¿A veces te da pereza tomarte la píldora anticonceptiva diaria o detestas el siempre incómodo momento en el que hay que ponerse el condón?
Pues tras darte este corto tour por algunos de los métodos anticonceptivos más oscuros, chiflados y hasta peligrosos de la historia, te alegrarán las opciones que tienes en el siglo XXI.
1. Acuclillarse y estornudar
En la Grecia antigua estaban convencidos de que brincar y acuclillarse inmediatamente después de una sesión amorosa evitaba que el esperma entrara en el útero de las damas. Y un estornudo consolidaba la misión.
2. Testículos de comadreja
En el Oscurantismo europeo pensaban que si una mujer se amarraba testículos de comadreja a la pierna se protegería de embarazos indeseados.
Para ser justos, pocas cosas inspiran menos pasión que ver que la dama de tus sueños tiene los testículos de un animal colgando de una pierna.
3. Agua de herrero
Los antiguos griegos también aconsejaban tomarse los residuos tóxicos de los herreros, es decir, el agua que usaban para enfriar sus herramientas. De alguna manera se puede decir que era efectivo pues contenía mucho plomo.
Así que era anticonceptiva, pero sus efectos secundarios eran náusea, insuficiencia renal, convulsiones, coma y muerte.
4. Caca de cocodrilo
En este caso, fueron los canadienses del siglo XVI los que molían los de los castores hasta reducirlos a un polvo fino que le añadían a una potente mezcla de bebidas alcohólicas.
Presuntamente era tan efectivo como colgarse testículos de comadreja, pero tenía la (des)ventaja de que terminabas completamente borracho.
6. Intestinos animales
En otras palabras, el condón original. Antes de los preservativos con sabor a frambuesa, te tenías que conformar con intestinos de animales.
Uno de los registros históricos más antiguos de condones hechos con intestino de cerdo viene acompañado incluso de un útil manual, que sugiere remojarlos en leche caliente antes de usarlos.
7. El limón de casanova
No es estrictamente su limón pero se dice que el famoso don Juan era un gran aficionado de esta técnica. El método requería de medio limón al que se le sacaba la pulpa y se insertaba en la vagina.
La cáscara hacía las veces de capuchón cervical y el ácido del jugo era un potente espermicida, de manera que no era tan desatinado.
8. Mercurio
Por los años 900 a.C., los expertos en control de natalidad chinos le aconsejaban a las mujeres tragarse 16 renacuajos fritos en mercurio inmediatamente después del coito.
La técnica funcionaba de una forma similar a la del agua de herrero, es decir, actuaba como un veneno. Así que efectivamente las mujeres no daban a luz… y muchas quedaban permanentemente estériles.
Otras posibilidades eran daños al hígado, a los riñones y otros importantes órganos y, en el peor de los casos, la muerte.
9. Opio
Los antiguos sumatranos sabían que la amapola era mucho más que una flor. Las mujeres usaban la cáscara de la planta como diafragma durante el acto sexual, o se insertaban las flores en sus vaginas, lo que se cree que tiene el mismo efecto que fumar opio.
No se sabe cuán efectivo era, pero la experiencia probablemente no se asemejaba al uso de un simple condón.
10. La ducha vaginal de Coca Cola
Tras una velada agitada, las mujeres se echaban la gaseosa bebida dentro de ellas. La teoría era que la carbonatación forzaría al líquido a entrar en la vagina y el azúcar haría que explotaran las células del semen.
Gracias a esta explicación científica, la Coca Cola se volvió en una popular ducha vaginal poscoito.
Fuente: ElNacional / BBC Mundo
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