MEDICINA PARA EL ESPÍRITU
Miguel A. Römer R
FW. 201
FELICIDAD y SALUD
¿QUE ES LA FELICIDAD?
Un estado de ánimo -ánimo viene de alma = principio vital, espíritu- que en su expresión mas sublime,
se caracteriza por un bienestar profundo, consecuencia de una armonía, de un silencio interior, cónsonos con la armonía universal.
Se trata de una armonía superior, por encima de lo material, en sintonía con la paz de la creación.
No es esta una paz, una tranquilidad exenta de sonidos.
Pero sus sonidos no atormentan; hemos convivido con ellos miles de años.
Son sonidos armónicos, que invitan a la reflexión, al sosiego, al recogimiento, a la paz interior.
Tales son los originados por la lluvia al chocar con las hojas de los árboles,
acompañadas por el croar de los sapos -un coro a varias voces-
los originados por el rítmico batir de las olas del mar;
tal es el murmullo del río que corre,
el susurro del viento, al escurrirse entre árboles y arbustos, el engendrado por el canto de las aves.
También aceptamos, como parte de la armonía universal,
el sobrecogedor rugido de las fieras en busca de pareja o comida,
el retumbar del trueno, proveniente dcl rayo que rasga el manto negro dc la noche:
Inducen miedo y respeto; son ocasionales y pasajeros.
Todos esos sonidos, y muchos otros, que sería demasiado largo enumerar,
–forman el cuadro milenario…
dentro del cual el hombre fue creado y se ha desarrollado.
Integran el ambiente ancestral
…en el cual hemos vivido…
desde los mas remotos tiempos.
Sus resonancias que se encuentran indeleblemente esculpidas en el "paleo encéfalo" de los antropólogos y anatomistas;
aquella parte arcaica de nuestro cerebro, donde han sido almacenadas durante milenios,
las experiencias vividas por el hombre desde el albor de su existencia.
-El bienestar proveniente de una hoguera, o de la luz de un candil tiene su asiento,
en las vivencias acumuladas durante quinientos mil años,
desde que el Homo erectus convirtió al fuego en un amigo, que le brindaba luz, protección y calor.
De estas experiencias primitivas, no nos podemos librar,
sin sufrir graves y negativas consecuencias en el campo espiritual.
Es que forman parte de nuestra naturaleza íntima.
Somos y seguiremos siendo parte de la Naturaleza,
realizada y organizada por la Existencia con esmero y amor.
¡Es necesario respetarla y amarla; admirarla, disfrutarla y sentimos integrados a ella!
Cuanto mas nos alejemos de ella
¡tanto mas nos alejaremos de nosotros mismos!
¿DONDE ESTAN LAS RAICES DE LA FELICIDAD?
¡Volver a nuestra madre naturaleza!
es el e1 slogan de algunos movimientos espirituales modernos; y de sociedades de ciencias naturales.
Y confirma lo expresado en el párrafo anterior,
el creciente interés por composiciones musicales destinadas a "tranquilizar el espíritu";
muchas de ellas a base de "sonidos de la naturaleza".
Se han multiplicado los movimientos y los documentales en pro de la defensa de la ecología que
…mas que a la felicidad…
¡están defendiendo la supervivencia del género humano!
Con toda la tecnología moderna
¿podemos acaso crear una planta, una hormiga, un océano, un cielo, o el sol que nos alumbra...?
La naturaleza es la maestra de maestros
…la evidencia amorosa de la Divina Providencia.
Yacen en ella las raíces de la verdadera felicidad, y como veremos mas adelante, las raíces de la cultura.
Nos arrulla sin palabras, en un idioma que conforta.
Y ocasionalmente atempera la vanidad humana,
cuando con rayos y truenos, tempestades, ciclones, terremotos, erupciones volcánicas, epidemias, etc., etc....
recuerda al hombre su impotencia
¡atemperando su arrogancia!
A pesar de esto,
hoy en día se invierten mas esfuerzos e ingenio en destruirla, persiguiendo generalmente beneficios materiales desmedidos.
Mucho menor ha sido el afán en conseguir la felicidad del ser humano, la felicidad verdadera, a toda prueba;
mucho menor ha sido el afán en cortejar, a aquella atractiva doncella, elusiva y eterna.
NATURALEZA y CULTURA.
De la naturaleza se engendró la cultura.
Aquel esfuerzo realizado por el hombre desde tiempos inmemoriales,
para entender su misión, para calmar sus angustias existenciales y lograr su bienestar.
¿Como?
Interpretando sus manifestaciones, temiendo sus arranques violentos;
escudriñando sus voces interiores para distinguir entre el bien y el mal y cultivar reverentemente el primero.
Nacieron así y se desarrollaron en nuestra dimensión espiritual.
Es que forman parte de nuestra naturaleza íntima.
Nacieron así y se desarrollaron las religiones, las escuelas filosóficas, la poesía, la música y las bellas artes,
engendros destinados a purificar al hombre, a dignificarlo, elevándolo por encima de los instintos primitivos.
También las ciencias tienen su origen en la naturaleza,
Y se fue descubriendo que el amor, expresado a través de la cultura, era el ingrediente fundamental del bienestar, tanto a nivel personal como colectivo.
¿QUÉ HA SUCEDIDO A LO LARGO DEL TIEMPO?
El desarrollo cultural se fue perfeccionando, alcanzando sus niveles mas altos en la primera mitad del siglo XIX.
De alli en adelante, fundamentalmente en el mundo occidental,
la expansión progresiva del campo científico y tecnológico
…ha tenido lugar…
¡a expensas del correspondiente a la cultura!
A la situación actual podríamos calificarla de “barbarie tecnificada”.
Ya el hombre no se siente como una parte de una naturaleza maravillosa;
no tiene tiempo para admirarla, disfrutarla ni amarla.
Se dedica a destruirla sin miramientos;
con fines de lucro
…las mas de las veces; ante las miradas poco menos que indiferentes de los gobiernos;
cuando no son integrantes de los mismos, quienes propician esta actividad aniquiladora.
El nivel de ruido engendrado por el hombre,
por sus máquinas, por los poderosos equipos de sonido, utilizados frecuentemente sin consideración para con los demás,
no contribuye a la felicidad de los integrantes de una comunidad.
Son manifestaciones de la anticultura.
Lo son también la agresión y el sexo desenfrenado.
Las familias, las buenas costumbres, la buena educación, la ética, la moral
…conceptos madurados a lo largo de milenios…
son especies en peligro de extinción.
Y se van con ellos las fuentes de la felicidad genuina.
LA SEUDO FELICIDAD.
la verdadera felicidad ya se encuentra reducida a una mínima expresión
¡ha sido sustituida por la seudo felicidad!
La que está basada en el poder, en los placeres terrenales,
en bienes materiales, en el dinero, automóviles, yates, aviones, equipos de sonido, etc., etc..
Al final defrauda, no tiene solidez, es efímera, débiles son sus bases.
No “calma la sed”.
No resiste al menor soplo de adversidad.
Infelices quienes por esta vía buscan su felicidad a toda costa,
los que se sienten mal cuando no consiguen lo anhelado;
los que no aprecian ni valoran en su justa dimensión lo que tienen;
los que no disfrutan de las riquezas que día a día, gratuitamente les son ofrecidas.
No es pues de extrañar, que el malestar inherente a la seudo felicidad,
basada en lo material,
haya dado lugar a un sociedad enferma en lo espiritual,
donde los síntomas mas prominentes son la droga dependencia y el alarmante índice de suicidios en adolescentes.
Esta enfermedad explica el éxito obtenido por "sectas" que,
pregonando la felicidad espiritual, logran que jóvenes abandonen su familia, su empleo, y sus amistades,
para abruptamente adherirse a ellas;
¡sin siquiera despedirse!
Con la llamada "globalización",
gracias a los poderosos y modernos medios de comunicación,
-en un mundo todavía mayoritariamente primitivo-
mas difusión tendrá,
¡la "barbarie tecnificada"!
FELICIDAD Y SALUD.
Pero ¿que tiene que ver todo esto con la salud?
La respuesta es sencilla: el infeliz no es un individuo saludable; en el mas amplio sentido de la palabra.
Pero aún mas:
La infelicidad, el malestar inherente a una espiritualidad abandonada, descuidada, menospreciada,
influye negativamente sobre la armonía del organismo.
Afecta sus mecanismos de defensa, dando pie a enfermedades de índole diversa.
Algunos tipos de cáncer y de enfermedades infecciosas se encuentran entre ellas;
también las enfermedades de origen psicosomático.
CONCLUSIONES.
Sin amor ni respeto por todo lo creado,
sin el desarrollo de una vida espiritual sana,
no será posible recorrer el sendero estrecho y empinado que conduce a la felicidad genuina.
Y sin salud espiritual la salud física se resiente.
Divulgar los aspectos aquí expuestos, reflexionar sobre ellos, y tomar las acciones pertinentes,
constituyen una responsabilidad de enormes dimensiones,
que atañe tanto a la familia,
como a los organismos estatales o privados,
que de una u otra manera,
tengan influencia en la formación, en la educación de nuestras jóvenes generaciones.
Miguel Alejandro Römer
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MEDICINA PARA EL ESPÍRITU
Miguel A. Römer R
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Ayudando a Despertar
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