“Florecita,
me parece denigrante que te hayas portado así con el pobre güey. Sí, sí. Ya sé que el chavo no te dijo que era positivo, pero es algo que no se tiene que andar divulgando en cada esquina o usando una camisa que diga “Soy positivo, favor de no cogerme”...
Este relato tiene su Primera Parte en el siguiente link: http://victorresvg.blogspot.com/2013/01/florecita-paranoica-parte-1.html
¿Te pusiste condón? ¡¡¡¿Y entonces mi reina babosa y santa?!!!! ¡Pareces nuevo animal! Tienes que entender que, aún cuando todo el mundo trate de tapar el sol con un dedo, estadísticamente el 40% de los nuevos portadores de VIH no saben su condición y siempre que conozcas a alguien, tienes que dar por sentado que es positivo, y como tal, te tienes que cuidar para evitar cualquier infección de transmisión sexual. ¿Sabías que el 99% del riesgo en una relación sexual lo llevo quien funge en el rol receptor? ¿Ah verdad mensa? ¡¿Y entonces?! Una persona con VIH tiene más comprometido el sistema inmunológico, y como tal, debe cuidarse mucho más que cualquier persona de infectarse con cualquier ITS, o peor aún, de reinfectarse con VIH de distinta cepa. Con eso, él corre mucho más riesgo, pues su tratamiento puede verse afectado ya que el virus muta en su totalidad y el tratamiento puede llegar a ser ineficaz, y ahí sí ya bailó Bertha las calmadas. Y eso es más peligroso que todo mi querida Florecita.
“Una persona bajo tratamiento con medicamentos ARV tiene 96% menos probabilidad de transmitir el virus, aún cuando haya habido una situación de riesgo (condón roto, sexo sin protección, etc). Y como te dije ahorita y lo recalco, el riesgo es 99% mayor para la persona que juega el rol pasivo, así es que si tú fuiste el machín de la noche, te protegiste con condón y no se rompió, ¡no pasó nada babosa! Va de nuez tu clase sobre VIH, y más te vale que me contestes como te he enseñado zarampahuila. No, no me importa que ya hayas entendido. No, no te estoy gritando, bueno, no como debiera. Es más, ¡te lo mereces por sopenca! Grábatelo bien: El VIH es el Virus de Inmunodeficiencia Humana que provoca el debilitamiento del sistema inmunológico, el cual provoca a su vez el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida). Una persona tras la sospecha de infección debe dejar pasar el período de ventana (1 a 3 meses) para poder realizar la prueba de detección de anticuerpos. En caso de salir positivo en la primera prueba, es necesario realizar una segunda prueba confirmatoria, la cual se conoce como Western Blot. Una vez que no hay vuelta de hoja y se confirma la presencia del VIH en el cuerpo, es necesario comenzar a monitorear la cantidad de virus en la sangre a través de la medición de la carga viral. El virus ataca las células CD4, y a mayor cantidad de carga viral, menor será el número de células CD4.
“Una persona entra en fase sida cuando el conteo de células CD4 es menor a 200 (rango normal 500-1,000), y es cuando las infecciones oportunistas hacen de las suyas. Aparecen las neumonías, el cáncer y demás enfermedades que el sistema inmune ya no pudo contener. El tratamiento ARV (Antirretroviral) “encapsula” a las nuevas células que se reproducen en el cuerpo, y el virus deja de tener campo de acción para seguir avanzando. El conteo de CD4’s sube y la carga viral baja. Una persona que tiene sida, el día de hoy puede llegar a ser solamente 0+ y vivir – al menos, 40 años tras ser diagnosticado. El riesgo de tener sexo con alguien positivo, es hacerlo sin protección, o entrar en contacto con los fluidos del cuerpo: semen, líquido pre-eyaculatorio, sangre, leche materna. La saliva, el sudor y la orina contienen una millonésima parte del virus, por lo que son completamente inofensivos. Se puede compartir la vida con alguien positivo, como con cualquier otro ser humano.
“Florecita, no me queda más que decir que la súper cajeteaste con el hombre. Lo mínimo que puedes hacer en este momento, es ir al súper, comprarte una bolsa de papas Sabritas, abrirle unos orificios justo en la parte donde van los ojitos, ponértela sobre esa cara de estúpida que tienes, e ir a disculparte con el hombre aquel. Sé que tú no puedes con el tema, pero la realidad es otra. Cuando alguien a quien verdaderamente le interesamos toma conciencia de nuestra condición, se informa y nos ama de verdad, siente la confianza suficiente para enfrentarlo, hacernos el amor sin miedo y llevar una relación hermosa. El VIH es una enfermedad que pone a prueba el amor. No mermes la posibilidad de ser feliz con alguien positivo. Quizás su cuerpo esté enfermo, pero su cabeza y su alma no lo estén. ¿Cuánta gente “sana” está allá afuera, sin ser positivo, pero que está completamente dañada del corazón, del alma, de las emociones y están más locas que una cabra”? ¿Qué clase de vida quieres mijita?. Te lo dejo de tarea.” Fin de la conversación.
Remato el tema añadiendo lo siguiente: muchos LatinLovers, Machines del Hogar, Padres de Familia “respetuosos”, Don Juanes y demás seductores de banqueta, pierden noción de que el VIH no es un asunto exclusivo “de maricones”. El VIH es una cuestión de salud que afecta a hombres y a mujeres. Y hoy, estadísticamente, no solo los hombres que tienen sexo con hombres presentan esta condición. Hay millones de amas de casa infectadas por maridos infieles que van y tienen sexo con prostitutas. El VIH en el hombre “buga” entra a través de la uretra y ahí es donde la puerca tuerce el rabo. Se largan con sus cuates a los Table Dance y demás antruchos de cuarta, pagan miles de pesos en la cuenta, después se largan y tienen sexo con un aborigen en babydoll para rematar poniendo en riesgo su salud… y la de su mujercita que está hecha una tarada en su casa. Hoy en día, aún cuando existen miles de teorías sobre un supuesto sufrimiento y sobre el derecho a la no mutilación en el recién nacido, la realidad es que la práctica de la circuncisión en varones reduce drásticamente la probabilidad de infección de VIH, ya que el prepucio guarda una cantidad considerable del virus una vez que entra en contacto con él, y que quizás no haya entrado por la uretra. Pero insisto, la mejor forma de taparle el paso al virus, es el uso del condón. El mantra a aprender debe ser: “Sin globo no hay fiesta. Sin globo no hay fiesta”.
La realidad es que hoy, todos los que somos portadores de VIH, no deberíamos de usar una camiseta que “alerte” a los demás sobre la condición. Al contrario, quizás se requiera ir más allá y dejar muy claras de una vez las cosas; deberíamos de tener un tatuaje que diga: “Soy VIH+. Favor de tocarme, de abrazarme, de saber que tengo los mismos derechos que tú, que no valgo menos como persona, que vivo, río, sufro y lloro. Justo igual que tú lo haces. Mi condición de salud es diferente, pero no mis ganas de amar y salir adelante”.
Por la igualdad de derechos. En memoria a ti Adrián.
Bendiciones eternas,
FR
FUENTE: http://www.taconesycorbatas.com/blog/temas/monos-rojos/#.URKW7R2TyQr
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Namasté