En la medicina ayurvedica, el dolor es una condición asociada con la energía vital Vata y los elementos espacio y aire. Según este sistema medicinal, cuando acumulamos un exceso de estos dos elementos se produce resequedad y debilitamiento en los tejidos de los músculos, articulaciones y huesos. Comenzamos a sentir dolor y molestias.
Un tejido débil, cuyo fuego interno (agni) haya sido disminuido por el exceso de aire, no puede metabolizar los nutrientes de forma óptima para regenerarse. Con el paso del tiempo, se comienza a acumular Aam en estos espacios (toxinas que el cuerpo no puede procesar), lo que trae como resultado, que los tejidos se degeneren aun más, se produzca mayor dolor y malestar, y se dé paso al desarrollo de condiciones más complejas como artritis, fibromialgia, osteoporosis, discos herniados, artrosis, entre otras.
Nos preguntaremos entonces, ¿cómo acumulamos este exceso de aire y espacio en nuestro cuerpo?. Primero, es importante recordar que en Ayurveda la verdadera salud es el resultado de un equilibrio interno, donde las proporciones de los elementos de la naturaleza en nosotros estén en el balance correcto para cada uno, y en donde nuestra mente y nuestras emociones estén alineadas a nuestro bienestar, a la búsqueda de esa paz interna que emane vida de adentro hacia afuera.
Como hemos comentado en notas anteriores, en Ayurveda existen tres tipos de naturalezas (Vata, Pitha y Kapha). Las personas con una naturaleza predominantemente Vata son más propensas a acumular aire y espacio porque contienen mayor proporción de estos elementos de forma innata. Sin embargo, las personas de naturaleza Pitha y Kapha no están exentas. Una de las razones principales es que vivimos en una sociedad en donde Vata es predominante y se manifiesta con el exceso de movimiento y velocidad de actividades físicas y mentales, con una alimentación cada vez más procesada, cruda, frita y deshidratada y con ese estrés y necesidad de tener que completar más tareas que horas en un día, acumular más bienes materiales que años en la vida; y sin embargo, no tener tiempo para sentarnos a comer y digerir, meditar, reflexionar y cultivarnos internamente y externamente con actividades sanas.
A esto le agregamos el abuso físico en el que tantos incurren, ejercitándose en exceso e incluso de forma agresiva, sin darle tiempo al cuerpo para recuperarse y regenerarse incluso de lesiones obvias. Todo por lucir mejor físicamente, por demostrar que somos más fuertes, e internamente, ¿qué?...
La mayoría de la gente no tiene tiempo ni para estirarse. Es mucho más fácil no pensar en el futuro, ponerle parches al dolor y seguir incurriendo en las mismas actividades. Este es el problema. Llega el momento en el que los parches se agotan. Estamos acostumbrados a calmar cualquier síntoma con analgésicos cada vez más fuertes, así como con infiltraciones cada vez más seguidas y menos efectivas, porque muchos no sabemos detenernos a reflexionar y a tomar las decisiones necesarias para cambiar.
Comienza hoy. Reflexiona hoy. ¿Qué puedes cambiar en tu vida en este momento para generarte menos dolor?... Además de invitarte a hacer este trabajo interno, hoy te presentamos una serie de recomendaciones basadas en la medicina ayurvedica para que las incluyas en tu día a día y des un paso más en beneficio de tu salud.
- Acostúmbrate a aplicarte aceites en el cuerpo en lugar de lociones humectantes porque esto ayuda a rejuvenecer los tejidos. Los días que tengas más tiempo libre, puedes colocarte el aceite y dejarlo por 1 hora antes de bañarte. Para el diario, colócate menos cantidad al salir de la ducha y justo antes de vestirte, quítate el exceso con la toalla. Aceites: sésamo es el mejor. Otra opción para climas más cálidos son almendra y coco.
- Para dolores localizados, colócate gasas o un pedazo de algodón grande mojado en aceite tibio en la zona afectada, que la cubra. Déjate este parche por al menos 15 minutos, entre más tiempo, mejor. Moja la gasa cuantas veces sea necesario para que siempre esté tibia. No hagas esto si hay inflamación, irritación o alguna herida abierta. Este procedimiento se conoce como Pichu y los aceites que puedes usar son: resino o castor, sésamo, y si se consigue en tu país, Mahanaranyan (lo mejor para el dolor ) y Balashwaganda (para regenerar más profundamente).
- Hacerte enemas de aceite regularmente también ayuda mucho. El intestino es la zona de mayor acumulación de los elementos aire y espacio. Si regeneramos esta zona, estamos facilitando el balance de estos elementos en todo el cuerpo. Puedes hacerte un enema semanal de 80 a 100 cc de aceite de sésamo y tratar de aguantarlo lo mas que se pueda antes de eliminar. Hacer esto por un mes y luego solo colocar uno mensual.
- Incluye estas especies en tu alimentación (cuando no haya inflamación, irritaciones o acidez): cúrcuma, jengibre, canela y pimienta de cayena.
- Practica Yoga regularmente. Consulta con algún instructor certificado sobre las poses que puedes o no hacer. Inténtalo si aún no lo has hecho.
- En Ayurveda el compuesto medicinal Yogaraj Guggulu es la mejor opción para ayudar a rejuvenecer y desintoxicar los tejidos de los músculos, articulaciones y huesos. Está disponible en algunos países y es mejor si lo tomas bajo la guía de un consultor certificado.
- Adicional: Vasti es uno de los tratamientos localizados para los problemas asociados con las coyunturas.
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Namasté