La búsqueda de la
felicidad está íntimamente relacionada con el apego y el
desapego, a su vez el apego y el desapego están
indisolublemente unidos a la posibilidad o no de
ser
libres.
Los mensajes que nos envía la sociedad nos dicen que
seremos más y más felices cuanto más y más cosas podamos tener.
Condicionan nuestra felicidad a la obtención de bienes materiales. Este
condicionamiento social, nos acompaña en mayor o menor grado a lo largo de toda
nuestra vida. Podemos ser programados de esta forma debido a nuestra ignorancia.
La ignorancia, como bien lo expresó Aldous Huxley, puede ser vencida. Pero, ¿qué
significa vencer la ignorancia? Significa internalizar,
“vivenciar” de manera plena la transitoriedad de cualquier vínculo u objeto
material. Consiste en la comprensión a nivel profundo, de que no podemos
alcanzar felicidad, mientras creamos que ella se encuentra en la posesión,
sea de lo que fuere de lo que se trate esa posesión.
La
felicidad, según nos la plantea la sociedad, es lograr obtener una forma de
vida que llene todas nuestras aspiraciones sensoriales. Incluso más allá de las
necesidades propias de la vida. La felicidad está en el lujo y en la capacidad
de tener mucho de todo. Llenar todos tus deseos te hará feliz, parece
pregonar esta visión de la vida. Por poco que pensemos en ello pronto nos
daremos cuenta de que es imposible lograr obtener todo lo que se desee en la
vida. En primer lugar porque cualquier posesión es transitoria, im-permanente y
condenada a la pérdida, más pronto o más tarde. Y en segundo lugar, porque las
cosas que más llenan no pueden ser adquiridas. No podemos
comprar amor, ni respeto, ni amistad sincera. Podemos estar llenos de lujosos
objetos y ser unos pobres seres humanos ricos. La posesión genera un
estado de la mente en la cual nada es suficiente, es como si una voz
interna dijera: ”Debes tener más cosas para ser feliz, lo que tienes no
es suficiente”, y nunca lo será, siempre habrá algo más, o algo nuevo,
o algo diferente, que debe poseerse para poder alcanzar la tan ansiada
felicidad. Es como una carrera, en la que la meta fuera alejada cada vez que
pensamos estar cerca de poder cruzarla.
Por otra parte, existe una aproximación diferente,
que nos dice que no
desear, desapegarse de todo bien perecedero, genera un estado de plenitud.
Lo que se busca obtener es algo inmaterial y que al ser permanente, al estar
fuera de la materia, fuera del espacio y del tiempo, no puede ser perdido ni se
puede extinguir.
Lo que llamamos espiritualidad es precisamente el
estado de la mente que nos induce a la búsqueda de lo
permanente. Ello requiere, indispensablemente,
desapegarnos y para ello debemos superar la
ignorancia. Para superar la ignorancia es necesario que nos
Des/ condicionemos y nos Des/programemos de
todas las falsas enseñanzas que hemos recibido prácticamente desde nuestro
nacimiento. En otras palabras, espiritualidad es la ruptura de la ignorancia y
por ende es alcanzar la real Libertad que nos lleva de la mano
a vivir una vida desapegados.
El desapego nos coloca más allá de la codicia y del
afán de posesiones, pero más allá de eso, nos coloca en el estado mental
propicio para que lo verdaderamente valioso y permanente tenga “espacio” en
nuestra mente para expandirse y llenarnos de plenitud.
POR: Héctor G. Gómez G.
FUENTE: http://www.inspirulina.com/felicidad-apego-y-desapego.html
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