Un reencuentro entre los psicodélicos y la
medicina científica
La comunión entre los psicodélicos y la ciencia médica
se encuentra en un franco proceso de reconciliación, a
partir de lo cual pudiesen emerger múltiples beneficios
para la sociedad contemporánea.
Tras décadas de satanización de los psicodélicos, en una movida minuciosamente orquestada por gobiernos con ayuda de medios de comunicación e instituciones educativas, aparentemente se consolida una tendencia de nueva apertura ante las bondades terapéuticas y medicinales de estas sustancias. Si bien en 1971 la Organización de las Naciones Unidas ratificó la legalidad del uso de ciertos psicodélicos, por ejemplo el LSD, con fines de investigación científica y médica, lo cierto es que gobiernos locales e inclusive la propia comunidad científica se dedicaron durante las últimas tres décadas del siglo XX a censurar la mayoría de iniciativas que buscaba experimentar con estas sustancias.