Ya nos decía Pavlov que cuando dos estímulos son presentados simultáneamente durante un determinado número de ensayos y estos producen una cierta respuesta, más adelante basta utilizar tan sólo uno de ellos para producir dicha respuesta.
Como muchos sabréis, para demostrar esto utilizó a sus perros, a los que entrenó tocando una campanita a la vez que les daba de comer, en repetidas ocasiones. Al hacer esto, la respuesta de salivación acabó produciéndose con la mera presentación de dicha campanita.