SER+POSITIVO
Comienza el mes de agosto, una etapa del año que me trae gratos recuerdos de mi lejana y añorada infancia, para esa época en Venezuela era un mes de vacaciones escolares y viajes memorables, tanto internamente por el país, a lo largo y ancho de nuestra bella geografía, por los hermosos páramos andinos, por las lindas playas de oriente o a las tierras llaneras guariqueñas en el hato Barbasquito propiedad de mi padre, así como viajes por USA, México, Colombia, o las temporadas en el litoral central en el apartamento familiar de playa en mi querido club Playa Grande Yachting Club.
Agosto era tradicionalmente un mes de cumpleaños familiares y aniversarios, el cumpleaños de papá el día 14, el mío el día 11, el día 4 el aniversario de la fundación de la Guardia Nacional, componente militar del cuál formó parte mi papá antes de pasar a retiro; así como también era un mes propicio para nuevos amores, de “verano” como en las películas o de reencuentros con antiguos romances aprovechando el receso de las actividades académicas. Incluso mi segundo matrimonio se celebró un 11 de agosto (1995) para aprovechar la temporada vacacional. Era un mes de abundantes regalos y obsequios producto de mi cumpleaños y de las promociones a nuevos niveles académicos.
Hoy recuerdo todo eso con añoranza y cierta nostalgia para comprobar como el tiempo se encarga de cambiar por completo las circunstancias de nuestras vidas...
Hoy recuerdo todo eso con añoranza y cierta nostalgia para comprobar como el tiempo se encarga de cambiar por completo las circunstancias de nuestras vidas...