Si miras hacia atrás en tu vida, los momentos en los que más has
crecido son a propósito de una dificultad.
Creo que culturalmente nos han vendido una idea falsa de la felicidad. Esa idea por ejemplo de los cuentos que dice: “se casaron y fueron felices para siempre” la tenemos muy internalizada. De hecho creo que a veces nuestra inteligencia emocional es como la de un niño al reaccionar ante una situación de reto o una encrucijada, es decir, quisiéramos cerrar los ojos y que desaparezca y nos disgustamos con la vida porque esta vivencia ha llegado.
Ciertamente son maravillosas y debemos disfrutar aquellas etapas en las que nos sentimos bien con nosotros, todas las áreas de nuestra vida fluyen sin dificultad y nuestras relaciones son armoniosas. Sin embargo, nos cuesta entender que la vida es un proceso orgánico, donde hay procesos naturales de muerte y nacimiento (no únicamente físicos, sino ciclos) y que cada uno de ellos ocurre porque la vida misma nos lleva a la evolución...