Por la mañana
La inocencia de la Verdad contrasta con el escarnio recibido. Es el día de la osadía, del arranque y del vértigo. El día de la verdad: el momento de la entrega se está produciendo en totalidad. Cristo sale de sí mismo por completo. Ahí está la Verdad desnuda, crucificada. Regando amor, pero en forma de sangre que se le escapa de sí mismo. Es el sacrificio de su vida, misterio del mayor amor. Jesús se atardece…, Jesús inclina la cabeza y muere. Compasión, Tú, para nuestras vidas rotas. Siervo, Tú, que entiendes el oficio, Toda la belleza que hay en la vida, Tú la ofreces al Padre desde la desnudez y la fealdad de tu cuerpo destrozado Y lo haces así porque estás convencido de que tu mensaje de amor y justicia es posible y que el proyecto de Dios sobre el mundo llegará.