SER+POSITIVO
Valoramos más las buenas noticias porque activan el circuito cerebral de la recompensa
Nuestro cerebro está programado para dar más importancia a las buenas noticias que a las malas, ha descubierto un estudio, según el cual las personas optimistas tienen mucho más activado el circuito cerebral de la recompensa que las personas realistas. Este sesgo de optimismo podría explicar la depresión o la adicción. Esta investigación confirma la existencia de un sesgo de aprendizaje anclado profundamente en la condición humana.
Nuestro cerebro está programado para dar más importancia a las buenas noticias que a las malas, ha descubierto un estudio, según el cual las personas optimistas tienen mucho más activado el circuito cerebral de la recompensa que las personas realistas. Este sesgo de optimismo podría explicar la depresión o la adicción. Esta investigación confirma la existencia de un sesgo de aprendizaje anclado profundamente en la condición humana.
Esta perspectiva explica en parte el origen de ciertas patologías psicológicas, según los investigadores...