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miércoles, 23 de mayo de 2012

Tiempo y Salud ( I )


FW. 197

El artículo que a continuación transcribimos
… fue publicado en el año 1998…
en el
Boletín Informativo 
De la Dirección de Sanidad de las Fuerzas Armadas.

Dado el hecho
… de que  las motivaciones del mismo, no solo persisten, sino que se han agravado…
hemos decidido reproducirlo.
En aquel entonces, hacen 14 años
… tuvo una buena acogida.

    

TIEMPO Y SALUD

Miguel A. Römer R.

Dedicado a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos,
a los hijos y nietos de todos los venezolanos,
a los hijos y nietos de todas las personas de
buena voluntad.


       Sócrates, el gran filósofo griego, condenado a muerte por los atenienses,  fue encarcelado y envenenado con cicuta;  a los 71 años de edad, 399 años a.C. Se le acusó  de corromper a la juventud y de negar a los dioses.   

       Convencido de la inmortalidad del alma, desdeñó todas las alternativas que le fueron ofrecidas para evitar que se cumpliese la condena.  De nada  valieron los esfuerzos de sus discípulos y admiradores para salvarlo.  Tranquilo y confiado manifestó, que como buen ciudadano, en concordancia con lo que había enseñado durante toda su vida, la sentencia tenía que cumplirse.  En efecto, había sido dictada por la mayoría de los senadores;  en consecuencia era "legal", a pesar de  haber logrado argumentarla con bases indiscutibles.

       No es el momento de  considerar cuales fueron las verdaderas causas para que fuese condenado a muerte, o al exilio como alternativa.  Pero el hecho es, que tal como lo aseveró, su alma inmortal permanece activa. Permanece viva también en los Diálogos de Platón, obra maestra de su pensamiento.  Y a veces, con el consentimiento del Todo Poderoso, se presta para dialogar con los humanos. 
      
       Hoy estará entre nosotros,  conversando con representantes de nuestra actual civilización, preocupados por el malestar mundial existente, con losconsiguientes trastornos de la salud, tanto espiritual como física.  Y como es lógico pensar, están especialmente interesados en discutir la situación en nuestro medio. 
      
       Los interlocutores serán esta vez el médico Carlos,  -omitiremos los apellidos- el psiquiatra Rodolfo, Amelia, ama de casa, Gustavo, sociólogo y Aquiles, filósofo. 

       -Aquiles. "Sócrates,  estamos acá reunidos, porque nos preocupa la situación en que vivimos la mayoría de los que integramos la clase media, aquella sobre cuyos hombros descansa el devenir del país y su futuro;  y quisiéramos oír tu opinión orientadora a este respecto.   Corremos desde la mañana hasta la noche, y el tiempo no nos alcanza para todo lo que "tenemos que hacer".  Para la mayoría, el reloj no es otra cosa que una fuente de angustia. 

       -Sócrates.  "Aquiles, tu como filósofo, sin duda habrás reflexionado sobre este aspecto.  ¿No te parece que sería interesante precisar, que entendemos por angustia?”. 

       -Aquiles.  “Ciertamente Sócrates, pero quizás sea Rodolfo, nuestro amigo psiquiatra, el mas indicado para responder esta pregunta. 

       -Rodolfo.  “ Pienso que la angustia o ansiedad es un estado anímico, de miedo a no lograr afrontar la realidad que nos imaginamos.   Un estado de zozobra que embota los sentidos, impidiendo a la persona angustiada,  percibir objetivamente lo que acontece a su alrededor.  Esto trae como consecuencia apreciaciones erradas con sus consiguientes yerros,  que solo sirven para aumentar el nivel de angustia.  Y así se cae en un círculo vicioso cada vez mas profundo, que lleva a un contingente grande de personas, a la depresión.  Solamente en Norteamérica hay unas 12 millones de personas (10 % de la población) que toman antidepresivos.  Pero antes de seguir adelante, pienso que es conveniente precisar la noción de tiempo, ya que el objeto de esta reunión, es analizar la relación entre la angustia en el mundo moderno en función del tiempo.  Y en mi opinión sería Sócrates el mas indicado a estos fines”.


       -Sócrates.  “No es fácil la tarea que me has encomendado.  ¿Que les parece si hacemos un recuento histórico respecto a la noción del tiempo". 

       A esta proposición respondieron afirmativamente  todos los asistentes. 

       -Sócrates.    Para el hombre primitivo la noción del tiempo era prácticamente inexistente.  Se limitaba él a observar la recurrencia de los fenómenos naturales, la alternancia del día y la noche, los cambios de las estaciones, épocas de lluvia y de sequía, de calor y de frío, el lapso entre el nacimiento y la muerte.
                Al comenzar el hombre a cultivar la tierra, fue cuando se dio cuenta de la importancia del tiempo, para predecir la época de sembrar y la época de cosechar, estableciendo una relación entre estas épocas y el movimiento de los astros, que ya había interesado previamente, a algunos observadores.  Allí nace la noción de tiempo, es decir, la noción de la existencia de cambios de duración limitada, cuya secuencia se repite periódicamente en el "tiempo".   Así el hombre adquirió consciencia de que su existencia  y la de todo su entorno inmediato, tiene una duración limitada, y la persistencia de esta duración, ha sido lo que hemosllamado tiempo. 
              Definir la noción de tiempo en base a sus características es imposible.   Se trata de una noción absolutamente abstracta.  Que solo adquiere significado cuando se la relaciona a hechos, a acontecimientos, al desplazamiento de las agujas del reloj.  
              Cuando Einstein lanza su teoría sobre la "relatividad", el factor tiempo adquiere una nueva dimensión: un mismo acontecimiento es apreciado como difernte, cuando es observado desde dos puntos, cuya distancia al mismo son desiguales. Estas apreciaciones difieren entre si en base al factor tiempo; al tiempo que tarda este acontecimiento, en ser percibido por el uno y por el otro.  
              Así el tiempo ha venido a ser la cuarta dimensión del universo.  Y como la existencia de "algo" solo es posible cuando existe lo "contrario" -no existiría el blanco sino existiese el negro- se desarrolló coincidencialmente la noción de "eternidad".             
A partir de lo expuesto, sería interesante ahondar un poco mas en este tema, y creo que el amigo filósofo podría decirnos que piensa él al respecto".

       -Aquiles. "A los fines de esta reunión me parece que es muy importante señalar, que el factor tiempo es un "recurso" -por llamarlo de alguna manera- absolutamente no renovable.  Lo cual trae como consecuencia, que lo que se deje de hacer hoy, es muy probable que no sea posible hacerlo mañana; a veces no llega a hacerse nunca.  Pero creo que Gustavo, nuestro amigo sociólogo,  podría aportarnos conceptos valiosos en lo que respecta al aprovechamiento del tiempo en el desarrollo de las sociedades humanas".

       -Gustavo. "Acepto con gusto intervenir en ese sentido, y la contestación podría resumirla expresando lo siguiente: Las sociedades diligentes, aquellas en las cuales haya mas personas que aprovechan el tiempo al máximo,  son las mas prósperas.  En las tribus primitivas  la noción del tiempo es casi inexistente: sus integrantes viven el momento, confiados en sus dioses, sin preocuparse en demasía por el futuro. Pero  tengo claro,  que faltaría por definir lo que entenderíamos por prosperidad; y pienso que Sócrates sería de nuevo la persona indicada a estos fines".

       -Sócrates. "Antes quisiera hacerle una pregunta a Gustavo:  ¿Prosperidad significa bienestar, felicidad?". 

       -Gustavo.  ¡Ciertamente!

   -Sócrates. "Los Estados Unidos de Norteamérica es un país próspero, el mas rico y poderoso del mundo.  En consecuencia, de acuerdo a lo expuesto, sus habitantes deberían ser los mas felices del mundo.  Sin embargo, nos acaba de decir Rodolfo que unos 12 millones de ellos consumen antidepresivos, la drogadicción alcanza niveles alarmantes, los suicidios en adolescentes van en rápido crecimiento, y niños matan a tiros a sus compañeros y maestros sin una justificación razonable. Algo similar, en menor escala, está sucediendo en los países industrializados de Europa.  Gustavo ¿crees sinceramente que puede aseverarse,  que la prosperidad está indisolublemente ligada a bienestar, a felicidad? 
      
     -Gustavo.  "Tienes razón, Sócrates,  no había pensado en ello; me parece que habría que definir un poco mas lo que entendemos por prosperidad y felicidad, Ya llegamos a un acuerdo anteriormente al tratar sobre la angustia. Prosperidad y felicidad son temas que raras veces se tratan en profundidad en el medio ambiente moderno, en parte porque "no hay tiempo para ocuparse de ellos" porque 'hay cosas mas importantes que hacer".  Comencemos por oír a Amelia nuestra "ama de casa" que, además es una profesional competente e inteligente. 

       -Amelia.  "Tengo 38 años de edad,  me considero una mujer moderna, tengo un título universitario en ingeniería de sistemas, tengo 3 hijos, un varón de 13 años, una hija de 11 y otro varón de 9.  Podría decir que somos una familia de clase media alta: con lo que gana mi esposo y yo hemos podido adquirir un  apartamento, tenemos dos automóviles, tomamos  vacaciones una vez al año,  y hacemos frente a nuestros gastos.  Pero el tiempo no nos alcanza: tenemos que llevar los hijos al colegio y buscarlos luego. Tengo que atender los quehaceres de la casa -solo dispongo de una ayuda que asiste dos veces por semana- ir de compras al automercado, hacer largas colas en el tráfico, en las taquillas,preparar mis clases para los alumnos en la Universidad, donde trabajo a medio tiempo.  
              No soy del todo feliz, considero que el día se me va,  en su mayor parte, en cosas triviales, como hacer colas, por ejemplo.  Desearía disponer de mas tiempo para compartirlo con mis hijos y mi esposo; que normalmente llega tarde y cansado al hogar, sin ánimo para mas nada como no sea ver televisión, la droga moderna que embarga la mente y  exime de pensar.  Siento que me falta algo. 
              Tengo plena consciencia de que los logros materiales solo producen una pseudofelicidad: una felicidad superficial, pasajera.  Y yo desearía adquirir la verdadera, la que descansa sobre bases inconmovibles y eternas.  Pero para ello se requiere un tiempo de el cual no dispongo; tiempo para conformar mi mentalidad en ese sentido, para aprender a distinguir el oro de las bagatelas.  Esto lo aprendí del trabajo titulado Felicidad y Salud (Bol. DIRSANIFA (1997) 8:3, 30-32).
              Pero quisiera oír de nuevo a  Gustavo, quien como sociólogo podría aportarnos mucho en la temática que nos ocupa".

       -Gustavo.  "Observo con interés, que de acuerdo a lo expuesto por Amelia, para ella la prosperidad no es sinónimo de felicidad, de bienestar.  Creo que este es un hecho indiscutible y se me ocurre, que la causa de esto es, que el mundo, especialmente el mundo occidental, se ha dado a la tarea de producir bienes de consumo en masa, convenciéndonos, de que son indispensables para ser felices. Pero estas "necesidades maravillosas" cada día mas numerosas, requieren,  cada vez mas de nuestro tiempo, un factor limitado, y de la mayor importancia;  y como concluimos arriba: NO RECUPERABLE.        
Ahora bien, creo que es el momento oportuno de pedir opinión a Sócrates, porque de acuerdo a lo que hemos andado, prosperidad y felicidad no son sinónimos, a pesar de la intensa y costosa propaganda, con la cual somos bombardeados día a día por los medios de comunicación de masas". 

       -Sócrates.  "Sí, estoy de acuerdo con el planteamiento de Gustavo.  ¿No creen ustedes que acaso el enfoque de la sociedad moderna del mundo occidental eserrado?  ¿Que piensa nuestro amigo y filósofo Aquiles al respecto?".

       -Aquiles.  "Pienso, que si alguien tiene mucho que aportarnos eres justamente tu, Sócrates, porque tuviste la oportunidad de vivir en la época en la cual estos adelantos de la ciencia y la tecnología  no se vislumbraban en el horizonte.  Sin embargo,  ¿no había acaso personas felices en aquellos tiempos?  Ya que de ser así, tendríamos que concluir que toda la tecnología y el avance científico moderno, no son indispensables para lograr la felicidad.  En consecuencia pienso. que realmente vamos por un camino errado: estamos invirtiendo el recurso mas precioso de que disponemos, en la adquisición derecursos materiales, convirtiéndonos cada vez mas en esclavos de los mismos. 
       Pensamos que no se puede vivir sin una refrigeradora, sin un equipo de sonido, sin un horno de microondas, etc., etc., etc..  Y si alguno de estos artefactos se daña, de inmediato hay que realizar todos los trámites necesarios, no siempre fáciles y expeditos,  para lograr repararlo a la mayor brevedad.  Mas aparatos… mas problemas, mas esclavitud.    Y todo esto, no contribuye realmente a la felicidad verdadera. Estosbienes de consumo,  por lo general, no fueron diseñados para aportar felicidad, lo fueron mas bien, para obtener un beneficio económico. Quisiera dejarle a Sócrates, que nos explique donde está la falla y que se entiende por felicidad verdadera". 
                                                               
       -Sócrates .  “La respuesta no es tan sencilla como puede parecer a simple vista.  Yo viví en una época en la cual no existían las angustias de los tiempos modernos.  No habían bienes de consumo masivos.   Se producían alimentos, vestidos y calzados, solo los necesarios; y armas, carros de combate  y barcos para la defensa,  o en aras al afán de poder y enaltecimiento del ego, condiciones inherentes al ser humano desde su creación. 

                                 
              La vida era apacible, muy limitadas las ambiciones de las masas, no necesitaban gran cosa para subsistir y ser felices. No existían las enormes diferencias sociales actuales, el desempleo creciente ni las grandes masas de personas dedicadas a mantener ydesarrollar la maquinaria destinada a la "prosperidad".  Había tiempo para pensar, para educarse, para las artes, y para desarrollar la parte espiritual del hombre.  Hubo grandes hombres en esa época, tan grandes, que su pensamiento y acción todavía persisten.
              Mas difícil es definir la felicidad.  Para mi consiste en un estado de consciencia apacible, tranquilo, armónico, basado en una paz interior, producto a su vez del amor y respeto por mi mismo, por los demás, por los Dioses…y por todo lo creado.  Para ello consideré de la mayor importancia "conocerme a mi mismo". 
              En consecuencia dediqué mi tiempo, mi vida, al estudio del hombre, especialmente de su parte espiritual e inmortal, y de las cosas, en cuanto a su significado e importancia en relación a lo anterior.  Enseñaba y estimulaba a la juventud en esa dirección, sin cobrar un centavo por ello.  Lo cual molestó a los pseudosabios, que cobraban fuertes sumas por sus "enseñanzas".

                                        
   
              No poseí dinero ni fortuna.  No me interesó invertir tiempo en asuntos efímeros, y en consecuencia triviales. Cuando se me hizo saber que mi sentencia de muerte podía ser cambiada mediante el pago de dinero, manifesté que carecía de fortuna alguna.  Pero tampoco acepté el dinero que algunos de mis discípulos, generosamente, pusieron  a mi disposición a esos fines.

              Fui feliz en la tierra, desarrollando y enseñado mi sabiduría, desenmascarando a los hipócritas y pseudosabios.   Porque les estorbaba fui sentenciado a muerte, pensado ellos que así me perjudicarían, que me atemorizarían. Caro pagaron su infamia. Perdedores fueron ellos y  Atenas.  A mi me hicieron un favor: ahora estoy mejor que antes; tengo  la felicidad mas completa, libre mi alma de las apetencias y achaques del cuerpo.

                                          

Miguel A. Römer R
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Un granito de arena… por un mundo mejor.
Ayudando a despertar.


IMAGENES: Google

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