¿Cómo tener esa dificil conversación que los jefes solemos evitar, negar o aplazar?
Me despidieron y no se porqué
Si hay algo que los jefes no quieren hacer, no pueden hacer o deberían hacer mejor, es tener la voluntad y la habilidad de sentarse con sus subordinados y tener esa difícil plática acerca de su desempeño mediocre.
El peor escenario es el del empleado que trabaja por años en la empresa creyendo que está haciendo un muy buen trabajo y un día cualquiera es despedido por que nadie tuvo la valentía de decirle que lo que estaba haciendo no estaba bien, a tiempo como para que corrigiera su rumbo.
Para que esto no te ocurra a ti, aquí los pasos que debes seguir para poder tener esa plática con tus subordinados y ayudarlos a enmendar su camino:
1. Junta toda la información
Si la situación llegó a tus manos es que hay algún problema. Podría ser que el empleado falló en su desempeño o tuvo un problema de actitud. Junta toda la evidencia al respecto para que estés totalmente seguro de que hay un problema.
Escribe lo que le quieres decir y cómo se lo vas a decir. Si en tu empresa hay área de recursos humanos, involúcralos en el tema. Ellos atienden estas situaciones como esta con más frecuencia que tu y podrán asesorarte.
2. Agenda una reunión
Cita a tu empleado a una reunión. Hazla en un espacio privado. No hay un buen horario para hacer esta reunión, pero si la agendas para el viernes por la tarde puede ser un buen momento ya que el empleado tendrá el fin de semana para pensar en lo sucedido.
3. Revisa el objetivo de la reunión
Si, ya conoces el problema, ya planeaste qué y cómo se lo dirás y ya agendaste la reunión. Detente un momento y asegúrate de que todo lo estás orientando a ayudar a tu empleado. No quieres castigarlo. Debes llegar con la actitud adecuada a la junta y no enojado.
4. Explícale el problema
Ve directo al grano. No hagas plática social.
De forma tranquila, explícale a tu empleado el problema y porqué eso te preocupa.
Hay 2 modelos para hacer esto:
a. Situación-Comportamiento-Resultado: La semana pasada, durante la reunión del departamento, te dirigiste de forma grosera a uno de tus colegas. Te tuve que llamar la atención frente de todos y te puse en una situación vergonzosa.
b. Comportamiento-Sentimiento-Efecto
Ayer pasé por tu lugar y te vi dormido. Parece que no te importa tu trabajo y das un mal ejemplo a tus compañeros.
Lo que estás buscando es lograr que el empleado entienda qué te preocupa y porqué te preocupa. No juzgues ni seas demasiado duro, pero tampoco te pases de buena onda.
5. Pídele explicaciones y escúchalas
Pídele a tu empleado que te de explicaciones. Hazlo de forma constructiva con frases como "Ayúdame a entender qué suecedió". Seguramente el empleado tiene sus razones y probablemente desde su punto de vista sean legítimas. Entender sus razones y sus sentimientos te permitirá continuar al siguiente paso.
6. Resuelve el problema
No pierdas de vista que el objetivo de la reunión es desaparecer el problema entendiendo y eliminando sus causas.
Pídele a tu empleado sus ideas para resolver el problema. La gente sigue con más convicción sus propias ideas que las de los demás. Quizá su idea no sea tan buena como la tuya, pero es mejor una idea propia que si se implemente a una ajena que no se haga. Siempre puedes agregar tus ideas a la suya para que siga pareciendo suya. Lo fundamental es que el empleado se comprometa con la solución que se plantee.
6. Establece un compromiso y fechas
Resume el plan de acción, pídele a tu empleado que se comprometa a hacerlo. Debe comprometerse en voz alta para que el plan sea suyo. Acuerda la fecha en que revisarán los avances. Si para esa fecha las ideas no funcionaron podrás modificarlas. También le estás haciendo entender a tu empleado que no echarás en saco roto el tema.
7. Expresa tu confianza y las consecuencias
Si es la primera vez que hablas de esto con tu empleado y no es algo realmente muy grave, no es necesario que indiques consecuencias. Si ya es algo con antecedentes, debes ser claro en las consecuencias que habrá sino hay una mejora en el desempeño o en la actitud.
Concluye con un mensaje positivo, expresando tu confianza que la solución que han planteado servirá. Si no crees que servirá, mejor no lo digas. Tu tono de voz debe expresar la verdad.
Listo. Documenta la discusión. Pídele que te mande un email con lo acordado y confirma o corrige lo que corresponda. Haz follow up
16-Abr-2013
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Namasté