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domingo, 20 de abril de 2014

El “legado empresarial” de Joaquín “El Chapo” Guzmán

Joaquín "El Chapo" Guzmán

Joaquín "El Chapo" Guzmán. 
FOTO: Procuraduría General de la República

Te describimos porqué el ahora capturado líder del peligroso cártel de Sinaloa es percibido como una persona con visión empresarial, comparado con un presidente ejecutivo de una empresa trasnacional.


México no podrá destacar en muchos ámbitos, pero en uno sí que se lleva importantes créditos: cuenta con dos hombres que han sabido dejar plasmado su nombre en la historia reciente de la humanidad, ambos reconocidos plenamente por llevar al éxito a sus organizaciones empresariales desde sus respectivas trincheras.
Uno de ellos es el actual segundo hombre más rico del mundo, desplazado recientemente del primer puesto por Bill Gates, cofundador de Microsoft, según cálculos de la revista Forbes; el otro es (o era) el criminal más buscado en el planeta y líder del cártel de Sinaloa, una organización que se dedica al trasiego de drogas dirigido al principal consumidor: Estados Unidos.
 
Joaquín “El Chapo” Guzmán, en quien nos enfocaremos en este artículo, es considerado uno de los mayores capos que bien podría haber sido exitoso en el mundo empresarial legal, así como lo fue desde el plano delictivo, según han mencionado expertos en la materia.
 
Desde el pasado sábado 22 de febrero se ha llevado a cabo una gran cobertura noticiosa por parte de la mayoría, si no es que todos, de los medios de comunicación, sobre la captura de este importante líder del narcotráfico, que no sólo tuvo presencia en México en su afán por cubrir la demanda de drogas en el mercado estadounidense, también se le adjudica una fuerte influencia en otras regiones a nivel mundial.
 
¿Visionario?
 
Su visión del “negocio” lo llevó a acumular una gran riqueza. Forbes colocó hace un par de años a Guzmán en su lista de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna calculada de mil millones de dólares.
 
“El ´Chapo´ era el estratega, el director general, pero tenía su consejo de directores que hacían marchar las cosas”, opinó para la agencia de noticias Reuters, Sylvia Longmire, experta en narcotráfico y exagente especial de la fuerza aérea de Estados Unidos.
 
Pero esta organización no se construyó de la noche a la mañana. La figura de Joaquín, un narcotraficante menor a principios de su carrera, toma relevancia luego de que fuera arrestado en 1993 en Guatemala y llevado a México para cumplir su condena, sin embargo, fue en enero de 2001 cuando se fugó de un penal de alta seguridad –se dice que salió escondido en un carrito de lavandería ayudado por las autoridades del reclusorio-, convirtiéndose en una figura mítica y muy temida.
 
El sábado pasado fue capturado por las autoridades mexicanas en un operativo donde no se utilizó una sola bala, en Mazatlán, Sinaloa, estado del cual es oriundo y desde donde se dedicó durante los últimos 13 años a fortalecer su imperio.
 
Presencia mundial
 
Se dice que actuaba como un CEO o presidente ejecutivo del cártel de Sinaloa, organización que se dedica al cultivo, producción, tráfico y venta de marihuana, cocaína, heroína y metanfetamina. Sus productos son “exportados” a Estados Unidos, país donde controla una cuarta parte de la droga que se consume, tan sólo de la marihuana se calcula que opera la mitad del mercado.
 
Las distintas investigaciones sobre él y su “empresa” que se han realizado alrededor del mundo, lo colocan como un líder que tenía operaciones desde Afganistán a Chicago, de China a América Latina y de Europa a África.
 
Las autoridades de Chicago lo nombraron el año pasado como su "enemigo público número uno", algo que sólo había hecho con Al Capone.
 
 
Un artículo de la revista The Economist llegó a calcular que sus cultivos de siembra en México cubren al menos 60,000 kilómetros cuadrados, una superficie equivalente al territorio de Costa Rica.
 
El cártel de Sinaloa mueve dos toneladas de cocaína y 10,000 toneladas de marihuana al mes, según reportes oficiales.
 
Su red de negocios, el cual se ha disputado fuerte y violentamente con otros cárteles de la droga en los últimos años, opera en 17 estados de México y cuenta con 54 subsidiarias en otros países. El capo ha sabido aprovechar la cercanía con Estados Unidos a través de cualquier tipo de infraestructura: carreteras, aeropuertos, puertos marítimos y túneles subterráneos que llegan a distintas poblaciones del país vecino.
 
Otra de sus hazañas como líder fue saber delegar el trabajo en sus colaboradores cercanos en las distintas áreas del negocio, tanto en la búsqueda internacional para la importación de precursores de distintas drogas, como en el lavado de dinero en varias empresas de las cuales apenas se tiene conocimiento.
 
Incluso el diario colombiano El Tiempo recordó en una nota periodística que una corte de Nueva York probó que HSBC, JP Morgan, Wells Fargo y Bank of America participaron lavando dinero. Sólo a HSBC se le probó que, en 2008, lavó 1.1 millones de dólares de Sinaloa.
 
Aunque no se tiene un número exacto de cuántas personas trabajan para Joaquín Guzmán, de entre sus filas sobresalen nombres como Ismael "El Mayo" Zambada y Juan José "El Azul" Esparragoza, dos personajes veteranos y que podrían continuar con el negocio sin la presencia de “El Chapo”.
 
El propio “Mayo” Zambada declaró en una entrevista de 2010 que si llegaran a atraparlo “nada cambia”.
 
Habrá que estar pendientes para saber cuál es la verdadera fortaleza del cártel de Sinaloa para seguir funcionando como uno de los principales grupos criminales y desde el punto de vista “empresarial” en México.
25-Feb-2014 QuimiNet 

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