Quiero compartir con ustedes mis reflexiones/preocupaciones sobre este importante tema y a la vez tratar de crear conciencia sobre una lamentable y preocupante realidad que nos debe llamar la atención a tod@s nosotr@s,pues como dice uno de los slogan de una campaña publicitaria:
“SI UN@ LO TIENE, ES PROBLEMA DE TOD@S"
Se trata de la epidemia o mejor dicho PANDEMIA del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y que posteriormente deriva en el temible y mortal SIDA – Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirido – el cual fue identificado a mediados de los años ’80 del siglo XX y desde entonces ha causado una gran mortandad en los más diversos estratos de la humanidad, estimándose entre 25 y 30 millones de personas fallecidas desde 1981; pues si bien en un principio se pensaba que el virus solo se encontraba presente en ciertas poblaciones de riesgo como: homosexuales, en los usuarios de drogas intravenosas, al igual que aquellas personas que requirieron de una transfusión sanguínea con sangre o plaquetas que no tenía una adecuada serología para descartar la presencia del retrovirus en el espécimen a trasfundir; hoy en día y después de casi 30 años de estudios sobre la materia, se sabe que si bien es cierto que existen las llamadas poblaciones de alto riesgo, no podemos circunscribirlas a los grupos que nombramos inicialmente, pues hoy sabemos que también se da la trasmisión de hombre-mujer-hombre, por vía sexual, al mantener relaciones sin el uso del condón, en aquellas personas promiscuas, heterosexuales, bisexuales y homosexuales que mantienen relaciones sexuales con diferentes parejas y sin uso del preservativo,así como en los trabajadores de la salud, llámense médicos, bioanalístas, odontólogos, enfermer@s, investigadores, y cualquier trabajador que pudiese ser propenso a un accidente laboral al estar en contacto principalmente con sangre y semen de personas portadoras del VIH
Lo cual aumenta significativamente la posibilidad de trasmitir la infección a un número elevadísimo de la población humana, según las estadísticas de ONUSIDA en el año 2009 se infectaron entre 2,3 y 2,8 millones de personas en todo el mundo, muchas veces producto del desconocimiento de su condición de portador (seropositivo) de la persona infectada, pues no saben que tienen la enfermedad, por encontrarse asintomáticos o en estadios iniciales de la infección y en otros casos de manera “criminal” (en mi opinión) al ocultar o mentir sobre su condición de VIH, por miedo al estigma o rechazo que genera el revelar dicha condición ante la sociedad, y mucho más condenable cuando hablamos de mantener una relación sexual sin protección, a sabiendas de su condición con una persona sana o incluso con una persona que se supone infectada, bien sea con el VIH,pues siempre existe la posibilidad de que pudiesen tratarse de cepas diferentes del retrovirus, lo cual traería como consecuencia un “intercambio” indeseable de la infección, agravando la condición de cada uno de los involucrados; o quizás portador@ de otra enfermedad de trasmisión sexual (Sífilis, Gonorrea, VPH – Virus Papiloma Humano -, etc.) que comprometería mucho más la salud y calidad de vida de ambos.
Si le damos un vistazo a las estadísticas en la actualidad, podemos constatar como la propagación del VIH en cuanto a la proporción por sexo (Masculino – Femenino) se encuentran casi en una distribución del 50-50% para el año 2008, lo que habla del riesgo latente en cualquier relación sexual sin protección, bien sea homo o hetero-sexual, así como del alto número de mujeres, esposas en su mayoría, infectadas por sus propias parejas o esposos, quienes mantienen relaciones sexuales extra maritales y luego llevan la infección a su hogar, lo cual nos hace pensar en la exigencia de uso del preservativo en aquellos casos que se sospeche de estar con una pareja promiscua (o infiel), y en mi modesta opinión pienso que debería exigirse SIEMPRE como una condición “sine qua non” para la seguridad de ambos e incluso del núcleo familiar, sin menoscabo de la integridad moral de ninguno de los integrantes de la pareja.
Así mismo podemos mencionar la cada vez mayor incidencia de la infección en la población joven (16 – 25 años) quienes se inician en el sexo sin tomar las precauciones pertinentes, a veces por falta de información, de recursos económicos (para comprar los preservativos) y otras por subestimar los riesgos de la infección, también es de hacer notar el incremento de la enfermedad en la población adulta, cercana a la tercera edad, debido al uso indiscriminado de potenciadores de la erección (Sildenafil, Viagra, etc.) y la consecuente actividad sexual “desenfrenada” y sin protección de nuestros “abuelitos”, exponiéndose a la infección. El VIH se ha multiplicado dramáticamente de manera exponencial dentro de nuestras comunidades, producto principalmente de la falta de concientización de la población sexualmente activa,y en menor proporción por la trasmisión “accidental”, bien sea por transfusiones sanguíneas, en muy bajo porcentaje pues en la actualidad se exigen serologías confiables; accidentes laborales, aunque hoy en día es cada vez más generalizado entre los trabajadores de la salud, Odontólogos, Médicos, etc., que pudiesen estar expuestos a la infección por actividad relacionada con su ejercicio profesional, el tratar a TODOS sus pacientes como potenciales portadores de VIH, o de ser posible solicitar una prueba o test ELISA (caso de operaciones por ejemplo) y así “curarse en salud” por decirlo de alguna manera. También existe la trasmisión vertical, de la madre seropositiva al recién nacido, muy reducida hoy en día gracias al oportuno diagnóstico de la embarazada y al uso de las terapias antiretrovirales (A.R.V.) conjuntamente con un adecuado control post-natal sin lactancia materna; pero la más condenable e imperdonable de todas las formas de infección, la trasmisión “CRIMINAL” que mencionamos en el párrafo anterior, pero que trataremos con mayor detalle más adelante, pues en algunos países se está legislando sobre penas corporales severas (privación de libertad, cárcel) a quienes incurran en esta abominable práctica, de infectar de “exprofeso” o intencionalmente a personas sanas y desconocedoras de la verdadera condición del infectado o seropositivo.
Otro punto importante a tratar es el de la “sobrevivencia” o baja morbilidad de los infectados gracias a las nuevas terapias antiretrovirales (A.R.V.), las cuales se han hecho cada vez más eficaces para controlar la enfermedad, sin llegar a la remisión total, pero si convirtiendo a la enfermedad de lo que antes podía ser una “sentencia de muerte” a una enfermedad crónica con períodos largos de sobrevivencia, de hasta 20 años después de diagnosticados y siguiendo un estricto régimen y adherencia al tratamiento, una vida sana y una actitud positiva para con su condición de vivir con el VIH. Hoy en día se disponen de tratamientos con una o dos pastillas diarias, en comparación a los inicios de dichas terapias cuando los pacientes debían ingerir hasta 30 pastillas diarias, con sus consecuentes secuelas físicas, efectos secundarios, sociales, etc.
Lo que no se ha logrado superar y esto trae un lamentable deterioro en los pacientes es el ESTIGMA y el RECHAZO que genera la enfermedad en la población sana. Es por eso que hay un axioma dentro del que vive con VIH que reza que “la muerte social precede a la muerte física o biológica”, pues por el rechazo de su entorno social, llámense amigos, colegas, vecinos e incluso familiares, el paciente con VIH se aísla o lo aíslan, execrándolo de cualquier actividad, laboral, social o familiar.
Aun cuando la legislación vigente en muchos países procura proteger y hacer valer los derechos del paciente, puede más la “condena” tácita familiar, social, laboral, que logra excluir de cualquier actividad que implique el relacionarse o interactuar con el “infectado” y muchas veces es el mismo paciente quién prefiere auto-excluirse para evitar ese rechazo, repudio y hasta asco que le demuestran las demás personas. Quiero aclarar que dicho rechazo, repudio, asco, es más motivado por la propia ignorancia de las personas sanas, que por verdaderas razones de peligro a ser infectados, para preservar su salud o asepsia. Les invito a consultar un artículo en esta misma sección titulado: VIH "Verdadero o Falso"
Lo que sí está muy claro es que la única persona que está en riesgo es el inmunosuprimido (paciente con VIH) ante la presencia de los inmunocompetentes (personas sanas), pues mientras estos últimos pueden hacer frente a cualquier tipo de infección o enfermedad con la capacidad que les otorga su sistema inmunológico, el paciente con VIH es altamente vulnerable a la menor gripe o más leve infección por su sistema inmunológico suprimido, lo cual lo coloca en abierta desventaja ante las demás personas. No obstante por la ignorancia, los tabúes, e incluso prejuicios sociales más que médicos, el rechazo es automático e INMINENTE, hasta en quienes tratan de disimularlo, en sus miradas se puede ver el desconcierto y terror de estar cerca de alguien con “SIDA”, como dicen ellos, pues su ignorancia llega hasta impedirles diferenciar las etapas de la enfermedad, sin saber que no es lo mismo una persona seropositiva o con VIH y una carga viral indetectable (<50 copias) y altos niveles de CD-4 (>300) situación óptima que evidencia buena adherencia al tratamiento ARV,es decir que el paciente NO se encuentra en la fase SIDA,
A una persona con una alta carga viral, bajo nivel de CD-4 y un estadío avanzado de la enfermedad (por ejemplo S-3 ó sida-3) y con un evidente deterioro de su condición física,
sin hacerse acreedor o merecedor en ninguno de los casos al rechazo de las demás personas. Pero por desconocimiento o falta de información, para la mayoría de las personas se trata de alguien que debe ser rechazado y execrado de su entorno. Lo más patético de esta situación se presenta incluso con algunos médicos, excluyendo a los infectólogos, quienes en su gran mayoría y por su formación especializada en la enfermedad, tienen una sensibilidad y un trato especial hacia el paciente con VIH, pero de otras especialidades diferentes o algunos odontólogos, aunque tratan de disimularlo se les nota el rechazo que les produce el estar en contacto con algún paciente que viva con VIH, y esto más que patético es algo contradictorio, pues uno piensa que por su formación académica deberían tener más información al respecto, pero seguramente puede más el estigma que la información que pudiesen manejar sobre el VIH. Realmente esto nos hace pensar que todavía nos falta mucho en materia de educación y sensibilización a la población en general y a algunos especialistas en la salud en particular sobre el tema del VIH – SIDA,el cual sin ninguna duda ocupará la atención de gran parte de la humanidad en los años venideros, pues de una u otra manera estará presente en sus vidas, por aquello que les cité al comienzo de éstas líneas: SI UN@ LO TIENE ES PROBLEMA DE TOD@S ……….
Me gustaría agregar sobre la conveniencia de el uso del preservativo (condón – rubber) en las relaciones sexuales, incluso me permito sugerir el uso OBLIGATORIO en cualquier tipo de relación sexual, sin caer en excepciones como que: Se ve una persona sana!!! Es que mi pareja me es fiel y exclusiva!!! Mi espos@ se ofendería al sugerirle que lo usemos!!! Y cualquier tipo de valoraciones tan subjetivas como las anteriores. Incluso en el caso de contar con un despistaje realizado mediante un test de laboratorio ó prueba ELISA, y un resultado NEGATIVO, debemos tener en cuenta que existe un “período de ventana” (aprox. 6 meses a 1 año) en el cuál el VIH no es detectado y la persona podría encontrarse en ese período. Es por eso que mi modesta recomendación a TODA la población sexualmente activa y muy especialmente a nuestra juventud, por ser la generación de relevo, es el uso Imprescindible y OBLIGATORIO del preservativo ó condón (rubber) incluso con sus parejas “exclusivas”.
No puedo terminar esta reflexión sin invitarlos a Informarse, sin reservas, sobre todo lo relacionado con el VIH – SIDA pues se trata de una Pandemia que día a día se esta diseminando por todo el planeta. Actualmente se estima una población mundial de infectados entre 30 y 35 millones de almas,(aunque otras estadísticas hablan de 45 - 50 millones).
Mientras más informados estemos, estaremos más protegidos y evitaremos caer en estigmas y tabúes en relación con la enfermedad y con las miles de personas que hoy en día viven con VIH – SIDA entre nosotros, muchos conscientes de su condición (afortunadamente) y con una actitud RESPONSABLE al abordar el tema, pero transitando un “sendero” muchas veces llenos de baches e incluso de largos trayectos de “oscuridad” y desesperanza; y estando debidamente informados podremos brindarle nuestra mano amiga. Algo realmente conmovedor en esta triste realidad es que para el año 2009 la ONUSIDA estimó en 14,8 millones de huerfanos a causa del SIDA solamente en África.
Pero debemos tomar en cuenta que existe una gran cantidad de personas, de ambos sexos, que siendo “seropositivos” ó portadores del VIH, desconocen su condición, por encontrarse asintomáticos o por no haberse realizado nunca una prueba ELISA para descartar ó confirmar la presencia del VIH, lo cuál los hace más “vulnerables” y a la vez una población de alto riesgo en la transmisión de la enfermedad.
Es por estas razones (entre muchas otras más) que manteniéndonos informados y alertas podremos tener una actitud Pro-Activa hacia este flagelo del Siglo XXI
Autor: VICTORRES
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