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lunes, 7 de noviembre de 2011

Cuando me volví INVISIBLE . . . Comencé a escribir . . .

Pareciera que voy a escribir sobre algún hecho paranormal o quizás sobre algún acto de magia !!!! pero nada de eso  . . . me refiero al momento en que comencé a sentir que ya no existía . . .
que mi presencia en este plano dejo de ser importante, reconocida, querida, agradable . . . que cuando duermo desearía no volver a despertar jamás y así poder descansar de esta miserable vida que estoy llevando, quizás fuí yo quién decidió hacerse invisible y tal vez por eso es que poco a poco me estoy desvaneciendo . . .

Está poco ortodoxa y quizás algo extraña manera de escribir … manifestar o exteriorizar una situación emocional personal de quién esto escribe, bastante “pesada”, digna de tratamiento médico de inmediato ;-)    (algo patológico pues ...)  tiene un título que no fue elegido al azar, y ya lo explicaré brevemente en estas líneas, también quiero que sirva como reflexión sobre la determinante condición (y dolorosa para sus seres queridos) de los pacientes, ancianos mayores en su mayoría, pero también de cualquier edad y sexo que pasa a ser un paciente “Dependiente” y con serias patologías asociadas a un perfil característico… , que sienten que están perdiendo su capacidad cognitiva, su capacidad de responder a la vida como siempre lo hicieron, comienzan a sufrir perdida o disminución de la visión, de la audición, de la memoria, de la fortaleza física, aumentan los dolores y los “problemillas” de salud . . . de miles de cosas que se van para no volver . . .  y ahora los hace sentirse disminuidos (y hasta minusválidos algunos) por diferentes razones que sería largo enumerar aquí.
Me refiero a los pacientes de Alzheimer, o cualquier otra enfermedad mental degenerativa, como por ejemplo: Demencia Vascular, lo que afectó a mi querida  madre, producto de múltiples isquemias cerebrales, diagnosticadas cerca del año 2.000 pero que seguramente lo venía padeciendo con anterioridad a este diagnóstico, por ciertos evento (sucesos patológicos) que se fueron manifestando, caídas inexplicables, perdida de la memoria “Reciente”, la inmediata pues y conservan la memoria inicial de su lejana niñez intacta pero no recuerdan que comieron en el desayuno ese día o el nombre de alguien cercano, etc., de manera severa y  progresivamente . . .  que muchas veces pasan desapercibidos por los familiares o los atribuimos a "los achaques de la edad" y miles de explicaciones folklóricas y evidentemente empíricas.
Es el caso que el título de esta reflexión, “Cuando me volví Invisible, comencé a escribir…” no es caprichoso, casual o “marketeable”, y se origina por una triste o cruel realidad que pude constatar después de fallecer mi Mamá, a los ochenta (80) años de edad y mientras revisaba sus libretas y agendas que conservaba en una de las gavetas de su mesa de noche y que hasta el último momento se había respetado su privacidad aunque ya no tuviese acceso a tales pertenencias por ser completamente inútiles para ella dada su condición mental, ya no era la mujer de hacía diez (10) años, activa, que nunca tuvo necesidad de trabajar, que manejaba su propio vehículo, que leí toda la prensa, con una vida social muy activa y afectiva, en fin una persona feliz . . .
Pues resulta que revisando sus agendas comienzo a ver una serie de anotaciones, en su puño y letra, los nombres de todos nosotros, sus hijos, nietos y nietas, hermanas, de sus mejores amigas y sobre todo repetía mucho el de mi Papá, como una especie de caligrafía repetida muchas veces, también escribía su dirección, donde había vivido sus últimos 35 años de vida, al principio no entendí muy bien el significado de estos escritos . . . pero al comenzar a pensar sobre lo aprendido en las charlas q asistí por ser su “Cuidador Directo” durante casi seis (6) años de manera ininterrumpida y sin mayor apoyo que el económico de mi padre . . .
No es una situación nada fácil, ni para los pacientes al inicio de las señales (o síntomas) que comienzan a sentir, y para los familiares cercanos y sobre todo los “Cuidadores” quién son los que ven cómo van mermando las capacidades de su “Protegido” paciente dependiente y como deben suplir sus demandas en la medida de las posibilidades.     
Bueno la explicación que le di a esas “caligrafías” de nuestros nombres y que luego me la han corroborado algunos especialistas en la materia, cuando el paciente, mi Mamá en este caso, comienza a sentir como va perdiendo su memoria, eso le genera una gran ansiedad y temor de llegar a desconocer a su entorno familiar y finalmente a sí mismos  como expresión máxima de minusvalía . . . y algunos, como lo hacía mi querida viejita, comienzan a escribir los nombres de sus seres queridos como para tener un back-up o respaldo en el momento de agravar su condición y otros, los menos, aconsejados por especialistas para que lo hagan como un ejercicio para “las neuronas” . . . en el caso de Mamá estoy seguro que privó su sentido común y razonamiento propio de supervivencia, ella siempre fue una mujer muy astuta y osada, que sus limitaciones académicas las suplía sin ninguna dificultad y con creces . . .
Por eso se me ocurrió el título, pues además de permitirme recrear un momento oscuro por el que estoy pasando, también me permitía relacionarlo con la decisión de Mamá de escribir antes de que se borraran “los campos del disco duro” por decirlo de alguna manera . . .
Cada vez que leía o solo recordaba sus “agenditas” las lágrimas comienzaban a brotar de mis ojos hasta empañar los anteojos, de solo pensar lo triste y doloroso debe ser para una persona sentir esos cambios negativos en su humanidad pero aún tener la capacidad de analizar lo que está por venir y tratar de tomar los “correctivos” necesarios, la mayor parte de las veces de manera empírica y en la minoría de los casos con un oportuno apoyo profesional.
Qué triste todos esos millones de personas que tendrán que atravesar por esa situación en algún momento de su vida, y por los familiares y cuidadores que los ayudarán a transitar ese "caminito"; quiero acotar que estos padecimientos no están ligados estrictamente con la edad, pues si bien es cierto que comúnmente se presentan en los adultos mayores, también podemos ver pacientes de apenas 50 -60 años con serios síntomas de una prematura "vejez" con alguna  problemática degenerativa, pero también podemos ver y esto lo quiero RECALCAR de manera muy significativa, que podemos encontrar personas muy longevas, de 85 – 95 años con una LUCIDEZ y una capacidad cognitiva impresionantes, con los evidentes “achaques” de la edad (y quién no los tiene después de los 50 ?? jejeje !!!!) pero sin ver menoscabada su capacidad intelectual. Esto nos deja mucho que pensar y sobre todo la importancia de vernos de manera Holística, contemplando nuestro cuerpo, salud y calidad de vida como un triángulo inseparable . . .
Yo soy un especialista para dar consejos, pero cuando me siento como en estos momentos lo único que desearía sería poder desaparecer de aquí . . . . . . . . . . . . .



Cuando tenemos dinero, éxito, juventud, salud, los amigos nos llueven por doquier pero basta que enfrentemos una situación difícil, una enfermedad, una pobreza inocultable (como la tos) para darnos cuenta como desaparecen todos aquellos que en algún momento estuvieron a nuestro lado, incluyendo familiares cercanos, amigos, colegas . . .
Una cuerda de oportunistas que solo piensan en "cuanto tienes ... cuanto vales ..."
Ya no le encuentro ningún sentido a mi existencia y quizás por eso deseo "apresurar" el proceso de invisibilidad . . . Que cosa tan arrecha es envejecer solo, sin dinero, enfermo, sin ilusión alguna, sin esperanzas . . . Solo pienso en toda la hipocresía que rodea las relaciones del ser humano . . .


Hace once (11) semanas falleció mi Adorada Mamá y cada noche y día le imploro que deseo reunirme con ella . . . escapar de esta maldita vida que estoy llevando . . . Cuando lloro su muerte no puedo dejar de pensar en el sufrimiento y agonía que tuvo que soportar en sus últimos días de vida y sobre todo durante sus quince (15) días de hospitalización antes de fallecer y quizás eso me hace pensar que aunque extraño profundamente su presencia física al menos dejo de sufrir, y si es cierto que existe otra vida mejor pues ya debe estar disfrutando de ella y si todo se termina con nuestro último aliento de vida, pues al menos ya dejo de sentir dolor, angustia, hambre, sed . . . y de cualquiera de las dos opciones siempre será preferible al sufrimiento y agonía a la que se vió sometida . . . como te extraño viejita y como deseo reunirme contigo lo más pronto posible . . .




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Namasté