Un haiku japonés dice: "Sopla viento del norte, el bambú danza, armonía en el cosmos". Así es como debería ser nuestra espalda: un bambú que cimbrea con el soplo de la brisa para no romperse. La columna vertebral está conformada por un grupo de huesos que se articulan entre sí: las vértebras.
Este continuo de articulaciones permite que la columna en conjunto se comporte como un sistema flexible, dispuesto en forma de curvas naturales que se adaptan a los movimientos deseados y a su razón máxima: mantenernos verticales. El esqueleto otorga solidez a nuestra espalda, pero son los músculos los que modifican la disposición de esas curvas.