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lunes, 14 de noviembre de 2011

Viviendo y Superando La Perdida de un Ser Querido ...

                                  ¿Qué es el duelo?

                                 
El duelo es la reacción normal después de la muerte de un ser querido.
Supone un proceso más o menos largo y doloroso de adaptación a la nueva situación.
Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta.

La intensidad y duración del duelo depende de muchos factores: tipo de muerte (esperada o repentina, apacible o violenta..), de la intensidad de la unión con el fallecido, de las características de la relación con la persona perdida (dependencia, conflictos, ambivalencia...), de la edad...
La duración del duelo por la muerte de una persona muy querida puede durar entre 1 y 3 años.
Duelo resuelto. Podemos decir que hemos completado un duelo cuando somos capaces de recordar al fallecido sin sentir dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin él o ella, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en la vida y en los vivos.




Recomendaciones  para sobrevivir al Dolor y a la Pérdida

 

Date permiso para estar en duelo
Date permiso para estar mal, necesitado, vulnerable… Puedes pensar que es mejor no sentir el dolor, o evitarlo con distracciones y ocupaciones pero, al final, el dolor saldrá a la superficie. El momento de dolerte es ahora.
Acepta el hecho de que estarás menos atento e interesado por tus ocupaciones habituales o por tus amistades durante un tiempo, que tu vida va a ser diferente, que tendrás que cambiar algunas costumbres...

 
Deja sentir dentro de ti el dolor
Permanece abierto al dolor de tu corazón. Siente y expresa las emociones que surjan, no las pares. No te hagas el fuerte, no te guardes todo para ti, y con el tiempo, el dolor irá disminuyendo.
Sentir y expresar el dolor, la tristeza, la rabia, el miedo... por la muerte de tu ser amado, es parte del camino que tienes que recorrer.


Date tiempo para sanar
El duelo por la pérdida de una persona muy importante suele durar entre 1 y 3 años. No te hagas pues expectativas mágicas. Estate preparado para las RECAÍDAS. Hoy puedes estar bien y un suceso inesperado, una visita, el aniversario, las Navidades te hacen sentir que estás como al principio, que vas para atrás, y no es así.

El momento más difícil puede presentarse alrededor de los 6 meses del fallecimiento, cuando los demás comienzan a pensar que ya tienes que haberte recuperado.


Sé paciente contigo mismo/a
Aunque las emociones que estas viviendo pueden ser muy intensas y necesitar mucha energía, son PASAJERAS. Procura vivir el momento presente, por duro que sea. Se amable contigo mismo/a. Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.

No temas volverte loco/a
Puedes vivir sentimientos intensos de tristeza, rabia, culpa, confusión o abatimiento, deseos de morir... Son reacciones habituales y normales después de la muerte de un ser querido. Ver reacciones habituales

Aplaza las decisiones importantes
Decisiones como vender la casa, dejar el trabajo, marcharte a otro lugar…, es preferible dejarlas para más adelante. Seguramente, ahora no puedes pensar con suficiente claridad, y podrías más tarde lamentarlo. No suele ser tampoco conveniente iniciar una nueva relación afectiva (nueva pareja, otro embarazo…) mientras no hayas resuelto adecuadamente la pérdida.

No descuides tu salud
Pasados los primeros días puede resultarte muy útil que te hagas un horario (hora de levantarte, comidas, hora de acostarte…) y lo sigas. Aliméntate bien y cuida tu cuerpo. No abuses del tabaco, alcohol, tranquilizantes... Durante el proceso de duelo somos más suceptibles de sufrir enfermedades. Si padeces alguna enfermedad crónica no abandones los cuidados habituales ni los tratamientos con la escusa de que te da igual lo que te pase...

No te automediques
Si para ayudarte en estos momentos tienes que tomar algún medicamento, que sea siempre a criterio de un médico y nunca por los consejos de familiares, amigos y vecinos bien intencionados. Recuerda que tomar medicamentos para "no sentir" pueden contribuir a cronificar el duelo.

Busca y acepta el apoyo de los otros
Sigue conectado con los otros. Necesitas su presencia, su apoyo, su preocupación, su atención... Dale la oportunidad a tus amigos y seres queridos de estar a tu lado. Piensa que pueden querer ayudarte, pero no saben la manera de hacerlo. Pueden temer ser entrometidos o hacerte daño si te recuerdan tu pérdida. No te quedes esperando su ayuda y pídeles lo que necesitas.

Procura ser paciente con los demás
Ignora los intentos de algunas personas de decirte cómo debes sentirte y por cuanto tiempo. Sentirás que algunas personas no comprenden lo que estas viviendo. Intentarán hacer que te olvides de tu dolor, comprende que lo hacen para no verte triste. Piensa que quieren ayudarte, pero que no saben como hacerlo. Busca personas de confianza que te permitan "estar mal" y desahogarte sin miedo cuando lo necesites. 

Date permiso para descansar, disfrutar y divertirte
Date permiso para sentirte bien, reír con los amigos, hacer bromas... Tienes perfecto derecho y además puede ser de gran ayuda que busques, sin forzar tu propio ritmo, momentos para disfrutar. Recuerda que tu ser querido querría solo lo mejor para ti y que los "malos momentos", vendrán por si solos.

Confía en tus propios recursos para salir adelante
Recuerda como pudiste resolver otras situaciones difíciles de tu vida. Repítete a menudo: "algún día encontraré mi serenidad".

Cuatro pasos en el duelo

Dicen que el tiempo lo cura todo. Pero el tiempo, por si solo, no hace nada. Lo que ayuda realmente es lo que tú haces con el tiempo.
¿Estás utilizando el tiempo para ACEPTAR LA PÉRDIDA, para reconocer que tu ser querido ha muerto y no lo vas a recuperar?
¿Estas utilizando el tiempo para expresar las emociones y SENTIR EL DOLOR que supone para ti esa pérdida?
¿Estás utilizando el tiempo para APRENDER A VIVIR sin esa persona querida?
¿Estas utilizando el tiempo para, llegado el momento,  ir recuperando tu INTERES POR LA VIDA ?
Si quieres vivir de una manera sana tu duelo, si no quieres arrastrar indefinidamente el dolor, no basta pues con esperar a que todo se pase, o seguir viviendo como si nada hubiera pasado. Necesitas dar algunos difíciles pasos y aprender las duras lecciones de la pérdida. No existen atajos para el dolor.
Acepta también que tendrás que vivir momentos duros y emociones intensas, que estarás más vulnerable...No te exijas pues tampoco demasiado, sé amable contigo mismo y respeta tu propio ritmo.

Los cuatro pasos del Duelo ...

Aceptar la pérdida
Aunque sea la cosa más difícil que has hecho en toda tu vida, debes llegar a aceptar esta dura realidad: tu ser querido ha muerto y no va a regresar. Aceptar con la cabeza es fácil, sabes que ha muerto. Lo difícil es aceptar con el corazón. Es pues muy normal un tiempo (pueden ser meses) en el que te niegues o te rebeles contra la dura realidad. Date tiempo.
Hablar de tu pérdida, contar las circunstancias de la muerte, visitar el cementerio o el lugar donde se esparcieron los restos…Todo esto te puede ayudar poco a poco, y con mucho dolor, a ir aceptando el hecho de la muerte. Sabrás que has podido dar este paso, cuando pierdas toda esperanza de recuperar a tu familiar o amigo, será el momento de la verdadera despedida.
Aceptar la pérdida puede resultar especialmente difícil si la muerte fue inesperada o violenta, si estabas lejos cuando ocurrió y no pudiste participar en los ritos funerarios, si no se recuperó el cadáver, si se trata de la muerte de un niño... 

Sentir el dolor
Necesitas también sentir el dolor y todas las emociones que le acompañan: tristeza, rabia, miedo, impotencia, desesperación, culpa…
Habrá personas que te dirán: “Tienes que ser fuerte”. No les hagas caso. No escondas tu dolor. Comparte lo que te está pasando con tu familia, amigos de confianza…No te guardes todo para ti mismo por miedo a cansar o molestar. Busca aquellas personas con las cuales puedes expresarte tal y como estás.
Si no quieres compartir o mostrar tus emociones a otros, no tienes porque hacerlo, pero debes buscar otras manera de dar salida y vivir tus emociones en privado.

Aprender a vivir sin esa persona
Recuerda que hay tiempo para todo, para sentir y vivir el duelo, pero también para hacer, para ocuparte de las muchas actividades de la vida cotidiana. Aunque sientas que el mundo se ha parado para ti, también es cierto que la vida sigue con sus muchas y quizás nuevas exigencias. Una actitud adecuada sería aquella que busca un cierto equilibrio entre el sentir y el hacer.
Así, hacer el duelo significa también aprender a vivir sólo/a,  aprender a tomar decisiones por ti mismo/a, aprender a desempeñar tareas que antes hacía el fallecido, aprender nuevas formas de relación con la familia y amigos, aprender un nuevo sentido del mundo y de uno mismo...

 
Recuperar el interés por la vida y por los vivos
Llega un momento en que sabes que es necesario soltar el dolor y el pasado. La vida te espera llena de nuevas posibilidades.
No hay nada malo en querer disfrutar, en querer ser feliz, en querer establecer nuevas relaciones… En el caso de la muerte de la pareja, no hay motivo para avergonzarse si aparece de nuevo el deseo sexual. En realidad, el corazón herido cicatriza abriéndose a los demás.
Esto es lo que escribía una adolescente a su madre 2 años después de perder a su padre: “Existen otras personas a las que amar, y eso, no significa que quiero menos a papá”.


Finalizar el duelo no es olvidar... Para cada persona puede significar cosas distintas:
·         Puede significar llegar a perdonarle y perdonarte por todo lo que quizás no fue la relación, por todo lo negativo, por el daño causado...
·         Pensar en él o ella sin sentir ya ese latigazo de dolor y recordarle con ternura y agradecimiento por lo vivido juntos. 
·         Es poder dar un sentido a todo lo que has vivido en estos meses o años.
·         Es entender con el corazón en la mano que el AMOR no se acaba con la muerte

En cierto modo, nunca te recuperas de una pérdida significativa, porque ésta inevitablemente te cambia. Tu puedes escoger si ese cambio será a mejor.


SI VES QUE PASADO UN TIEMPO...TE SIGUES SINTIENDO ATRAPADO EN TU SUFRIMIENTO

EL ABATIMIENTO SE HACE MÁS PROFUNDO

DEPENDES MÁS DE LOS MEDICAMENTOS O EL ALCOHOL

EL DESEO DE MORIR SE HACE MÁS INTENSO…

BUSCA UN PROFESIONAL QUE TE AYUDE A ELABORAR EL DUELO ADECUADAMENTE.

No es fuerte el que no necesita ayuda,
 sino el que tiene el valor de pedirla cuando la necesita.
                                      

Frases sobre el dolor y la pérdida
La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
FRANÇOIS MAURIAC
Que tus futuras alegrías no maten mi recuerdo........... pero que mi recuerdo no mate tampoco tus futuras alegrías. FORO DE VIVIR LA PERDIDA
El duelo no es un camino fácil pero... sino lo fuera... dejaría de tener sentido toda nuestra existencia. VERÓNIKA

Únicamente aquellos que evitan el amor, pueden evitar el dolor del duelo. Lo importante es crecer, a través del duelo, y seguir permaneciendo vulnerables al amor.
JOHN BRANTNER


Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más valioso que tenemos, lo esencial de lo que permanece cuando ya no se puede nada.
JEAN-YVES LELOUP


En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es TOTAL: es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros) y espiritual (duele el alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida, en su conjunto, duele.
J. MONTOYA CARRAQUILLA


Solo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente
MARCEL PROUST


Recordar es el mejor modo de olvidar
SIGMUND FREUD
Cuando eres consciente de la muerte, acabas asumiendo tu propia soledad.
ROSA REGÁS
Amar a alguien, es decirle: no morirás.
GABRIEL MARCEL
Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.
HELLEN KELLER
El amigo que está en silencio con nosotros, en un momento de angustia o incertidumbre, que puede compartir nuestro pesar y desconsuelo... y enfrentar con nosotros la realidad de nuestra impotencia, ése es el amigo que realmente nos quiere.
HENRI NOUWEN
En medio de este atolladero de angustia encontré la fuerza para luchar y salir adelante. Quizás me di cuenta de que mi esposa no hubiese querido verme así. Algo me hizo arrancar y aferrarme a la vida y al amor.
WILLIARD KOHN
Aun cuando todavía queden momentos difíciles, cuando llegas a aceptar el dolor encuentras fuerza en ti mismo y puedes mirar al futuro con esperanza. (...)
El Dios en quien yo creo no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo.
HAROLD S. KUSHNER
Nadie puede explicarnos el dolor, su ilimitado alcance ni sus profundidades enigmáticas. Nadie nos puede descubrir el vacío que deja en el mismo centro de nuestro ser, un vacío que nada lo llena.
RUTH COUGHLIN
Nunca nadie me dijo que el dolor se sentía como se siente el miedo... La misma tensión en el estómago, el mismo desasosiego.
C.S. LEWIS (Una pena en observación) 
"Eres más consciente que antes de lo que es importante y lo que es trivial. Tu ser querido vivió, pero tú todavía estas vivo. ¡Vale la pena esperar al futuro!
H. DAVID THOREAU
El pesar oculto, como un horno cerrado, quema el corazón hasta reducirlo en cenizas.
W. SHAKESPEARE.
La muerte se lleva todo lo que no fue, pero nosotros nos quedamos con lo que tuvimos.
MARIO ROJZMAN  
Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tú haces con lo que la vida te hace.
EDGAR JACKSON
Señor, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para poder diferenciarlas.
REINHOLD NIEBUHR
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.
Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías
y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
MAMERTO MENAPACE
Vivir siempre angustiada
es producto de grave vanidad.
Es soberbia obstinada,
ya que toda ansiedad
termina donde empieza la humildad
GUADALUPE AMOR
El que acepta sufrir, sufrirá la mitad de la vida; el que no acepta sufrir, sufrirá durante su vida entera.
CONFUCIO
El dolor quema mucha superficialidad.
OSWALD CHAMBERS

 a:  Julia Teresa - QEPD

UN MODESTO TRIBUTO PARA MI ADORADA MAMÁ

                                                
JULIA TERESA van GRIEKEN  LANDAETA  de  TORRES TORRES
   Rubio Edo. Táchira,  28 de Enero de 1931 
+ Caracas, Dto. Capital, 14 de Agosto de 2011
Madre Abnegada, Incondicional,  De manera “Leonina”  e incomparable Fortaleza derramaste todo tu Amor sobre  nosotros y así serás recordada  Por Siempre Querida  Mamá  . . .
QUE BRILLE PARA TI  LA LUZ  PERPETUA   !!!!!
Q.E.P.D.
“La Vida es un Fandango y el que no baila es un pendejo . . .”




                                Julia Teresa




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Perdida de un Ser Querido http://bit.ly/ri1cTN

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Namasté