El primer hombre que pisó la Luna rompe el silencio
Redacción
BBC Mundo
Jueves, 24 de mayo de 2012
Neil Armstrong es una persona particular y no puede escapar de esa imagen. Es el primer hombre en pisar la Luna y eso no lo cambiará nada ni nadie. También es particular porque no da entrevistas. Eso es algo que sí puede cambiar y, de hecho, cambió.
El astronauta se prestó a una serie de entrevistas y a una conferencia con CPA Australia, la institución que nuclea a los contadores de ese país y de otros en la región Asia Pacífico.
El CPA puso el video completo de la entrevista en su página web. Armstrong habla sobre su histórica expedición, su opinión sobre teorías conspirativa y cuenta un buen número de anécdotas.No es el lugar donde uno esperaría escuchar a Armstrong, pero así fue.
Un 50% de posibilidades de éxito
Una vez realizada la proeza quedaron atrás los miedos al fracaso. Pero descender en la luna era una empresa muy ambiciosa comparada con el logro anterior de la Nasa. "La diferencia entre 20 minutos allí arriba y volver, e ir a la Luna era algo más allá de lo que podíamos creer, técnicamente", contó Armstrong.
Al ser interrogado sobre la misión Apolo 11, Armstrong reveló que en un momento dado no era muy optimista acerca de su éxito. "Un mes antes del despegue del Apolo 11, decidimos que teníamos la confianza suficiente para intentar descender en la superficie", explicó Armstrong.
"Creí que teníamos un 90% de posibilidades de volver sanos a la Tierra, pero sólo 50% de aterrizar en un primer intento. Había muchas cosas desconocidas en ese descenso de la órbita lunar a la superficie que no se habían demostrado todavía", recordó.
Aterrizaje "manual"
Armstrong también se refirió al momento del aterrizaje en sí mismo. "No era un buen lugar en absoluto", recordó. "Tomé el control manual y lo volé como un helicóptero en dirección oeste", explicó. La razón es que la computadora de abordo le estaba indicando un sitio para aterrizar, o alunizar mejor dicho, que no era el mejor pues estaba al lado de un cráter.
"Lo llevé a una zona más llana, sin tantas rocas y encontré un área pareja y pude bajar allí antes de que nos quedásemos sin combustible. Teníamos apenas para 20 segundos". Con ese tiempo hizo lo mejor que pudo, la historia certifica que le salió bien.
Conspiración
El contador Alex Malley, entrevistador para la ocasión, le preguntó a Armstrong cómo tomaba que aún hoy haya gente que cree que la llegada a la luna fue todo una mentira. "A la gente le encantan las teorías conspirativas, son muy atractivas", consideró.
A pesar de eso, dice tener la forma de probar que estuvo en la Luna. Y la evidencia está en un lugar seguro y de difícil acceso: el propio satélite natural de la Tierra. "(Los comentarios) nunca fueron una preocupación para mí porque sé que alguna vez alguien volará de vuelta y levantará esa cámara que dejé allí arriba".
Falta de inversión, falta de ilusión
El exastronauta también expresó su pesar por los recortes en el programa especial de la Nasa que está llevando adelante la administración Obama. De hecho consideró que esos recortes limitan las expectativas del país en un campo en el que siempre fue pionero.
"La NASA ha sido uno de las inversiones públicas más exitosas en motivar a los estudiantes a hacer las cosas bien y alcanzar todo lo que puedan alcanzar", explicó Armstrong y puso su propio ejemplo, acerca de cómo de niño los vuelos los motivaban a esforzarse.
"Es triste que estemos llevando el programa en una dirección en la que reduzcamos la cantidad de motivación y estímulo que le da a los jóvenes", agregó.
¿Porqué habló con los contadores?
La entrevista de Armstrong para los contadores australianos, en el marco de la celebración por el 125º aniversario de su institución, causó sorpresa en el mundo de la prensa. Es sabido que el veterano astronauta de 82 años no concede entrevistas y que siempre fue reacio a debatir sobre la misión que lo llevó a la fama en 1969.
Quizás la razón sea una cuestión emotiva y familiar, de acuerdo a un dato que reveló Alex Malley, el titular del CPA, a la prensa australiana: "Sé algo de Armstrong que no mucha gente sabe: su padre era un auditor".
¿Quién es Neil Armstrong?
Redacción
BBC Mundo
Aunque para millones de personas es un héroe, Neil Armstrong ha rechazado consistentemente el cortejo de la fama.
Para conmemorar 40 años desde el alunizaje, Andrew Smith, escritor que ha investigado sobre la vida de los astronautas del Apolo 11, autor de viajó por los Estados Unidos para descubrir por qué el primer hombre que pisó la Luna continúa siendo un enigma.
Sus palabras al dar el primer paso en la Luna quedaron grabadas en la historia. Sin embargo, durante las cuatro décadas desde que su nombre se hizo famoso, el hombre en sí se ha convertido en un gran misterio.
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Armstrong se ha rehusado a vivir de su fama y aparentemente ha hecho todo lo posible para disminuirla.
¿Qué ha hecho que Amstrong sea un héroe tan renuente, tan poco susceptible a la celebridad? ¿Y por qué no habla de su histórico viaje?
En su misión para conocer y entender el hombre tras el traje espacial, Andrew Smith, el autor de 'Moondust: In Search of the Men Who Fell to Earth', viajó por Estados Unidos conociendo a la gente que influyó en la vida de Armstrong.
Su conclusión es que Armstrong, ahora en sus 78 años de edad, cree que él no merecía tanta atención.
"Hubo 400.000 personas trabajando en ese programa (el alunizaje) de muchas formas diferentes y él piensa que no merecía todo el crédito por el sólo hecho de que fue a quien le correspondió volar", dice Smith.
Fama Instantánea
Armstrong se convirtió en una celebridad en un instante. La misión de Apolo 11 marcó un cambio drástico en la exploración espacial en una época en la que el mundo entero estaba embrujado con el Espacio. Las cifras de la teleaudiencia fueron enormes.
Cuando regresaron del viaje lunar, la NASA mandó al grupo de tres astronautas en un tour mundial.
Aunque al principio Armstrong participó en todos los eventos, siempre permaneció un tanto apartado; era una presencia elusiva que prefería hablar de los hechos y no de sus sentimientos.
Empezó a negar entrevistas y discursos, y eventualmente se negó a firmar autógrafos y a que le tomaran fotografías en lugares públicos.
"Hasta donde yo sé, sólo ha concedido dos entrevistas en los últimos 40 años - y en ellas no habla de cómo se sentía, sólo habla de los hechos", señala Smith. Armstrong le ha negado entrevistas en muchas ocasiones a pesar de varios intentos por parte del autor, pero han intercambiado correos electrónicos.
"Él no quería beneficiarse económicamente, aunque muchos otros lo han hecho. Y, sorprendentemente, mantuvo su decisión. Una casa de subastas me dijo que si el famoso astronauta firmara autógrafos una tarde podría llegar a ganar un millón de dólares, pero siempre se ha negado a ello".
La cara del espacio exterior
Dos años después de su histórico viaje, en agosto de 1971, Armstrong dejo la NASA y decidió ser maestro.
"Aparentemente es una extraña decisión: él podría haber hecho cualquier cosa", dice Smith.
Pero si Armstrong pensó que un departamento pequeño de ingeniería espacial en la Universidad de Cincinnati le daría asilo estaba muy equivocado.
"Su jefe me dijo que cuando llegó, Armstrong pasaba dos horas cada día firmando autógrafos para los otros maestros y alumnos. Había una ventanita en un lado de su oficina cerca del techo y había grupos de gente que su juntaba para hacer una pirámide humana solo para ver adentro de su oficina".
"No le gustaba, pero lo toleraba. No podía caminar por la universidad sin que alguien se le acercara. Como consecuencia pasó mucho tiempo volando solo, únicamente para alejarse de todo".
La decisión de Armstrong de mantener un bajo perfil contrasta con la del hombre con el que compartió ese primera caminata en la Luna.
Buzz Aldrin se ha convertido en el rostro del espacio, llamando la atención de los medios con maniobras publicitarias que van desde un juego interactivo 'Buzz Aldrin's Race into Space' hasta una aparición como invitado especial en la serie de dibujos animados de televisión Los Simpsons.
Para celebrar este aniversario, Aldrin trabajó con el artista de hip-hop Snoop Dogg y el productor Quincy Jones para crear una canción de rap titulada 'Rocket Experience' y un video para acompañarla.
Todos los que conocí me dijeron que Armstrong siempre fue un hombre introvertido y reservado. Me pregunté si lo estaban tratando de proteger pero, quizás, al menos de alguna manera, se trata simplemente de un hombre normal y agradable.
Andrew Smith, autor de un libro sobre Amstrong
Es el tipo de cosas que probablemente le produzca escalofríos a Armstrong.
Pero en la era de celebridad instantánea ¿Cómo es que Armstrong ha logrado mantener el enigma?
"Todos los que conocí me dijeron que Armstrong siempre fue un hombre introvertido y reservado. Me pregunté si lo estaban tratando de proteger pero, quizás, al menos de alguna manera, se trata simplemente de un hombre normal y agradable", dice Smith.
Aunque reconoce que en muchos aspectos, Armstrong está lejos de ser ordinario.
"Era un piloto extraordinario. Voló en el X-15, el avión más rápido del mundo, a 6.440 km/h (4.000mph). Puede pilotear cualquier avión; es uno de los pilotos más distinguidos de la historia", apunta Smith.
"Su generación estaba obsesionada con volar, fueron los pioneros de la aviación. Los pilotos de la Segunda Guerra Mundial eran sus héroes. Armstrong nunca quiso ser una celebridad, él sólo quería superar los limites de la aviación".
Determinación
Que a un niño normal de un pequeño pueblo en Ohio le incomode el tornarse en uno de los hombres más famosos del planeta no es sorprendente. Pero para Smith, su ferrea determinación de alejarse de la atención de la prensa y del público es otra de las virtudes de Armstrong.
Según dice, lo ayudó a sobrevivir tres veces antes de que incluso llegara a la Luna.
"Siempre se mantenía muy calmado y tranquilo. Una vez en un vuelo estuvo a punto de no regresar vivo. Un colega suyo, Alan Bean, me contó que después del incidente vio a Armstrong mientras escribía el reporte y solamente anotó que habían tenido un 'pequeño problema'.
"Pensó que tal vez Armstrong se había lastimado el dedo o algo por el estilo, pero en realidad había estado a milisegundos de la muerte. Bean no podía creer lo calmado que estaba Armstrong al llenar estos papeles, como si nada hubiera pasado, pero ese era el tipo de persona que era".
Claro que también tenia sus excentricidades.
"La música que llevo en la misión era extremadamente excéntrica", señala Smith. "La mayoría de los astronautas llevaban una obra clásica y una estilo country y western".
"Armstrong llevó la sinfonía 'Del Mundo Nuevo' de Dvorak. Pero lo otro que llevó era música de theremin -ese sonido espeluznante y ondulante que asocias con las películas de Ciencia Ficción que hace como 'uuu... uuu".
"Por un lado era la música perfecta para llevar, pero por otro lado fue una opción medio curiosa. Así es él".
Y ¿qué tal esa frase famosísima "es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad" que se cita con la misma facilidad que el "Ser o no ser" de Shakespeare?
No se sabe si alguien le dijo qué decir o si él mismo creo la frase, pero uno de sus más viejos amigos tiene una teoría sobre su origen.
"Kotcho Solacoff dijo que ellos solían jugar 'Paso de gigante' (conocido en inglés como 'Mother May I?') -un juego en el que uno da pasos pequeños o gigantes-. Él cree que de ahí salió," cuenta Smith.
Hombre ordinario o genio caballeroso, quizás la más audaz hazaña de Armstrong ha sido la de mantener ese halo de misterio.
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