cuenta de que esta mujer entró en su tienda queriendo velas y
Kate la había dejado salir con las manos vacías, ella se dio permiso de dejar
de pensar en lo que necesitaba para comenzar a pensar en lo que la cliente
deseaba. Y eso hizo toda la diferencia.
La Primer Ley Estratosférica del Éxito dice que nuestro verdadero valor se determina por cuánto más damos en
valor que lo que tomamos en pago. Hoy en día, sin embargo, la ley tiene
poco que ver con lo que damos o recibimos. Tiene mucho más que ver con el
sentimiento, porque la forma en la que nos sentimos determina si vivimos
nuestras vidas por completo o no.
Cuando la mujer entró en la tienda y comenzó a decirle a Kate de las
otras velas y cuánto las quería, Kate sintió la necesidad de venderle una de
las de ella. No era porque deseaba que la mujer se llevara un producto de
calidad. Era porque quería demostrarle que estaba equivocada. Estaban atacando
su autoestima y necesitaba que la venta la hiciera sentirse bien.
Cuando Kate corrió atrás de ella y le regaló la vela, su enfoque cambió
de lo que ella necesitaba para sentirse bien a lo que la mujer necesitaba para
que sintiera que su viaje no había sido en vano.
No sabe si el haberle regalado la vela hizo la diferencia. Pero sabe que
fue una mejor embajadora de su comunidad al regalarle una vela a esa mujer que
si la hubiera dejado irse enojada y sin nada en las manos. Y lo que es seguro
es que Kate se sintió mucho mejor. Y si lo pensamos bien, de eso se trata; de
sentirnos mejor.
Porque cuando actuamos de manera que nos sentimos bien, nuestras
vibraciones se incrementan. Cuando nos limitamos, determinados a no dar nada a
menos que el retorno instantáneo esté garantizado, nuestras vibraciones son
bajas. El que nosotros retengamos, no solo evita que los demás gocen de lo que
podríamos darles. Nos priva a nosotros de los sentimientos buenos que podríamos
experimentar al dar.
No estoy sugiriendo que si eres el dueño de un negocio, regales tus
productos a todo el que entra en tu empresa. Estoy sugiriendo que en cada
transacción que participes, busques la manera de hacer sentir bien a tu cliente
y a ti.
Porque la vida es demasiado corta para evitarnos los unos a los otros
oportunidades para sentirnos bien.
¿No crees?
La Acción del Día:
- Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu
lista de agradecimientos.
- Toma un momento para pararte firmemente con un brazo alzado hacia
el cielo, el puño firme como si te estuvieras agarrando de la mano de
Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite "Con Dios como mi
Testigo…
- Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la
afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en
regreso.
- Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los
otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes
bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e
imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en
tu lista de bendiciones. Lee todas las bendiciones que llegan por correo
electrónicos. Tus bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las
respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
El Pensamiento del Día:
"Das, das, das. ¿Por qué? Porque te encanta. No es una estrategia. Es
una forma de vida. Y cuando das, entonces cosas muy redituables comienzan a
suceder."
-de “Dar para Recibir”
por Bob Burg y John David Mann
por Bob Burg y John David Mann
La Afirmación del Día:
"Doy a los demás porque me amo"
AUTORA: KATE NOWAK
Líder del proyecto en Mexico: Liza Macari
http://experimento-prosperidad.blogspot.com/
IMAGENES: Google
Líder del proyecto en Mexico: Liza Macari
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Namasté