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domingo, 22 de julio de 2012

Infección por Cryptosporidium: Criptosporidiosis


Infección por Cryptosporidium
               A la memoria de Norberta García




El Cryptosporidium 
El Cryptosporidium es un parásito; desde su descripción a principios del presente siglo sólo en los últimos años, dentro del contexto de la epidemia del SIDA, se ha reconocido su importancia como causa de enfermedad en humanos; hasta 1995 fue considerado un comensal y en 1976 se comunicó la criptosporidiasis humana como causa grave de enteritis.


Cryptosporidium muris.jpg 

Ooquistes de Cryptosporidium muris encontradas en heces humanas.


Aunque el número de especies y cepas de este protozoo no se conoce con exactitud se consideran, basándose en el tamaño de los ooquistes, dos especies que afectan a los mamíferos: C. parvum y C. muris; el primero se cree que es el que causa enfermedad diarreica en los humanos. Como característica tintorial sus ooquistes tienen propiedades de ácido-alcohol resistencia.
  
Situación en España 
La criptosporidiosis como enfermedad indicativa de SIDA presentó una frecuencia del 1,7% del total de los 4208 casos de SIDA declarados de enero a septiembre de 1998.



Aspectos epidemiológicos 
El Cryptosporidium se desarrolla por completo en el interior de un solo huésped. La infección se inicia por ingestión, tal vez también por inhalación, de ooquistes que completan su ciclo vital en el interior del organismo que han infectado.
El Cryptosporidium puede transmitirse de humanos a humanos, de humanos a animales y de animales a humanos. Además de la contaminación fecal del medio ambiente puede producirse la diseminación a través del agua, de los alimentos e incluso del aire, a través de las manos o de los objetos contaminados.
La diseminación interpersonal es más fácil entre los niños asistentes a guarderías, entre los contactos intrafamiliares del caso índice y entre pacientes hospitalizados y el personal sanitario.
Su prevalencia es variable según la zona geográfica considerada. Estudios en EEUU han demostrado su presencia hasta en el 1% de los adultos con diarrea y, mediante pruebas serológicas, entre el 15-30% de la población. Aunque su incidencia se desconoce en pacientes con SIDA se estima que entre el 5-10% de ellos presentan criptosporidiasis cada año.
El agua se ha implicado en brotes de criptosporidiasis en los viajeros. La cloración del agua, que habitualmente elimina bacterias y virus, no destruye los quistes de Cryptosporidium que también son resistentes a otros desinfectantes; el calor superior a los 65 grados o el tratamiento prolongado con lejía (más de 18 horas) pueden ser efectivos para destruir la viabilidad de los ooquistes. A pesar del pequeño tamaño de los quistes (4-6 micras) la filtración del agua, con el tamaño de poro conveniente, puede ser efectiva para eliminarlos. La potabilidad del agua no garantiza que esté completamente libre de quistes de Cryptosporidium.
La vía oro-fecal, por contacto con heces de animales o humanos, la ingesta de agua potable contaminada y la transmisión sexual (contacto orogenital) parecen ser los mecanismos fundamentales de transmisión de esta parasitosis en humanos.




Manifestaciones clínicas 
La criptosporidiasis se caracteriza por una intensa diarrea acuosa, dolor abdominal (calambres y retortijones), pérdida de peso, anorexia, flatulencia y malestar general. Pueden presentarse fiebre, dolores musculares, náuseas y vómitos. Muchas veces la diarrea y el dolor aparecen cada vez que se ingieren alimentos.
Su período de incubación se estima que es de 2 a 14 días. La gravedad y duración de la enfermedad es variable en el paciente inmunodeprimido. En el paciente inmunocompetente se autolimita en 1 o 2 semanas.
Se puede experimentar un volumen diarréico elevado (1-25 litros/día), pérdida de peso superior al 10% del peso corporal y dolor abdominal intenso que puede durar meses.
En algunos casos se han descrito cuadros de colecistitis.


Profilaxis y tratamiento 
La prevención de la criptosporidiasis supone la vigilancia de los mecanismos a través de los cuales puede transmitirse. El borrador de mayo de 1999 sobre Recomendaciones para la Prevención de Infecciones Oportunistas en las Personas Infectadas con el VIH ofrece las siguientes recomendaciones específicas:
  1. Las personas seropositivas deben ser informadas y aconsejadas sobre las distintas vías de transmisión del criptosporidium (incluyendo el contacto directo con adultos y niños, con animales infectados, la ingestión de agua y de comida contaminada, y el contacto con agua contaminada durante la realización de actividades lúdico deportivas).
  2. Las personas seropositivas deben evitar el contacto con heces humanas y animales. En caso de haberse producido contacto (por ejemplo, al cambiar pañales), deberán lavarse las manos. También deberán lavarse las manos tras contactar con animales de compañía, tras realizar trabajos de jardinería o en general contactar con la tierra. Asimismo deberán evitar las relacionse sexuales que puedan resultar en exposición oral a las heces (por ejemplo, los contactos ano-orales).
  3. Los animales de compañía recién nacidos y muy jóvenes pueden transmitir la infección de criptosporidium, sin que ello implique que deba recomendarse el que las personas seropositivas tengan que apartarse de animales sanos. En general, sin embargo, deberán evitarse los animales con diarrea, los perros y gatos de menos de 6 meses de edad (a menos que un veterinario examine sus heces para detectar la presencia de criptosporidium), ni deberán adoptarse animales abandonados.
  4. Las personas seropositivas deben evitar la exposición a corderos y ovejas, o a los lugares donde éstos sean criados.
  5. Las personas seropositivas no deben beber agua directamente de ríos o lagos.
  6. La infección puede resultar también de tragar agua durante actividades lúdico-deportivas. Por ello, los pacientes deben saber que muchos lagos, ríos, playas de agua salada, piscinas, parques acuáticos y fuentes ornamentales pueden estar contaminados por desechos humanos o animales que contengan criptosporidium. Los pacientes deberán evitar nadar en aguas contaminadas y tragar agua mientras juegan o nadan en aguas recreativas.
  7. Se han detectado brotes de criptosporidiosis ligados a la ingestión de agua del grifo. La ebullición del agua durante 1 minuto elimina el riesgo, al igual que el uso de filtros de agua de al menos una micra y la ingestión de agua envasada. (NB. De hecho, el agua potable de los EEUU debe ser de las mejores del mundo - Milwaukee: 300000 casos en 1993 - pues el borrador no llega a recomendar estas medidas de precaución pese a mencionarlas; algunos Estados individuales, sin embargo, han recomendado a los pacientes que utilicen agua hervida, envasada o filtrada para su consumo)
  8. Del mismo modo, los pacientes deberán tener en cuenta que el hielo fabricado a partir de agua del grifo contaminada también puede ser fuente de la infección.
  9. Se cree que la mayoría de brotes de criptosporidiosis con origen en la comida están causados por personas infectadas al entrar en contacto con alimentos no contaminados. Por ello, no pueden definirse unas recomendaciones especiales para evitar la exposición a alimentos contaminados. Sin embargo, cabe señalar que en las ostras los ooquistes de criptosporidium pueden sobrevivir durante más de 2 meses, por lo que las personas seropositivas deberían evitar la ingestión de ostras crudas. Los pacientes infectados por criptosporidium no deben trabajar en actividades que impliquen el manejo de alimentos, especialmente cuando dichos alimentos vayan a comerse crudos.
  10. En los hospitales, las precauciones estándar (utilización dd guantes, y lavarse las manos tras quitarse los guantes) deberían ser suficientes para prevenir la transmisión de la criptosporidiosis de un paciente infectado por criptosporidium a una persona infectada por el VIH. Sin embargo, y debido a la posibilidad de transmisión por fómites, algunos especialistas recomiendan que las personas infectadas con el VIH, y especialmente las más inmunodeprimidas, no compartan una misma habitación con pacientes afectados de criptosporidiosis
Por otro lado, no existe en la actualidad ningún fármaco que se pueda recomendar para la profilaxis primaria o secundaria de esta infección (no existen medicamentos efectivos para prevenir la criptosporidiasis). En un estudio clínico el tratamiento con rifabutina o claritromicina como profilaxis anti-MAC pareció asociarse un riesgo reducido de criptosporidiasis, pero los datos son insuficientes para elaborar una recomendación sobre su utilización.
Del mismo modo, no pueden indicarse prácticas de preparación de nutrición infantil que sirvieran para prevenir la criptosporidiosis: sin embargo, deberán tenerse en cuenta las mismas recomendaciones que para los adultos (ebullición del agua) al preparar alimentos infantiles.

Tratamiento
No se conoce un tratamiento antimicrobiano efectivo para curar la infección por Cryptosporidium.

El tratamiento de la infección es fundamentalmente sintomático mediante agentes antidiarreicos y suplementos tradicionales (éstos últimos en los casos más severos, incluyendo de ser necesario la hiperalimentación por vía parenteral) y se orienta a prevenir los efectos de la diarrea buscando una correcta hidratación y alimentación del paciente (el empleo de agentes antidiarréicos inespecíficos puede ser efectivo de un modo limitado).

Se puede recomendar también un régimen de paromomicina (500 mg por vía oral c6h con comida) durante 14-28 días, y luego 500 mg orales 2 veces al día. Asimismo se ha estudiado el tratamiento con paromomicina 1g dos veces al día + azitromicina 600 mg c6h. Cabe señalar que los estudios realizados de tratamientos que incluyen la paromomicina sólo han podido demostrar mejoras modestas, pero no la cura de la criptosporidiosis.
Otro régimen que hasta ahora ha obtenido resultadores alentadores y puede recomendarse consiste en nitazoxanida, 1000 mg al día. Regímenes alternativos incluyen tratamientos con octreotide, azitromicina, claritromicina o atovacuona. El calostrum bovino hiperinmune se está estudiando para probar si puede aumentar la producción de inmunoglobulinas naturales en el cuerpo que combatan la criptosporidiosis.


Por otro lado, cabe señalar que se han utilizado derivados opiáceos frente al dolor y la diarrea, y que los pacientes con criptosporidiosis deben evitar las comidas con mucha grasa ya que son difíciles de digerir y pueden aumentar la diarrea. Las comidas con lactosa (productos lácteos como quesos, leche, helados, etc.), producen efectos similares a los antes mencionados.

Criptosporidiosis


File:Cryptosporidiosis - very high mag - cropped.jpg

La criptosporidiosis es una enfermedad oportunista causada por el parásito Cryptosporidium, presente en algunas comidas o en agua contaminada. El primer caso reportado se presentó en 1972, y a partir de entonces es uno de los patógenos a nivel de vía entérica más comunes en el mundo (además de la Giardiosis). En 1993, en la ciudad de MilwaukeeWisconsinEstados Unidos; se presentó un brote de infección porCryptosporidium que dejó un saldo de alrededor de 403.000 personas.
Contenido 
·         1 Agente patógeno
·         2 Epidemiología
·         3 Inmunología
·         4 Signos y síntomas
·         5 Diagnóstico
·         6 Tratamiento
·         7 Prevención
·         8 Referencias
Agente patógeno
El Cryptosporidium es un patógeno de carácter intracelular perteneciente al reino protista, subreino protozoo, filo apicomplexa y grupo alveolara. Alrededor de 20 especies de este agente son reconocidos actualmente. La especie de Cryptosporidium más común en humanos es C. parvum(que cuenta con dos genotipos, el tipo 1 es el humano y el tipo 2 es el bovino), aunque en pacientes inmunosuprimidos se han hallado C. hominis,C. murisC. felis y C. meleagridis. El parásito es de tipo monoxenes (es decir, capaz de desarrollar todas sus etapas del ciclo de vida en un solo hospedero) y posee un ciclo de vida bastante complejo.
Epidemiología
La infección es autolimitada en personas inmunocompetentes pero potencialmente letal en pacientes inmunosuprimidos. Del 1 al 3 por ciento de los habitantes de países en vía de desarrollo excretan ooquistes de Cryptosporidium en heces fecales. En promedio, el 2,2 por ciento de los habitantes de países tercermundistas que tienen enfermedades diarreicas poseen Criptosporidiosis. El 7% de los niños habitantes de países industrializados (como Estados Unidos y Canadá) que sufren de diarrea padecen Criptosporidiosis, mientras que el 12 por ciento de los infantes habitantes de países en vía de desarrollo que tienen ataques diarreicos poseen infección por Cryptosporidium.
Con respecto a los pacientes con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y diarrea al mismo tiempo; el 12% pacientes con dichas condiciones (siendo habitantes de países industrializados) poseen Criptosporidiosis, mientras que el 24% de los pacientes con las condiciones anteriormente mencionadas (siendo habitantes de países en vía de desarrollo) poseen infección por dicho agente pátógeno.
Los factores de riesgo para Criptosporidiosis son: Habitantes del hogar de uno o más enfermos de infección por Cryptosporidium, parejas sexuales del paciente enfermo, trabajadores de la salud, personal de guarderías, usuarios de piscinas públicas y viajeros de zonas no endémicas que llegan a zonas endémicas
La infección se puede trasmitir por vía sexual anal u oral (contacto orofecal), por nadar en aguas contaminadas con heces humanas, por consumir ostras en mal estado, por consumir agua contaminada y/o por haber tenido contacto con fómites (fuentes de contagio inanimados) como el agua contaminada y el vómito de un paciente con dicha infección.
Inmunología
En la defensa de la infección por Cryptosporidium es importante tanto la inmunidad celular como la humoral. La invasión de células epiteliales in vitro con Cryptosporidium otorga como resultado la producción de citoquinas proinflamatorias, importante en la defensa temprana en dicha infección. Las células epiteliales infectadas por cryptosporidium producen péptidos antimicrobianos (como las beta-defensinas) y/o prostaglandina E2 con el fin de evitar una invasión parasitaria. Diversos estudios han demostrado la importancia del IFN-γ en la defensa del hospedero, puesto que un déficit en dicha citoquina en ratones knock-out y en humanos provoca una mayor susceptibilidad a sufrir de Criptosporidiosis.
La resistencia adquirida a dicho parásito depende de los linfocitos T con receptores para células T α/β, y adicionalmente se ha comprobado un papel protector en el linfocito T CD4+. Al parecer, los linfocitos T CD8 y los linfocitos γ/κ son poco importantes en la defensa del huésped. En infecciones agudas y en pacientes convalescientes se han encontrado niveles elevados de IgA, IgG, IgM e IgE en suero plasmático. Los mecanismos por los cuales las células del epitelio gastrointestinal provocan la respuesta inmunológica no son muy bien comprendidos.
Signos y síntomas
Aunque la infección puede ser asintomática, en la mayoría de pacientes con Criptosporidiosis presentan diarrea acuosa con presencia de moco. Es raro encontrar en heces fecales la presencia de sangre o leucocitos. La duración de los signos y síntomas de dicha enfermedad dependen en gran parte del estado inmunológico del paciente. En un paciente inmunocompetente, la enfermedad tiene una duración media de 7 a 10 días, mientras que en un paciente inmunosuprimido la enfermedad (dependiendo del conteo de linfocitos T CD4+) puede presentarse de manera asintomática o sufrir los síntomas por el resto de su vida.
Los signos y síntomas que presenta normalmente las personas inmunocompetentes son: diarrea acuosa con presencia de moco, fiebre, náuseas, vómito, dolor abdominal (calambre) y pérdida de peso; mientras que los pacientes inmunosuprimidos son fiebre, dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, vómito, pérdida de hasta el 10% del peso corporal, ictericia y malabsorción severa. En el brote de Cryptosporidium de 1993, el número máximo de deposicíones por día fueron de 12 y la duración media de la enfermedad fue de 12 días.
Las formas de presentación clínica de la Criptosporidiosis en personas inmunocompetentes son: Portador asintomático, diarrea aguda y diarrea persistente (por aproximadamente un par de semanas); mientras que en pacientes inmunosuprimidos las diferentes formas de presentación clínica son: Enfermedad asintomática, enfermedad transitoria, enfermedad crónica y enfermedad fulminante. La siguiente tabla muestra el conteo de linfocitos T CD4+ en personas inmunosuprimidas y la presentación clínica que comúnmente presentan:
Conteo de linfocitos T CD4+
Presentación clínica
> 200/mm3
Enfermedad asintomática
< 100/mm3
Enfermedad crónica
< 50/mm3
Enfermedad fulminante
La Criptosporidiosis extraintestinal se ha reportado en pacientes inmunosuprimidos, y los lugares más frecuentes de aparición de Cryptosporidium son: Conducto biliar, pulmones, estómago y páncreas. Dichos sitios son probablemente extensiones de la infección primaria. La verdadera frecuencia de Criptosporidiosis extraintestinal no se ha podido determinar, puesto que las pruebas diagnósticas para detectar Cryptosporidium a nivel extraintestinal requieren de métodos invasivos. Al presentarse síntomas de enfermedad biliar durante el transcurso de la enfermedad hay un número menor de linfocitos T CD4+ en el conteo. Aunque la Criptosporidiosis biliar contribuye a la naturaleza crónica de la infección y por supuesto aumenta la morbilidad en pacientes con VIH, al parecer no se presenta un aumento de la mortalidad de los mismos.
Diagnóstico
Se debe tener en cuenta el diagnóstico de Criptosporidiosis en pacientes que presentan diarrea aguda o persistente, especialmente en personas inmunosuprimidas (sea por SIDA o por otra causa). El diagnóstico definitivo requiere de la observación microscópica del parásito a nivel de tejidos o fluídos corporales, aunque los métodos clínicos, endoscópicos, inmunológicos y moleculares todos toman un papel en el diagnóstico. Actualmente se realiza un exámente de tinción ácidoresistente modificada para determinar la presencia de Cryptosporidium en la muestra. La sensibilidad y especificidad de dicha prueba ha mejorado gracias a los métodos inmunológicos, como el ensayo de inmunofluorescencia directa y el ensayo inmunoenzimático (ELISA). La pueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) está disponible para detectar Cryptosporidium a nivel investigativo. Los trabajadores de la salud deben de tener en cuenta que los examenes de rutina para hallar parásitos (ova plus parasite) no detectan Criptosporidiosis, por lo que es recomendable ordenarse una prueba específica para Cryptosporidium. Las pruebas serológicas de Cryptosporidium no son de gran utilidad, puesto que muchas personas sanas poseen anticuerpos para dicho parásito.
Al haber sospecha de enfermedad biliar, la mejor prueba de diagnóstico inicial es la ecografía por ultrasonido, mediante el cual se puede detectar el engrosamiento del conducto biliar y/o la dilatación de la vesícula biliar. Si la sospecha de enfermedad biliar continúa a pesar de que la ecografía por ultrasonido arroja resultados normales, lo ideal es ordenar al paciente una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (usada en pacientes con el VIH-1) puesto que posee mayor sensibilidad. El patrón angiográfico más común (en el 50-60% de los pacientes) es la estenosis papilar asociada a colangitis esclerosante intrahepática. Otros patrones angiográficos son estenosis papilar sola, colangitis esclerosante sin estenosis papilar y estenosis largas de los conductos biliares extrahepáticos. La ecografía endoscópica es útil en la detección de estenosis papilar y superior a la ecografía transabdominal, y se usa para descartar otras condiciones como cálculos, compresión o cáncer. La biopsia hepática percutánea, aunque usada comúnmente, no es importante para el diagnóstico.
Tratamiento
No existe en la actualidad tratamiento eficaz contra la Criptosporidiosis. No hay ningún agente antimicrobiano ni quimioterapéutico que sea lo suficientemente eficaz para erradicar al organismo de forma fiable. Sin embargo, hay agentes que parecen suprimir la infección. En pacientes con VIH, el uso de la terapia antirretroviral de alta actividad puede resolver los síntomas de la Criptosporidosis. Algunos nucleósidos antivirales tienen un efecto directo en el crecimiento de Cryptosporidium in vitro. Puesto que el curso clínico de la enfermedad depende en gran medida el estado inmunológico del paciente, las opciones de tratamiento pueden variar. Por lo general los pacientes inmunosuprimidos de carácter asintomático no necesitan un tratamiento específico. La administración al paciente de electrólitos y fluidos por vía parenteral u oral permite recuperar el estado hídrico tras los sucesos continuos de diarrea. En niños, la espiramicina puede acortar la duración de la excreción de ooquistes y diarrea, aunque los datos presentados presentan conflicto. En pacientes con SIDA se usa la terapia antirretroviral de alta actividad, y si con lo anterior los síntomas no mejoran, el tratamiento estándar sería una combinación de dicha terapia con la administración conjunta de un antidiarreo y un antimicrobiano. La paromomicina y la azitromicina y lanitazoxanida son comúnmente usados, aunque dichos medicamentos son moderadamente efectivos. En pacientes con inmunodeficiencias debe descartarse la presencia de otros agentes patógenos. El mejor tratamiento para la Criptosporidiosis biliar en pacientes con SIDA es la terapia antirretroviral de alta actividad. Aunque dicho tratamiento resuelve la infección, no es posible erradicar al organismo del cuerpo. En caso de no resolver la infección, se usan vías endoscópicas (como la esfinterectomía endoscópica) que aunque no se prolonga la supervivencia, otorga una mejor calidad de vida en pacientes con estenosis papilar y colangitis esclerosante o simplemente estenosis papilar. Los pacientes con sólamente colangitis esclerosante (extrahepática o intrahepática) tienen pocas opciones a nivel terapéutico específico. Los fármacos antiparasitarios no suelen ser efectivos contra la Criptosporidiosis biliar en pacientes con SIDA y colangiopatía.


File:Cryptosporidiosis 01.png
Prevención
Como la infección por Cryptosporydium se da exclusivamente por la ingesta de ooquistes, las medidas de control apuntan a reducir o prevenir la transmisión de ooquistes. Los ooquistes son muy resistentes a una gama de presiones ambientales y a la mayoría de desinfectantes y antisépticos. La filtración de agua no remueve todos los quistes de Cryptosporidium, por lo que lo ideal es que las plantas de tratamiento de agua realicen una revisión microscópica de rutina. Las personas inmunosuprimidas deben evitar tener contacto con agua no potable (lagos y arroyos) y animales jóvenes. En los hospitales y centros de salud, los pacientes infectados deben de evitar tener contacto con las fuentes de infección y además aislarse de los demás pacientes. Para prevenir una posible infección por agua de dudosa potabilidad, lo recomendable es hervir el agua antes de su consumo.
Referencias
Cryptosporidium

(sin clasif.)
Subclase:
Suborden:
Cryptosporidium
Especies

File:Cryptosporidiosis - very high mag - cropped.jpg


Cryptosporidium es un género de protistas parásitos del filo Apicomplexa al que se asocia con una enfermedad llamada criptosporidiosis diarreicaen seres humanos. Otros apicomplejos patógenos incluyen Plasmodium, el parásito de la malaria, y Toxoplasma, el agente causante de latoxoplasmosis. A diferencia de Plasmodium, que se transmite a través de un mosquito vector, Cryptosporidium no utiliza insectos como vectores y es capaz de completar su ciclo vital dentro de un único huésped, puesto que los quistes se excretan en las heces y son susceptibles de transmisión a un nuevo huésped.
La criptosporidiosis es típicamente una enfermedad aguda de corta duración, pero la infección puede ser grave y continuada en niños y en pacientes inmunocomprometidos, como los pacientes con sida. El parásito se transmite en el medio ambiente mediante quistes resistentes (ooquistes) que, una vez ingeridos, desenquistan en el intestino delgado y dan lugar a la infección de los tejidos epiteliales intestinales.
Contenido 
·         1 Especies
·         2 Ciclo vital
·         4 Referencias
       


Especies
Varias especies de Cryptosporidium infectan a los mamíferos. En los seres humanos, las principales especies que causan la enfermedad son C. parvum y C. hominis. Otras especies, C. canisC. felisC. meleagridis y C. muris, también pueden causar enfermedad en los seres humanos. En los últimos años, la criptosporidiosis ha asolado a muchos criadores comerciales de gecko. Varias especies de Cryptosporidium (C. serpentis y otras) están involucradas, y además de geckos han sido infectados lagartosiguanastortugas, así como varias especies de serpientes.
El genoma de C. parvum fue secuenciado en 2004 y se encontró que es inusual entre los eucariontes en que las mitocondrias parecen no contener ADN.1 También está disponible el genoma de la especie pŕoxima C. hominis.


File:Cryptosporidiosis 01.png
Ciclo vital de Cryptosporidium.
La explicación puede seguirse en la figura. El parásito se contrae por vía fecal-oral. Los ooquistes esporulados, conteniendo cuatro esporozoitos, son excretados por el huésped infectado a través de las heces y posiblemente otras rutas, tales como las secreciones respiratorias (1). La transmisión de C. parvum y C. hominis se produce principalmente por contacto con agua contaminada (esto es, por consumo o por usos recreativos). Ocasionalmente, también pueden funcionar como vehículos de transmisión los alimentos, tales como las ensaladas. Muchos brotes se han producido en piscinas, parques acuáticos y balnearios. La transmisión zoonótica y antroponótica de C. parvum y la transmisión antroponótica de C. hominis se produce a través de contacto con animales infectados o al agua contaminada por las heces de estos animales (2).
Después de la ingestión (y posiblemente de la inhalación) por un huésped adecuado (3), se produce la desenquistación (a). Losesporozoitos son liberados y parasitan las células epiteliales del tracto gastrointestinal u otros tejidos tales como el sistema respiratorio (b) y se diferencian en trofozoítos (c). El ataque al epitelio intestinal conduce a malabsorción y en pacientes inmunocompetentes a diarrea acuosa, no sanguinolenta. En estas células, los parásitos realizan la reproducción asexual(esquizogonia o merogonia) según el esquema: trofozoíto » meronte tipo I » merozoito » meronte tipo II » merozoito » gamonteindiferenciado (d,e,f) y a continuación la reproducción sexual (gametogonia) produciendo microgamontes masculinos (g) ymacrogamontes (h).
El macrogamonte es fertilizado por los microgametos, dando lugar a un zigoto (i) y formándose un ooquiste (j,k) que se desarrolla por esporulación en el huésped infectado. Se producen dos tipos diferentes de ooquistes, unos de paredes gruesas (j), que es usualmente excretado por el huésped, y otros de paredes finas, cuyo objeto primario es la autoinfección (k). Los ooquistes son infectantes después de la excreción, lo que permite una transmisión directa e inmediata por vía fecal-oral.
En contraste, los ooquistes de Cyclospora cayetanensis, otro importante coccidio parásito, no están esporulados en el tiempo de la excreción y no se convierten en infectantes hasta que se complete la esporulación.
Tratamiento del agua potable
Cryptosporidium tiene una fase de esporas (ooquistes) y en este estado puede sobrevivir durante largos períodos fuera del huésped y también puede resistir muchos desinfectantes comunes, especialmente los desinfectantes basados en cloro.3Debido a esta resistencia, el tratamiento del agua para eliminar el Cryptosporidium en general se basa en la coagulación seguida de filtración o hervido. En 2007 se descubrió que Cryptosporidium es sensible a la luz ultravioleta y a la ozonización,4 5habiendo ya instalados tales sistemas de tratamiento de aguas en ciudades donde han tenido problemas con la presencia del parásito.6
La mayoría de las plantas de tratamiento que toman agua de ríos, lagos y embalses para la producción de agua potable pública usan tecnologías de filtrado convencionales. Esto implica una serie de procesos incluidos la coagulación, floculación, sedimentación y filtración. La filtración directa, que por lo general se usa para el tratamiento de las aguas con bajos niveles de partículas, incluye coagulación y filtración, pero no sedimentación. Otros procesos comunes de filtración son los filtros de arena o de tierra de diatomeas, las membranas y los filtros de bolsa y cartucho.
Las tecnologías convencionales, directas, de arena y de tierra de diatomeas pueden eliminar el 99% de Cryptosporidium.7 Las membranas y los filtros de bolsa y cartucho pueden eliminarCryptosporidium sobre la base de un producto concreto.Con la debida concentración y tiempo de contacto, se puede realizar la inactivación de Cryptosporidium con un tratamiento de dióxido de cloro y ozono. También puede realizarse con un tratamiento de luz ultravioleta en dosis relativamente bajas.
Referencias
1.     «Complete Genome Sequence of the Apicomplexan, Cryptosporidium parvum». Science/AAAS. Consultado el 06-05-2007.
5.     «Ultraviolet Disinfection and Treatment». AWWARF.org. Consultado el 06-05-2007.
6.     «Östersund to flush parasite from water pipes.». Radio Sweden. Consultado el 25-04-2011.
7.     «The Interim Enhanced Surface Water Treatment Rule – What Does it Mean to You?» (pdf). USEPA. Consultado el 06-05-2007.
[editar]Véase también





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