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lunes, 28 de abril de 2014

Los 5 peores hábitos para una vida satisfactoriamente infeliz...

O de “Cómo conseguir ser un poco menos infeliz, sin abrir el monedero..”
Pensamos mucho en qué podemos hacer para ser más felices, para estar bien… sin embargo, a menudo el problema radica más en lo que deberíamos dejar de hacer.
Son esos hábitos de pensamiento y de conducta que sin darnos cuenta nos hacen la vida más cuesta arriba...
Cambiar estos hábitos, es fácil y no lo es… Me explico. Cambiar un hábito que te perjudica puede ser muy complicado, porque crecen en la costumbre, se alimentan del tiempo y van echando raíces que luego cuesta mucho trabajo arrancar… pero, a fin de cuentas, para cambiar un hábito, lo único necesario (simplificando mucho claro está) es entrenarnos en otro hábito que sea más conveniente.
Hoy quiero que centremos nuestra atención en los 5 hábitos más perjudiciales para nuestra felicidad. Para recordároslos, por si lo habíais olvidado, o para que reflexionemos más detenidamente si estamos acomodados en alguno de ellos y por eso no logramos sentirnos como desearíamos. Vamos allá:
La comparación. Caer en la tentación de compararnos con los demás es muy sencillo… porque es muy humano. Todos queremos ser mejores o vivir mejor por eso caer víctimas de los celillos y las envidias es tentador. Sin embargo, compararnos, con quien quiera que sea, es altamente perjudicial, porque te hace poner el foco fuera de tu vida, o sea, en el lugar equivocado. Tú vives tú vida, no la de los demás, de los que sólo tienes una información deficiente, no te olvides de que en todos lados se cuecen habas.
Hablar antes de pensar, normalmente trae resultados nefastos, especialmente cuando lo hacemos en mitad de un enfado, porque es la circunstancia perfecta para decir cosas de las que luego nos podamos arrepentir. Hablar sin pensar es el camino más corto hacia la metedura de pata difícil de arreglar. Te enfrentará con la otra persona y eso no hace feliz a nadie.
No cuidarte. Comer mal, poco, o no hacer ningún tipo de ejercicio físico tiene efectos directos sobre tu estado de ánimo. Si no comes bien, tu cuerpo no tiene la energía necesaria, y si no te mueves del sofá, no conseguirás que tu cerebrito genere las hormonas, neurotransmisores, etc, etc, que ayudan al organismo a vivir en un equilibrio sano… y sin salud, la felicidad se complica.
El trabajo. Si no luchas por vivir de algo que te guste, que disfrutes, es como si compraras todos los boletos para la infelicidad…porque el trabajo ocupa la mayor parte de tu vida. Normalmente pasas más tiempo en el trabajo que con tu familia, así que no hace falta que yo te diga cuanto es importante que disfrutes del trabajo con el que te ganas la vida.
No dar las gracias. Si no te paras nunca a pensar en todo lo bueno que tienes, el análisis será siempre negativo, y así la ecuación no sale… para ser feliz, es obligatorio que seas capaz de reconocer la suerte que tienes… porque igual te faltan cosas, quieres ser más alta, más guapa, más rica… pero seguro, 100% que hay mucho de ti y de tu vida por lo que deberías dar las gracias, a lo que quieras, a Dios, a las diosas, al sol o a lo que creas, lo importante es ser consciente de que siempre, hay mucho más de lo bueno que de lo que te podrías quejar. 
Puede que en tu caso, el problema se sitúe en otro lado, si es así y no te sientes identificado con ninguno de los mencionados, tranquila. Normalmente un psicólogo/a puede ayudarte a detectar esos pensamientos automáticos que te están haciendo daño cuando por ti misma no lo consigues, porque no siempre somos capaces de hacerlo. Mirarnos hacia adentro no es fácil, y más complicado aún tener la visión de conjunto que permitiría a un terapeuta, detectar dónde está el problema.
Pero hay veces en que nosotros mismos somos conscientes de ello, o nos hacemos conscientes conversando con alguien cercano, o ¿por qué no?, leyendo algún artículo con el que nos sentimos identificados. Y entonces, lo único que necesitamos es que nos lo recuerden. Son estas veces que sólo recordar que estás cayendo de nuevo en ese error, nos vuelve a poner las pilas para seguir la lucha por el cambio.
Tu felicidad está en tus manos, así que si necesitas ayuda porque por ti misma no lo consigues búscala, no todas las terapias son eternas, ni aburridas, pero si eres plenamente consciente de dónde estás dejando de cuidarte, toma con fuerza las riendas de tu vida y a trabajar, aliña la ensalada con amor (cuanto más mejor), algún libro (que nunca sobra..), y una chispa de generosidad (porque compartir hace las cosas más bellas) y adelante… que la vida es muy cortita para desperdiciarla con quejas, ¿no te parece?
Por: Mar Osuna (@sefelizconmar) el 24/04/2014

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