Imagina que hoy mismo te encontrases por la calle una lámpara mágica que tuviese el poder de cumplir tus deseos. La única peculiaridad, es que dichos deseos no pueden ser cosas materiales (un coche, una casa, dinero, etc) sino más bien metas que te gustaría alcanzar o valores por los que te gustaría luchar. De ser así, ¿qué le pedirías?
Por ejemplo, alguien podría pedir el tener una mejor relación con su familia, el tener una pareja con la que conecte, el ser más independiente, el mejorar en su trabajo o el disfrutar más de su tiempo de ocio.
Pues bien, ¿y si a partir de este momento dedicases unos minutos a aclarar lo que es importante para ti en tu vida y te lanzases a por ello?
Está llegando un punto en nuestra sociedad en la que cada vez se hace más énfasis en trabajar en la dirección de lo que NO queremos: no quiero sentirme mal, no quiero estar triste, no quiero enfermar, no quiero que me pase nada malo, no quiero tener este empleo, etc. Es decir, se está poniendo mucho esfuerzo en aquello que queremos desechar, y cada vez menos en aquello que es importante para nosotros.
Tal es así, que muchas veces nuestros frenéticos intentos por controlar que nada de esto ocurra nos hace perdernos muchas cosas de la vida, de manera que pasamos demasiado tiempo previniendo el mal y poco lanzándonos a por lo que deseamos.
Sería una utopía el decir que podemos conseguir todo lo que queramos en la vida, así como que podremos hacerlo disfrutando de ello y sin sufrir. Sin embargo, lo que sí es una realidad es que si ponemos empeño en aclarar lo que queremos, lo que es importante para nosotros y nos dirigimos hacia ello aún a pesar de saber que en ciertos momentos nos resultará difícil y podríamos sentirnos mal, entonces la probabilidad de que cumplamos nuestros sueños se elevará significativamente.
Para ello necesitarás desechar viejos patrones sociales que nos hablan de que la felicidad está en sentirnos siempre bien y que todo es estupendo y maravilloso; de manera que cuando tengas miedo, dudas, tristeza o ira al ir a por tus sueños, seas capaz de hacerle espacio en ti y darte cuenta del enorme tesoro que te está esperando al otro lado de la cueva.
Una vez que decidas qué esperas de la vida, no te preguntes si podrás o no podrás conseguirlo. Sencillamente, HÁZLO. (y ya veremos qué pasa...)
FUENTE: www.somospsico.com
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Namasté