Los
monólogos internos (esos pensamientos que tenemos todos sobre
nuestros sentimientos) pueden hacerte resurgir o pueden hundirte.
Cuando se comete un error, esos pensamientos pueden intensificar la
negatividad o servir de ayuda para convertir ese fallo en algo
productivo.
Los
monólogos internos negativos son poco realistas, innecesarios,
contraproducentes y nos hacen caer en una espiral emocional de la
que es difícil salir.
Todo
monólogo interno es impulsado por las creencias que tenemos sobre
nosotros mismos y desempeña un papel sencillo pero muy importante
en el éxito, ya que puede dar fuerzas para lograr los objetivos o
puede ser un lastre.
"Tanto
si piensas que puedes como si piensas que no, tienes razón". -
Henry Ford
De
todas las personas a las que hemos estudiado en TalentSmart,
el 90% de las que mejores resultados obtuvieron tenían un nivel
elevado de inteligencia
emocional.
Estos individuos emocionalmente inteligentes poseen una aptitud muy
importante: la capacidad de reconocer y controlar los monólogos
internos pesimistas para que estos no les impidan aprovechar todo su
potencial.
En
Estados Unidos, este tipo de personas ganan al año una media de
28.000 dólares más, son ascendidas con más frecuencia y son mejor
valoradas en las evaluaciones de rendimiento que aquellas que tienen
una inteligencia emocional menor. La relación que existe entre la
inteligencia emocional y el sueldo es tan directa que cada punto más
de inteligencia emocional supone un aumento de 1300 dólares en el
salario anual.
Con
respecto a las conversaciones con uno mismo, hemos descubierto que
hay ciertos pensamientos que son más habituales. Sé consciente de
tus tendencias a sucumbir a este tipo de pensamientos para que no
afecten a tu carrera profesional:
1.
La perfección equivale a éxito. Los
seres humanos, por naturaleza, son falibles. Si tu objetivo es la
perfección, siempre te quedará sensación de fracaso y acabarás
perdiendo el tiempo en lamentarte por no haber logrado lo que te
proponías, en vez de disfrutar de lo que sí has podido conseguir.
2.
Mi destino está escrito. Muchas
personas sucumben a la idea irracional de que están destinadas a
triunfar o a fracasar. Que nadie se confunda: tu destino está en
tus manos, y responsabilizar de tus éxitos o de tus errores a
fuerzas que escapan a tu control es escurrir el bulto. En algunas
ocasiones, la vida te dará malas cartas, pero, en otras, te dará
ases. La disposición para darlo todo en cada mano es la que
determina el triunfo o el fracaso.
3.
"Siempre" o "nunca" hago x. No
hay nada en la vida que hagas siempre o que no hagas nunca. Puede
que haya cosas que hagas mucho o que no hagas lo suficiente, pero
etiquetar un hábito con los términos "siempre" o "nunca"
es caer en la autocompasión. Es hacerte creer que no tienes control
sobre ti mismo y que nunca podrás cambiar. No te dejes llevar por
ello.
4.
He triunfado si recibo la aprobación de los demás.
Independientemente
de lo que la gente piense de ti en un momento concreto, una cosa
está clara: nunca serás tan bueno ni tan malo como dicen que eres.
Es imposible desactivar las reacciones a lo que piensan los demás,
pero siempre puedes tomarte las opiniones ajenas con reservas. De
esta manera, independientemente de lo que la gente piense o haga, la
autoaceptación depende de ti.
5.
El futuro será como fue el pasado. La
repetición de ciertos errores puede minar la autoestima y hacer que
sea más difícil creer que las cosas irán mejor en el futuro. La
mayoría de las veces, esos errores son consecuencia de haber
corrido riesgos o de haber intentado conseguir algo que no era
fácil. Recuerda que el éxito reside en la capacidad para
levantarse después de un fracaso. Todo aquello que merece la pena
lograr requiere que se asuman ciertos riesgos, y no debes permitir
que el fracaso te haga perder la fe en tu capacidad para triunfar.
6.Mis
emociones representan mi realidad. Si
has leído Inteligencia
emocional 2.0,
sabrás cómo analizar tus sentimientos desde un punto de vista
objetivo y cómo separar los hechos de la ficción. En caso
contrario, tal vez te resulte interesante. Si no adoptas una
perspectiva objetiva, tus emociones seguirán sesgando tu
percepción de la realidad y serás vulnerable al efecto de los
monólogos internos pesimistas, que pueden impedirte aprovechar
todo tu potencial.
En
resumen
Espero
que estas reflexiones sean tan útiles para ti como lo han sido para
mí a lo largo de los años. Al escribirlas, recuerdo lo poderosas y
útiles que son en el día a día.
¿Qué
otros pensamientos tóxicos son habituales entre las personas
inteligentes? Expresa tu opinión en los comentarios para que todos
podamos aprender.
Dr. Travis Bradberry
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
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a Dr. Travis Bradberry en Twitter:www.twitter.com/talentsmarteq
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